El Códice Mendoza: un tesoro histórico de la civilización mexica

La creación del Códice Mendoza: un encargo imperial Parte de una página del Código Mendoza. En el vasto océano de la historia, pocos documen...

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Las extinciones masivas provocan alteraciones a largo plazo del ritmo de evolución.


Un nuevo estudio indica que las extinciones en masa afectan al ritmo de evolución, no sólo en el período inmediatamente posterior a la catástrofe, sino durante los siguientes millones de años.

Develan uno de los grandes misterios mayas.

Tikal, una ciudad para 80 mil personas, fue construida en el medio de la selva de Guatemala, casi sin agua. Un equipo de arqueólogos descubrió cómo se abastecía.
En su esplendor, unas 80.000 personas vivieron en torno a Tikal. Uno de los grandes misterios que han rodeado este lugar es cómo los mayas pudieron crear una ciudad tan grande en medio de la selva y casi sin agua.
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Las excavaciones de un equipo de arqueólogos, que rodean las ruinas, uno de los conjuntos arqueológicos más importantes de América, han destapado dos grandes reservas de agua, que hasta hoy estaban ocultas por jardines y cubiertas con yeso.

En ellas se acumulaba el agua de un arroyo cercano, así como la lluvia caída. Los mayas aprovecharon la inclinación del terreno para conectar las reservas de agua, que también incluían filtros de arena para purificar el líquido y hacerlo potable. 

"Este sistema muestra que las culturas del nuevo mundo eran más sofisticadas de lo que se pensaba", contó Vernon Scarborough, antropólogo de la Universidad de Cincinnati y coautor del estudio en Tikal, que publica el portal Materia. "Si el dique era tal y como pensamos, estaba muy bien construido", agregó Scarborough.

Los mayas habitaron Tikal durante unos 1.500 años. "Los restos más antiguos que encontramos datan de los años 400 y 500 a.C.", explicó David Lentz, colega de Scarborough en la Universidad de Cincinnati y coautor del trabajo.

La ciudad-estado fue abandonada de forma brusca en el 850 de nuestra era, lo que coincide con el declive general de la cultura maya en el continente.

"Esta zona soporta cuatro o cinco meses de sequía al año", detalló Lentz. Un clima así no habría permitido la subsistencia de una ciudad si no hubiera sido por el ingenio de sus arquitectos, que supieron aprovechar al máximo el agua de lluvia. Al contrario que los griegos o los romanos, los mayas no tenían herramientas de metal ni ruedas ni animales de carga. "Todo lo que hubo aquí se hizo a fuerza de trabajo humano". 

El investigador cree que el agua fue fundamental en la caída de los mayas. Los expertos han apuntado a hambrunas y guerras entre las diferentes ciudades-estado para explicar la desaparición de la civilización. El colapso del abastecimiento de la reserva, que dependía de un riachuelo que pudo agotarse en ciertas épocas, hizo que "las cosechas se arruinasen y faltase agua para beber", señala Lentz. "Todo esto contribuyó, a buen seguro, a su desaparición", concluyó.

Extraído de Infobae

Presencia inesperada de una clase superior de neuronas en los monos macacos.


La corteza insular anterior es una región pequeña del cerebro que en los humanos desempeña un papel crucial para la conciencia de uno mismo (autoconciencia). El mal funcionamiento de la corteza insular anterior está implicado en ciertos trastornos neuropsiquiátricos. Esta región alberga un tipo único de células, las neuronas de von Economo. Durante mucho tiempo, se pensó que las neuronas de von Economo eran exclusivas de humanos, monos antropomorfos, ballenas y elefantes.

El equipo de Henry Evrard, neuroanatomista en el Instituto Max Planck para la Cibernética Biológica en Tubinga, Alemania, ha descubierto ahora neuronas de von Economo en la ínsula anterior de monos macacos. Este hallazgo proporciona pruebas contundentes de que los monos poseen al menos una forma primitiva de la neurona humana de von Economo, a pesar de que estos animales no tengan la capacidad de reconocerse en un espejo, una característica de conducta propia de la autoconciencia.

Este hallazgo también ofrece una nueva y muy necesaria vía para examinar en detalle las conexiones y funciones de un tipo de célula y de una región cerebral que podrían ser fundamentales en la autoconciencia humana y en trastornos mentales como el autismo y formas específicas de demencia.

La corteza insular, o simplemente ínsula, es una región cortical escondida en lo profundo del cerebro, como una isla dentro de la corteza. En la última década, la ínsula ha salido de la oscuridad al determinarse su papel clave en diversas funciones que por regla general están vinculadas a nuestros estados corporales internos, a nuestras emociones, a nuestra autoconciencia, y a nuestras interacciones sociales. La parte anterior de la ínsula en particular es donde las personas percibimos conscientemente emociones subjetivas como amor, odio, rencor, confianza en uno mismo o vergüenza. En relación con estos sentimientos, la ínsula anterior está implicada en varias psicopatologías. El daño en la ínsula provoca apatía y la incapacidad de identificar los sentimientos que están siendo experimentados por uno mismo o por la persona con quien está hablando. Estas incapacidades y la alteración de la ínsula también están presentes en el autismo y en otros trastornos neuropsiquiátricos graves.

