Comienza el curso de verano de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) 'Arqueología de Campo' con Ricardo Lineros Romero, director del Museo de la ciudad de Carmona, como coordinador. El seminario, que se realiza con la colaboración del Centro 'Olavide en Carmona', cuenta con la participación de 25 alumnos y se basará hasta el 24 de agosto en prácticas en la Plaza Julían Besteiro y otras "puntuales" en la Plaza de San José.
Esta semana abre la segunda etapa formativa de los cursos de verano de la UPO, tras finalizar la anterior con la participación de 755 estudiantes y 292 ponentes firmando "un nuevo éxito en tiempos en los que la financiación y la oferta se ha visto reducida", según rector de la Universidad Pablo de Olavide, Vicente Guzmán.
'Arqueología de Campo' pretende enseñar al alumno "la actividad de un arqueólogo dentro del entorno urbano, la aplicación de técnicas y todo lo que tiene que ver con la gestión y administración" explica el coordinador en un entrevista para Europa Press. De este modo el estudiante, que ha tenido que entregar un curriculum previo, requiere de formación en Humanidades o Historia para aportar dice, "un curso especializado con conceptos que no se aprenden en la universidad", en una profesión que requiere de la relación directa con la excavación.
Este año el lugar elegido para las excavaciones será la Plaza Julían Besteiro y la Plaza de San José debido al Plan Especial del Ayuntamiento de Carmona que dice Lineros, "prevé una serie de actuaciones y reformas de las plazas" por lo que se precisa de una excavación previa que "informe y detalle qué hay ahí". La posibilidad de encontrar restos arqueológicos de importancia supone la remodelación del plan de obras o el sistema de financiación, tarea de investigación que llevarán a cabo lo asistentes al curso.
Las previsiones de la excavación práctica van desde "encontrar una ladera natural con distintas capas de ocupación y datos de la topografía original de la ciudad antes del poblamiento humano, hasta un teatro romano" asegura Ricardo. No obstante, aclara "es un sondeo muy puntual" en el que se abrirá una zanja de cuatro o cinco metros de profundidad que atraviese la plaza y por otro lado, aperturas de alcantarillado en otras zonas como en la calle de Ramón y Cajal, para obtener un registro.
La arqueología urbana a diferencia de los proyectos sistemáticos que siguen la consecución de objetivos, es una investigación que se realiza "como consecuencia de un proceso constructivo", ha explicado. En este sentido, al igual que en otros proyectos, se aplicarán y aprenderán conceptos de "topografía, fotografía, dibujo a través de ordenador, cómo se conserva la documentación o técnicas auxiliares" a través de diferentes pruebas escritas y prácticas en el terreno.
La posibilidad de continuar como voluntarios abre al alumno "la opción de relacionarse con el trabajo diario de un arqueólogo", dice Linares, en una profesión "dura" y en ocasiones de escasa "remuneración", pero que en Carmona cuenta con el respaldo del Ayuntamiento desde "los años 80 y que ha ido creando escuela". Por ello, el coordinador afirma "Carmona tiene mucha experiencia y es el lugar idóneo para el curso".