Los vecinos del pueblo toledano de La
Guardia salen en procesión, hacia una pequeña ermita excavada en piedra caliza a
unos tres kilómetros, para honrar y recordar a la figura del Santo Niño. ¿De
dónde procede esa tradición?
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El secuestro, martirio y crucifixión del Santo Niño de la Guardia |
Cada
25 de septiembre, los vecinos del pueblo toledano de La Guardia salen en
procesión, hacia una pequeña ermita excavada en piedra caliza, situada apenas
tres kilómetros, para honrar y recordar a la
figura del Santo Niño, también conocido por San Cristobalito. Esta pequeña talla
rememora la figura del niño de siete años supuestamente raptado, torturado y
crucificado el Viernes Santo de 1491, a manos de un grupo de judíos y judeoconversos,
de Toledo, Tembleque y Quintanar de la Orden, como venganza a una serie de
ajusticiamientos de judíos llevada a cabo por el Tribunal de la Inquisición en
Toledo.