Una técnica de cultivo prehispánica llega al mercado.



La chinampería, la técnica de cultivo de origen prehispánico que se mantiene a duras penas en el sur de Ciudad de México, se está abriendo camino en el mercado ?gourmet' como una forma de sobrevivir sin renunciar a sus técnicas ancestrales, libres de sustancias químicas.
Las chinampas son unas islas artificiales creadas por la cultura tolteca hace más de mil años con fines agrícolas en la zona de Xochimilco, en el sur del sistema de lagos sobre el que hoy se asienta la capital mexicana. Luego fueron adoptadas por los aztecas y han pervivido hasta la actualidad.
La red de canales formada entre las islas son hoy un importante atractivo turístico, pues se pueden recorrer en trajineras, unas coloridas barcas a remo, pero, de las 36.000 hectáreas de chinampas, apenas el 7% está dedicado al cultivo y la mayoría es de flores.
Sólo el 2% se usa para la producción de hortalizas. El resto de las tierras cultivables está abandonado.
El agua de los canales es turbia por su reducida profundidad y la tierra amenaza con engullirlas y acabar con este paisaje único, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
"Tengo 61 años y cuando estaba chamaco (niño) alcancé a ver el agua transparente. Toda la chinampería estaba sembrada, no había un terreno sin cultivar", recuerda Nicolás Velasco, quien trabaja de forma tradicional su chinampa, de unas tres hectáreas.

¿Cómo se repobló Europa tras la Edad del Hielo?



Al finalizar la última glaciación amplias zonas de Europa estaban completamente desiertas de población humana. ¿De dónde procedían los humanos que recolonizaron estos territorios vacíos? ¿Cómo se produjo esta repoblación de Europa? La arqueogenética puede tener la respuesta.
Parece que fueron grupos humanos procedentes de Oriente Próximo los que ocuparon Europa cuando buena parte de su territorio se convirtió de nuevo en habitable hace 19.000 años.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Huddersfield ha publicado un artículo en el último número de la revista American Journal of Human Genetics en el que, tras una serie de análisis de ADN, desarrollan esta teoría que parece dar la vuelta a la explicación tradicional.
Hasta el momento se pensaba que en la repoblación de Europa tras la última glaciación tuvieron un peso fundamental los humanos que habían permanecido en dos territorios que actuaron como refugios: el área francocantábrica, entre el norte de España y el sur de Francia, y la región de las llanuras ucranianas.
Según la profesora María Pala, autora principal del artículo, “el final del último máximo glaciar permitió a la gente recolonizar partes de Europa que habían estado desiertas y su expansión permitió incrementar las poblaciones humanas”.
Esta es una de las últimas aportaciones de la arqueogenética,  una ciencia que combina arqueología y genética para aportar información sobre los primeros pasos de la especie humana y cómo nuestros antepasados se expandieron por el Planeta.
Pala asegura que la arqueogenética nos ayudará a reevaluar la percepción de nuestra identidad. “Estamos muy centrados en identificarnos como italianos, británicos o lo que sea, pero analizando el ADN descubrimos que en origen, no hace tanto tiempo, provenimos de un origen común“.
Extraído de Arqueoscience

Cada comunidad de chimpancés tiene su propia cultura.


Un equipo de investigadores alemanes demuestra por primera vez que los grupos de chimpancés salvajes (Pan troglodytes) tienen diferencias culturales entre ellos, igual que los seres humanos. Así lo revelan en la revista Current Biology.

“Chimpancés y humanos compartimos el hecho de que cada comunidad tiene su propia cultura”, afirma Lydia Luncz, primera autora de un estudio que se publica esta semana en la revista Current Biology
En esta investigación, científicos del Instituto Max Planck (Alemania) observaron que cada grupo de primates del Parque Nacional Tai (Costa de Marfil) tenía su propia técnica para romper nueces: utilizaban herramientas de piedra o de madera y de distintos tamaños.
Según los expertos, “cada colectivo tiene su técnica preferida y los individuos la mantienen aunque cambien de grupo”. Para comprobarlo, el equipo de investigación observó tres comunidades vecinas de chimpancés que “no se distinguían genéticamente entre ellas”, señala Luncz.
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Diferencias culturales entre vecinos.
“Existen estudios previos sobre diferencias culturales en estos primates, pero en todos ellos, las poblaciones analizadas estaban separadas por grandes distancias”, explican los autores del trabajo. Para los científicos, este distanciamiento hace difícil discernir si las distintas culturas son un reflejo de variaciones genéticas o una adaptación a las condiciones ambientales.
Este tipo de trabajos sobre las diferencias y las similitudes entre humanos y chimpancés –nuestros parientes más cercanos– permiten conocer los caminos por los que evolucionó la cultura, “el principal elemento de nuestra identidad”, concluye Christophe Boesch, coordinador de la investigación.
Extraído de Agencia Sinc

Recrean los jardines de antiguos palacios romanos.


El diseño fue realizado de acuerdo a la descripción realizada por los escribas de la época, quienes hablan de lujosos jardines en el monte Palatino.


