La Inteligencia Artificial: ¿una nueva especie digital?

El contexto histórico y la evolución de la tecnología Imagen meramente ilustrativa. La evolución tecnológica ha sido una constante en la his...

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El universo surrealista de Remedios Varo

Un repaso por la vida y obra de la excepcional artista: venerada en México, invisibilizada en España

Papilla estelar (detalle) de Remedios Varo

Cuando hablamos de surrealismo en España, cualquier persona identificará rápidamente a Salvador Dalí. Sin desdeñar la importancia de la obra del de Figueras, este artículo tiene por objetivo dar a conocer la obra de la que posiblemente, y desde luego a juicio de la autora, es la pintora surrealista más elegante, compleja y tristemente ignorada, que dio la España del siglo XX. De reconocido prestigio en México y Estados Unidos especialmente, es una de las grandes ignoradas en su tierra.

Norman Bethune en el Madrid del ‘no pasarán’

El médico canadiense que desarrolló las transfusiones de sangre modernas en el frente de Madrid

Imagen de heridos en la guerra

Henry Norman Bethune. Para la inmensa mayoría, un desconocido. Por justicia histórica, uno de los idealistas que acudieron a luchar junto al gobierno legítimo español contra el alzamiento golpista y el auge del fascismo en Europa. Sin la inestimable ayuda de este médico en el frente, entre hospitales madrileños y la sierra de Guadarrama, muchos más habrían caído en la contienda, pues no en vano, fue en Madrid donde este canadiense puso en práctica las primeras transfusiones de sangre tal como las conocemos hoy en día.

Madrid dona sangre; Madrid salva vidas

Pocas veces nos paramos a pensar en cómo la medicina ha llegado a donde está hoy pero, como todas las ciencias, tuvo sus inicios más o menos vistosos. Y es que las primeras transfusiones de sangre que se realizaron, se hacían "conectando" directamente a una persona con otra. Podéis imaginar la enorme dificultad de esta técnica, no sólo por la compatibilidad del donante, estado del receptor... sino por algo tan mundano como el despliegue logístico que ello requería.

Fotografía de Norman Bethune fechada en Madrid, 1937

El punto de inflexión lo marcó Bethune en el frente de Madrid durante la Guerra Civil española, al que había venido a ayudar al ejército republicano contra el golpe de Estado, junto con un grupo de comunistas de Canadá y otros izquierdistas. Al ver que una de las causas más frecuentes de mortalidad en el frente eran precisamente las consecuencias de la pérdida masiva de sangre, y la evidente imposibilidad de realizar en estas condiciones transfusiones como las que hasta el momento se conocían, ideó un nuevo método.

Consiguió crear un sistema con el que poder extraer la sangre de los donantes (a los que reclutó por miles entre la población de Madrid) y lo que es más importante: conservarla. Así, pudo tener reservas de los diferentes grupos sanguíneos con las que abastecer las unidades móviles que comenzó a poner en circulación en el frente con aquéllos elementos necesarios para atender a los heridos y, en caso de pérdida masiva de sangre, transfundirles. Durante el tiempo que pudo estar en el frente, se calcula que sus unidades móviles realizaban unas 100 transfusiones diarias, de unos 4000 donantes. Las estimaciones realizadas dicen que hasta 1939, estas unidades creadas por él transfundieron unas 5000 unidades de sangre.

La desolación y la catástrofe humanitaria

El paso de Norman Bethune por España durante la Guerra Civil le marcaría de por vida. Precisamente uno de los testimonios más desgarradores que tenemos sobre el impacto que la contienda tuvo en la población civil lo conservamos gracias a él. Se desplazó desde Valencia a Andalucía para socorrer a los miles de civiles que fueron desplazados desde Málaga a Almería y nos dejó testimonio de su puño y letra en El crimen de la carretera Málaga-Almería.

En 1937 regresó a Canadá, con el objetivo de reclutar voluntarios y recaudar fondos para la lucha contra el fascismo en España. Posteriormente sus ideales le llevaron a China, donde tuvo también una apasionante historia...

Idealistas luchando contra el fascismo

La Guerra Civil en España, y el preocupante auge de los fascismos en Europa, hizo que no fueran pocos los que decidieran desplazarse hasta aquí para luchar contra el fascismo. Gracias a ellos conservamos testimonios muy valiosos sobre el desarrollo de la contienda y sobre el baile de lealtades y diplomacia internacional que, ora en unos momentos, ora en otros, nos fue dejando bien solos, bien mal acompañados. Norman Bethune fue uno de ellos, y nos dejó no sólo su apoyo, sino su ingenio y pericia científica para conseguir un avance médico hasta entonces no alcanzado. Gracias a él, se pudieron salvar vidas en el frente, aunque el devenir que les deparó luego, es otra triste historia...