Arqueólogos italianos inauguraron ayer los nuevos jardines en las ruinas de los antiguos palacios romanos ubicados en el monte Palatino.
El objetivo de esta iniciativa es recrear la imagen de cómo pudo haber sido hace 2.000 años, de acuerdo a la descripción realizada por los escribas de la época, quienes hablan de lujosos jardines.
Maria Rosaria Barbero, jefe del departamento de arqueología de Roma, señaló a diversos medios que "los emperadores querían que sus residencias fueran decoradas con espléndidos jardines que con su magnificencia podría ayudar a legitimar el carácter sagrado de su poder autoritario".
El monte Palatino era un barrio residencial lujoso de la antigua Roma (fue habitado por el emperador Augusto, por ejemplo), y cuyos palacios ya aparecen en la literatura del siglo IV antes de Cristo. Además, fue en este monte donde supuestamente se encontraba la cueva de la loba que amamantó a Rómulo y Remo, que según la mitología, fundaron la ciudad.
Extraído de La Tercera

El ADN de humanos de hace 5000 años permite comprender cómo se extendió la agricultura en Europa.


El análisis de ADN de hace 5.000 años, tomado de los restos de cuatro seres humanos de la Edad de Piedra, encontrados en Suecia, está ayudando a los investigadores a comprender cómo se extendió la agricultura por Europa, en el pasado. Concretamente, el autor principal del estudio, publicado en 'Science', Pontus Skoglund, la práctica de la agricultura parece haberse extendido con los migrantes, desde el sur hasta el norte de Europa.

   La agricultura no fue lo único que los primeros agricultores europeos introdujeron en la región. Sobre la base de los datos genéticos, los investigadores afirman que los primeros agricultores de Europa mezclaron sus genes con los cazadores-recolectores, una relación que preparó el camino hasta el genoma europeo actual.

   "Se han analizado los datos genéticos de dos culturas diferentes --una de cazadores-recolectores, y otra de agricultores-- que existieron en la misma época, a menos de 400 kilómetros de distancia la una de la otra", ha explicado Skoglund, quien ha añadido que, "después de comparar los datos con las poblaciones humanas modernas de Europa, se ha encontrado que los cazadores-recolectores de la Edad de Piedra estaban fuera de la variación genética de las poblaciones modernas, pero eran más parecidos a los individuos finlandeses; y que los agricultores analizados, muestran una estrecha similitud con las poblaciones del Mediterráneo".

   Estos descubrimientos podrían tener algo que ver con la expansión de la agricultura en toda Europa, según los investigadores. La mayoría de expertos coinciden en que el modo de vida agrícola se originó hace unos 11.000 años, en Oriente Próximo, antes de llegar al continente europeo, unos 5.000 años más tarde. Ahora, este nuevo estudio podría ayudar a los científicos a comprender el impacto de esa revolución de la agricultura, sobre la diversidad humana.

   Skoglund y sus colaboradores llevaron a cabo su análisis con antiguos restos de tres cazadores-recolectores, asociados con la cultura Pitted Ware (cerámica agujereada), encontrados en la isla de Gotland, en Suecia, junto con los de un agricultor, que se asoció con la cultura campaniforme, encontrado en Gökhem, también en Suecia.

   Los antiguos cazadores-recolectores mostraron una firma genética distinta, similar a la de los europeos del norte de hoy; mientras que la firma genética de los agricultores se asemeja mucho a la de los europeos del sur, según los investigadores. Curiosamente, estos genomas antiguos no comparten muchas similitudes con el de los suecos actuales, a pesar de haber sido descubiertos en Suecia.

   "El hecho de que los cazadores-recolectores sean más similares a los finlandeses, y otras poblaciones del norte, sugiere que fueron la última parte importante de la población mesolítica que ocupó gran parte de Europa, antes de que los primeros agricultores aparecieran", ha explicado el coautor del informe, Anders Götherström.

   Los investigadores han concluido que los primeros agricultores de Europa viajaron hacia el norte, atravesando el continente, y se instalaron en estas regiones, mezclándose con las poblaciones de cazadores-recolectores.

Extraído de Europapress

Cómo reconstruir el clima del pasado a través de las crónicas árabes del siglo X.



Las crónicas de los historiadores árabes narran cronológicamente cuestiones sociales, políticas y religiosas; y algunas hacen referencias al clima. Un estudio, liderado por investigadores de la Universidad de Extremadura (UNEX), se ha centrado en antiguos apuntes meteorológicos de la ciudad iraquí de Bagdad.
"Hemos recuperado una interesante cronología de eventos climáticos como sequías, inundaciones, lluvias, heladas, olas de frío o calor, y fuertes vientos para el periodo 816-1009 en los actuales Irak y Siria", dice Fernando Domínguez-Castro, autor principal e investigador en el departamento de Física de la UNEX.
El estudio, que se ha publicado en la revista 'Weather', destaca un alto número de olas de frío. "El periodo de 902 a 944 concentra una frecuencia muy alta, si la comparamos con los datos meteorológicos actuales. Ejemplo de ellos son las seis nevadas que se vivieron en esa época, mientras que en la actualidad solo se tiene conocimiento de una nevada en Bagdad el 11 de enero de 2008", señala Domínguez-Castro.

Más días fríos por erupciones volcánicas.

El equipo de investigación se sorprendió en especial con el "inesperado" descenso de las temperaturas de julio de 920. Según los documentos analizados, los habitantes de Bagdad tuvieron que bajar de sus tejados (donde solían dormir en verano), meterse en casa e incluso abrigarse con mantas. Las temperaturas pudieron entonces descender 9ºC respecto a la media actual en un mes de julio.
"Es difícil saber a qué se debe este descenso de la temperatura, pero una posibilidad es la de una erupción volcánica el año anterior, ya que es frecuente que las temperaturas desciendan en verano en estos casos", destaca el experto quien señala que durante alguna de estas noches de julio de 920, las temperaturas no superaron los 18ºC.
Existen dos erupciones volcánicas importantes durante esta época que podrían ser la causa de las olas de frío, "aunque están datadas con una importante incertidumbre", afirma el investigador. Una de ellas es la del volcán Ceboruco (México), hacia 930, y la otra la del Guagua Pichincha (Ecuador), hacia 910. Sin embargo, "son necesarias más evidencias para confirmar esta hipótesis", advierte el experto.
La investigación demuestra que durante la primera mitad del siglo X, los eventos climáticos fríos en Bagdad tuvieron mayor frecuencia e intensidad que en la actualidad. Mientras que la ciudad iraquí registró solo dos días con temperaturas por debajo de 0ºC entre 1954 y 2008, al menos hubo seis días muy fríos en un periodo de 42 años en el siglo X.
Según los investigadores, "las crónicas árabes son muy útiles para la reconstrucción del clima en épocas y lugares de los que sabemos muy poco". Gracias a la sinergia de humanidades y ciencia se puede extraer "información climática robusta", concluyen.

Bagdad, el centro del imperio.

En 762, Abu Ja`far al-Mansur, el segundo califa de Abbasid (la segunda dinastía del Islam) fundó la ciudad de Bagdad y la estableció como la capital del imperio. Pronto la urbe se convirtió en la más próspera de su tiempo y en el centro del comercio internacional y el desarrollo agrícola, lo que atrajo a una población creciente.
Los historiadores de la época discutieron las razones por las que el califa le dio tal importancia a Bagdad. Además de su estratégica situación, entre los ríos Tigris y Éufrates, la ciudad contaba con buenas condiciones climáticas. "El agua era abundante, el clima era muy cálido en verano, muy frío en invierno y moderado en primavera y otoño", detalló Al-Ya`qubi, autor de un tratado geográfico de 891.
Extraído de El Mundo

La arquitectura del cerebro.


Un damero de ajedrez más que un enmarañado ovillo. Así podría resumirse la forma en que las fibras nerviosas se organizan en el cerebro y así es como las podemos ver en las fotografías que un grupo de expertos del Hospital General de Massachusetts (EEUU) ha obtenido con diferentes técnicas de imagen. Su trabajo, junto con el de otro grupo de la Universidad de California que ha analizado cómo la información genética contribuye en la conformación de la corteza cerebral, nos permite conocer mejor la estructura de ese órgano que todavía sigue siendo un gran desconocido.
Aunque se conoce que en la médula espinal y en el tronco del encéfalo, las fibras nerviosas se organizan formando fascículos paralelos derivados de cómo se organiza el sistema nervioso en el desarrollo embrionario, se desconoce cómo es ese patrón de haces en el lóbulo frontal y otras regiones corticales. Hasta ahora sólo se había podido estudiar pequeñas fracciones de esas 'carreteras' neuronales en cerebros simples, pero no de humanos. A través de un nuevo escáner de imagen de resonancia magnética de difusión se puede ahora visualizar la distribución de esas fibras en todas las zonas del tejido cerebral.
Imagen del cerebro de un mono que se asemeja a una rejilla de cables eléctricos. | 'Science'
Imagen del cerebro de un mono que se asemeja a una rejilla de cables eléctricos. | 'Science'
"Hemos trabajado durante años en esta tecnología para establecer un mapa de la arquitectura de las fibras del cerebro [...] Cada secuencia de fibras se conforma como una rejilla tridimensional. Esas fibras, en la parte superior del cerebro, son como un grupo de cables organizados en hojas dobladas, de tal manera que las fibras sólo van en las dos direcciones de las hojas y en otra perpendicular a ellas. Por lo tanto, todas las conexiones del cerebro siguen estas tres direcciones. En la vida embriológica seguir estas direcciones es más simple, pero el cerebro adulto tiene muchos pliegues, con lo que las tres direcciones terminan haciendo curvas", explica Van Weeden, principal investigador del estudio, publicado en la revista 'Science'.

Un orden establecido.

"Los libros clásicos nos dan la idea de que las fibras nerviosas carecen de orden en su recorrido, formando un aparente ovillo de fibras entremezcladas, pero en el cerebro hay tanta fibra que por fuerza tiene que haber un orden, para que no haya un caos. Es un principio esperable, si queremos que los diversos cerebros se comporten parecidamente. No vemos fibras que crucen regiones en oblícuo, igual que un coche no atraviesa los edificios, sino que sigue un orden establecido por reglas de tráfico y la estructura de las calles. Lo que pasa en el cerebro es que las calles y casas están deformadas, porque hay muchos pliegues debidos a crecimiento desigual (como en un cuadro de Dalí), pero las fibras se apañan para caminar por esas calles de manera ordenada, aunque tengan un recorrido deformado. Esto es lo que acaban de demostrar estos científicos para la zona del cerebro donde menos se esperaba que fuera así", explica Luis Puelles, del departamento de Anatomía Humana y Psicobiología de la Universidad de Murcia.
Gracias a esta tecnología, se puede conocer cómo crece el cerebro. "Las conexiones del cerebro maduro parecen reflejar los tres principales ejes establecidos en el desarrollo embrionario", afirma este investigador. Otro dato que han podido comprobar en este trabajo es que las fibras nerviosas no están aisladas sino que se relacionan entre sí. La tercera conclusión que podría extraerse de la investigación, en la que han analizado tejido cerebral de cuatro tipos de monos y de personas vivas, es que esta estructura fibrilar se mantiene entre las especies, es decir, que los cerebros más simples y los más complicados conservan una estructura similar. "En definitiva, ahora tenemos una manera de ver la conectividad del cerebro como un todo, no como áreas aisladas", señala Weeden.
Tal y como explica el investigador español Alberto Ferrús, del departamento de Neurobiología Molecular, Celular y del Desarrollo del Instituto Cajal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), "al estudiar esas vías [de fibras] se ve una organización ortogonal [en ángulo recto], esta organización permite decir que la parte más compleja (cortical) del cerebro sigue el mismo patrón de crecimiento que cualquier otra parte  del sistema nervioso.  Hasta hace poco se pensaba que la corteza era una estructura desarrollada súbitamente en los mamíferos, siendo inicialmente de estructura homogénea. Se hacían deducciones singulares como que 'la corteza es lo que nos hace humanos' [ya que la mente emerge de su función]. Estos estudios demuestran que la estructura de la corteza en primates y el hombre no es tan homogénea sino que está organizada en módulos, cada uno con una pauta de conectividad especializada, y que es comparable no obstante con la de otras especies".

Genes y neuronas.

El segundo trabajo que publica la revista 'Science' va en la misma línea de intentar conocer mejor la estructura del cerebro humano. En este caso, investigadores de la Universidad de California, utilizando un mapeo masivo de la información genética característica de distintas partes de la corteza cerebral, con datos obtenidos mediante una poderosa técnica de resonancia magnética en 406 pares de gemelos adultos (para reducir la variabilidad), han completado un novedoso atlas génico de la corteza cerebral, la capa más superficial del cerebro.
Al comparar gemelos monocigotos con gemelos dicigotos, los autores observaron cómo la influencia genética se comparte separadamente en grupos de áreas que conforman 12 regiones de la corteza. Estas 12 regiones coinciden a grandes rasgos con sectores con una función ya definida en estudios previos.
Comprobaron, por tanto, que la estructura regional funcionalmente especializada de la corteza cerebral está genéticamente controlada y se organiza de una manera jerárquica (varias subáreas forman un área, y varias áreas forman una región).
"Si podemos comprender la base genética del cerebro, podemos tener una mejor idea de como se desarrolla y funciona, información que, a la larga, podemos utilizar para mejorar tratamientos de múltiples enfermedades", concluye Chi-Hua Chen, principal autor de la investigación.
Puelles aclara que este trabajo es "la primera evidencia, de una forma fidedigna, de que también para construir la parte más compleja del cerebro se toma información del genoma. Probablemente estarán implicados miles de genes. Es interesante que haya un orden genético, y, aunque es hermoso verlo confirmado, no nos sorprende, porque sería difícil que fuera de otra manera. El cerebro es lo más ordenado que conocemos. Lo más sorprendente es hasta qué punto encaja bien este análisis con lo que ya se iba sabiendo de funciones diferenciadas en la corteza. Los grupos de áreas cerebrales determinadas en este estudio se agrupan por funciones que resultan predeterminadas por la estructura génica. Los estudios anatómicos y funcionales previos ya habían adelantado particiones similares, pero este nuevo enfoque ha llegado a parecidos resultados desde un ángulo totalmente nuevo. Esto indica quediversos enfoques científicos están llegando a un consenso, lo cual es todo un hito histórico".

Repercusión de los resultados.

Los dos trabajos que publica 'Science' indican, según Puelles, que "estamos empezando a comprender el cerebro, a ver 'las piezas de la máquina' que dependen de los genes, hemos llegado a un dintel de conocimiento a partir del cual podemos empezar a profundizar. Evidentemente, los genes no lo controlan todo al detalle (no hay suficientes, teniendo en cuenta que se calculan 10.000.000.000.000.000 sinapsis –o contactos entre neuronas- y sólo hay unos 20.000 genes), por lo cual, más allá de las 'piezas' en cuestión, hasta llegar a la mente, se intercala la microestructura que creamos individualmente al ir viviendo (a este nivel esperaremos diferencias entre los individuos) Por otra parte, sabiendo qué genes son los que predominan en las diversas áreas cerebrales podemos estudiar algunas enfermedades cerebrales de causa genética con mayor detalle".
Sin embargo, no opina lo mismo Javier de Felipe Oroquieta, del Laboratorio Caja de Circuitos Corticales del Centro de Tecnología Biomédica de la Universidad Politécnica de Madrid, quien recuerda que ha habido mucha disparidad en los mapas citoarquitectónicos que han sido elaborados por diferentes investigadores. "Me parecen interesantes estos trabajos pero es difícil de entender el significado de esas diferencias. Cuando uno estudia el cerebro hay muchos niveles de análisis, éste es un nivel macroscópico, pero yo propongo el ultramicroscópico, con el que se pretende conocer el mapa de las sinapsis o sinaptoma", señala este experto.
No obstante, este investigador reconoce que el trabajo de Weeden, aun siendo grosero, es al mismo tiempo maravilloso. De momento lo que se ha podido mostrar es la disposición conjunta de muchas fibras nerviosas, como si viéramos la carretera que une Barcelona con Madrid junto a otras que se cruzan con ella, pero nada más. Necesitamos saber más de lo que pasa entre medias, de las neuronas, de los circuitos, de la sinapsis...".
En la misma línea se expresa Ferrús: "Incluso cuando queremos colocar una función en una estructura todavía no sabemos cuáles son las unidades de esa función. Necesitamos un código para codificar, pero no sabemos ni con qué, ni cómo hacerlo. Estamos muy por detrás de los bioquímicos de los años 50 tras el descubrimiento de la estructura del ADN".
Más optimista se muestra Puelles quien señala que, a pesar de que "estos dos estudios no son rompedores, sí son aclaradores y confirmadores de que se estaba pensando en la dirección adecuada. Ahora podemos plantear nuevas ideas y experimentos más productivos. Es como cubrir una etapa". 
Extraído de El Mundo

Los chimpancés también tienen 'policías' para resolver conflictos.


La convivencia suele generar conflictos. Y no sólo entre los seres humanos. Los animales también tienen sus roces y sus estrategias para resolverlos. Como los chimpancés. Un equipo de investigadores de la Universidad de Zurich ha confirmado que en algunas comunidades de estos primates hay individuos que actúan como mediadores cuando se producen tensiones o peleas. Estos 'policías' intervienen hasta que logran restablecer la paz y el orden en su grupo.

Según explican en un artículo publicado en la revista 'PLoS ONE', este tipo de comportamiento en chimpancés había sido documentado sólo de forma accidental. Ahora, los investigadores, liderados por Claudia Rudolf von Rohr, observaron y compararon a cuatro grupos de chimpancés en cautividad en diferentes zoológicos. Pese a ello, aclaran que no se trata de un comportamiento generalizado en estos primates.

Los primatólogos explican que estos animales intervienen de manera imparcial, ya que su objetivo es garantizar la estabilidad del grupo. Por ello, cuantos más individuos estén involucrados en la pelea, más posibilidades hay de que otro intervenga, pues representan una mayor amenaza para el bienestar de la comunidad. Los autores señalan que hacer de 'policía' es arriesgado, ya que deben acercarse a dos o más chimpancés enzarzados en una disputa, con el consiguiente peligro de que ellos mismos sean agredidos. Pero el beneficio que obtienen, añaden, es superior al riesgo que asumen.
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Árbitros.

Estos mediadores actúan de forma pacífica, sin agredir a los miembros involucrados en la pelea, por lo que los científicos prefieren llamarlos 'árbitros'. Esta intervención 'policial', aclaran, se diferencia de otros comportamientos que se dan en las comunidades de chimpancés para resolver un conflicto, como la dominación, el castigo o la reconciliación.

Carel van Schaik, investigadora del Instituto y Museo Antropológico de la Universidad de Zurich y una de las firmantes de este trabajo, señala a ELMUNDO.es que es "extremadamente raro" que todos los miembros del grupo estén involucrados en un conflicto. El único caso que conoce es cuando un macho ha matado a una cría.
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Las causas del conflicto.

En el Zoo Walter, en Gossau (Suiza), los primatólogos tuvieron la oportunidad de estudiar una comunidad de chimpancés a la que se acababan de incorporar algunas hembras, una circunstancia que había alterado el grupo. La llegada de sus nuevas compañeras había obligado a redefinir el papel de los machos y el lugar que ocupan en el ránking de la comunidad, poniendo en peligro su estabilidad. En este caso concreto, surgió un conflicto entre dos machos. Los otros chimpancés estudiados vivían en los zoológicos de Chester (Reino Unido), Arnhem (Holanda) y Basel (Suiza). Todos ellos pertenecen a la especie 'Pan troglodytes'.

Sin embargo, los chimpancés no sólo se pelean por cuestiones relacionadas con su reproducción, como la rivalidad por conseguir pareja. Los conflictos también se desencadenan por el acceso a recursos.
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Los mejores 'policías'.

Pero ni todos los miembros del grupo sirven para ejercer de 'policía' ni todos se atreven a hacerlo. No sorprende que normalmente sean los machos o las hembras más respetadas en el grupo los que suelen mediar en los conflictos. "Los machos intervienen de forma más frecuente que las hembras, pero no de forma exclusiva. Y éste es un aspecto muy importante para interpretar su comportamiento. Además, los individuos más ancianos son los más propensos a mediar en un conflicto. Es decir, no sólo actúan como policías los machos", señala van Schaik.

Y es que, al igual que ocurre en las sociedades humanas, también hay autoridades entre estos primates. Los autores señalan que la preocupación por la estabilidad de la comunidad está muy desarrollada en las personas y, según sugieren los resultados de este estudio, también en los chimpancés, nuestros parientes más próximos. A pesar de ello, aclaran que no es frecuente observar este tipo de comportamiento, por lo que son necesarios más estudios antes de generalizarlo.

No sólo el chimpancé actúa como 'policía' para resolver conflictos en su grupo. Este comportamiento ha sido observado también en otros animales, como el bonobo, el gorila de montaña, el orangután de Borneo en cautividad y en varias especies de macaco y mono.
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Extraído de El Mundo

El descenso de las lluvias en Yucatán provocó el ocaso de la civilización maya.

Un estudio recién publicado asegura que la desintegración de la civilización maya, ocurrida entre los siglos IX y X de nuestra era, pudo estar relacionada con la disminución de las lluvias. Reducciones relativamente modestas en las precipitaciones se relacionan con la caída de esta cultura mesoamericana, según un estudio dirigido por los profesores Martín Medina-Elizalde, del Centro para la Investigación Científica de Yucatán en México y Eelco Rohling de la Universidad de Southampton en el Reino Unido y que se publica en el último número de la prestigiosa revista 'Science'.
Según ha declarado el profesor Rohling en un comunicado, los resultados de su investigación muestran que hubo pequeñas disminuciones en las lluvias entre el momento álgido de la civilización maya y el de su ocaso,entre los años 800 y 950 d. C. "La pérdida de lluvias es de un 25% a un 40% en el volumen anual, pero eso fue lo suficiente como para que el efecto de la evaporación se impusiera sobre el de la lluvia, de modo que el agua disponible se redujo rápidamente".
Hay que tener en cuenta que la región del Yucatán y su entorno, donde floreció la cultura maya, tiene unas características geográficas y climáticas que la hacen especialmente vulnerable a la sequía. Pese a que popularmente se crea que es una zona selvática y húmeda, en realidadpertenece al trópico seco, donde las precipitaciones no son especialmente abundantes y además son estacionales, con periodos del año de falta de lluvia. Además, el suelo predominante en la zona es calizo. Este es muy poroso, de manera que la mayor parte del agua se filtra al subsuelo y no hay grandes depósitos ni ríos disponibles en superficie.
Los mayas desarrollaron una rica cultura agrícola, pero esta dependía mucho de una meteorología cicatera con las lluvias. Durante el periodo estudiado, las precipitaciones anuales descendieron de forma notable, especialmente porque decrecieron las tormentas veraniegas.
Science / AAAS
Science / AAAS
Las tormentas tropicales descendieron, sobre todo en verano
El estudio se llevó a cabo analizando las evidencias de los cambios climáticos del pasado que pueden estudiarse en las estalagmitas y en los sedimentos de los lagos subterráneos de la región. Allí puede verse cómo bajan un 40% las lluvias veraniegas, por la disminución de las tormentas tropicales.
El profesor Medina-Elizalde, quien dirigió el estudio mientras trabajaba en el Centro Nacional de Oceanografía de Southampton trabajando con el profesor Eelco Rohling, asegura: "Durante más de un siglo, los investigadores han relacionado la desaparición de la civilización maya clásica con el cambio climático, y sobre todo con la sequía. No existen estimaciones fiables sobre la gravedad de estas sequías, pero algunos han sugerido escenarios extremos. Los nuevos datos hacen posible que finalmente pueda haber estimaciones detalladas Para ello, hemos desarrollado un modelo que explica coherentemente los cambios ocurridos allí y la relación entre la evaporación y la precipitación".
La tesis de que el medio ambiente afectó al desarrollo de la civilización maya ha sido defendida por numerosos autores y populariza por autores como Jared Diamond, un historiador estadounidense que convirtío en best-seller mundial su libro 'Colapso', donde indaga en los factores ambientales que llevaron al éxito o al fracaso de distintas civilizaciones.
En el caso de los mayas, como explica la investigación recién publicada en 'Science', no fue necesario un gran cambio ambiental, sino que un cambio moderado en las lluvias ocasionó transtornos serios a la cultura centroamericana.
El profesor Rholing explica por qué un descenso no muy exagerado en las precipitaciones pudo causar una desintegración de una civilización bien establecida: "El verano era la época crítica para el cultivo y para la recarga de los sistemas de almacenamiento de agua que tenían los mayas, que carecían de ríos en las zonas bajas de la región. Lasrupturas sociales y el abandono de las ciudades pueden se consecuencia de las restricciones del suministro de agua y más si se tiene en cuenta que todo indica que hubo una rápida repetición de sequías multianuales".
El científico también añade en una nota remitida por la Universidad de Southhampton (Reino Unido) que los cambios en las precipitacionesobservados durante el ocaso maya son parecidos a los que el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático de la ONU (IPCC) predice este siglo para la región.
"Hay diferencias también, pero el calentamiento es claro. Lo que puede parecer una reducción pequeña en el agua disponible puede conducir a problemas importantes y duraderos. Este problema no es único del Yucatán, sino que atañe a todas las regiones en localizaciones similares donde la evaporación es alta. A diferencia del tiempo de los mayas, nosotro tenemos ahora la ventaja de que estamos avisados, y debemos actuar por tanto consecuentemente", asegura Medina-Elizalde.
Extraído de El Mundo

Desentierran un bosque prehistórico enterrado por cenizas como Pompeya.

Un bosque de hace 300 millones de años conservado bajo ceniza volcánica al estilo de la ciudad romana de Pompeya ha sido desenterrado en una mina al norte de China. El yacimiento fósil, de una extensión inusualmente grande, ha permitido reconstruir la composición botánica y la estructura de un primitivo bosque del Pérmico, una época geológica anterior incluso a la época de los dinosaurios.
Se trataba de un terreno pantanoso, similar a una turbera actual, en la que prosperaban plantas primitivas como helechos arborescentes y otras formas vegetales de grandes dimensiones pero poco parecidas a los árboles actuales, ya que, por ejemplo, las coníferas actuales y las plantas con flor no existían todavía.
El estudio del bosque fósil ha sido publicado en la revista científica PNASy ha sido llevado a cabo por investigadores chinos y estadounidenes, que descubrieron el bosque en una mina de carbón de Mongolia interior. La extracción del mineral, realizada en la mina con maquinaria pesada, permitió acceder a grandes extensiones de la capa inferior del terreno, realizando así una cata muy superior a la que los paleontólogos pueden llevar a cabo normalmente, pues estudiaron unos 1.000 metros cuadrados de bosque fósil.
Lo hicieron accediendo a tres grandes parches cercanos entre sí del estrato donde se encontraba el bosque, que estaba enterrado en ceniza y separado de los estratos superiores de carbón por una capa de piedra de toba volcánica. Sobre la ubicación del bosque bajo una mina de carbón, hay que tener en cuenta que los depósitos de ese mineral no son más que la materia orgánica de los bosques y pantanos del pasado que crecieron durante millones de años y fueron acumulándose, comprimiéndose y convirtiéndose en roca.
Los investigadores han datado el bosque fósil en una edad de 298 millones de años, al comienzo del Pérmico, cuando los continentes derivaban en distribuciones muy distintas a las de hoy. Las actuales Europa y América estaban unidas y China era un continente aparte. El clima era similar al del momento actual.
El trabajo lo firman tres investigadores chinos, Jun Wang, de la Academia China de Ciencias, Yi Zhang de la Universidad de Shenyang y Zhuo Feng, de la Universidad de Yunnan; y Hermann Pfefferkorn de la Universidad de Pennsylvania. Según este último, el yacimiento es extraordinario: "Está maravillosamente conservado", afirma, "podemos plantarnos allí y encontrar una rama con todas las hojas, y después encontrar la siguiente rama, y la otra, y la otra, hasta llegar finalmente al tocón principal del árbol". Pfefferkorn y sus colegas asiáticos han encontrado también hojas, ramas, troncos y conos fructíferos conservados íntegramente.
Además, los investigadores pudieron usar la ubicación actual de cada una de las plantas para entender cómo se distribuían en el bosque originario. Identificaron cada especimen y lo localizaron en un mapa,reconstruyendo así la estructura y ecología de la formación vegetal de la antigüedad. Los autores creen que esas excepcional condiciones de consercvción se deben a que la erupción volcánica cubriócon grandes cantidades de ceniza todo el bosque en apenas unos días. Eso hizo que todos los árboles cayeran rápidamente en la ubicación donde crecían y quedaran protegidos de toda perturbación posterior. En consecuencia, lo que quedó es como una fotografía exacta de aquel pantano del Pérmico.

Un gran estado de conservación.

Los investigadores han identificado seis grupos de plantas, con helechos arborescentes formando el estrato más bajo y un dosel más alto compuesto por especies del grupo Cordaites - una conífera primigenia- y del grupo Sigillaria, un tipo de plantas relacionadas con los actuales musgos, productora de esporas y que alcanzaba tamaño arbóreo. Las copas más altas podían estar a 25 metros de altura, aseguran los investigadores.
Los paleontólogos también han desenterrado ejemplares casi completos de tres especies del grupo Noeggerathiales, un tipo de árbolesproductores de esporas que no han dejado descendientes en la actualidad.
El fragmento de bosque desenterrado alcanza los 1.000 metros cuadrados lo que ha permitido ver que las especies no se distribuían de forma homogénea, sino que en ciertos lugares predominaban los Noeggerathiales y en otros lugares no.
"Es como una cápsula del tiempo", asegura Pfefferkorn, quien considera que el bosque permitirá conocer más sobre la dinámica de los ecosistemas antiguos y sobre los cambios en la vegetación de nuestros días.
Extraído de El Mundo