Nota final

La Historia nos sirve para saber cómo hemos llegado hasta donde estamos. Nos sirve para aprender. Pero además puede ser una lección de vida. Si pasas por delante de un hospital y tu estado de salud te lo permite, dona sangre. Y mientras haces este gesto altruista, recuerda con una sonrisa cómo es posible que hoy estés en esa camilla y cómo se ha llegado hasta ahí.

Bibliografía

-  Encyclopedia of World Biography «Henry Norman Bethune»

- "Dr. Norman Bethune - a leading figure in transfusion medicine" en CBR Norman Bethune Blood Transfusion Symposium, Centre for Blood Research, Canadá, febrero de 2012. (http://cbr.ubc.ca/dr-norman-bethune-a-leading-figure-in-transfusion-medicine-announcing-a-special-symposium-in-march-2012/)

- Preston, Paul, Idealistas bajo las balas. Corresponsales extranjeros en la guerra de España, Barcelona, Debate, 2007.

Para una apasionante y extraordinariamente bien documentada versión novelada del devenir del frente madrileño y el paso de Bethune por Madrid, leed por favor la novela de Almudena Grandes, Los Pacientes del Doctor García, Tusquets, 2017.

Vía| Ver bibliografía
Imágenes| Fotografía de Norman Bethune fechada en Madrid, 1937 (Pinterest); Imagen de heridos en la guerra, obtenida de "El Mundo".

El misterio del camarote 39

Horas antes de perder la vida, parece que el español había sido visto alocado por el barco dando vivas a la República

Vapor Orinoco saliendo de Southampton en febrero de 1854
De La Habana a Galicia para negociar con aceites y de allí vuelta a La Habana con los pies por delante. Esta es la historia resumida de José Cancela Bugallo, un empresario coruñés —y republicano— que apareció colgado de su pijama en el Orinoco, el barco alemán que cubría el trayecto desde Portugal hasta Cuba.

La Falange hacía poco caso a Franco

'Una fiesta cualquiera, un desfile o una entrega de banderas o algo por el estilo, les hace abandonar el frente y marcharse a la retaguardia'

Argos decía en La Voz que los falangistas desoían la disciplina militar de Franco
Como niños jugando a las tabas andaban los franquistas por España en 1936. Así, un artículo que se había publicado en La Dépêche de Toulouse relataba cómo era el comportamiento del franquismo, tanto dentro como fuera de las fronteras españolas. El Caudillo, se escribía entonces, era de sobra consciente de que, sin apoyo exterior, ganar España era igual de difícil que entablillar la pata de un unicornio. Necesitaba, por tanto, legitimar sus actos en Europa y donde hiciese falta.

Quismondo, un pueblo entero que huyó de la Guerra Civil

Quismondo revivió en la madrileña Plaza de Santa Bárbara. Allí, tres pisos de un mismo edificio recogieron a centenares de quismondanos que reproducían en Madrid lo que fue su pueblo en Toledo

El nuevo Quismondo nacido en los tres pisos de Madrid funcionaba como un auténtico pueblo
Dicen que la guerra purga la masificación terrestre, pero no aclaran por qué quien no tiene nada que ver en el asunto se ve obligado a perder la vida. Cuestiones de mesura cerebral.

Un cura republicano y los confesionarios por las calles de Madrid

¿Persiguieron los republicanos a los sacerdotes por la mera cuestión de serlo o por su condición de adeptos al franquismo? 
 
Un cura republicano y los confesionarios por las calles de Madrid
La Iglesia católica también sufre la furia de la guerra. Lógico, andan por ahí. Perdonándose de antemano el simplismo de la afirmación, y siempre teniendo en cuenta que el peso de la balanza está lleno de excepciones, Hugh Thomas resumió la degollina de la Guerra Civil en una frase muy elocuente: «En una zona se fusilaba a maestros de escuela y se quemaban casas del pueblo, y en la otra se fusilaba a sacerdotes y se quemaban iglesias».

En el ejército franquista también hubo etíopes

Junto a los etíopes viajaban diecisiete peregrinos 'para tratar de disimular el verdadero destino de los abisinios', que fue el que Franco y Mussolini quisieron para ellos

Existía un acuerdo internacional de no intervención en la lucha entre republicanos y franquistas
Jupiterianas, como las de cualquier imperialista, fueron las ideas colonizadoras de Mussolini. Se quería meter todo el Cuerno de África en la cartera, nada menos. Pero existían dos problemas que se llamaban Reino Unido y Francia. En realidad, las trabas eran tres, porque a estas dos había que añadir la opinión internacional, en concreto, la de la Sociedad de Naciones.

Los evadidos de la Guerra Civil, una guitarra y quince hijos

Mujeres, niños y ancianos que no podían colaborar con el Madrid que los veía llegar con el campo cicatrizando en sus manos

Grupo de niños con una mujer sentados en la puerta de una casa haciendo pleita, Pedro Román
Nada de desertores, traidores o prófugos, los evadidos del 36 fueron imparciales de fusil que quisieron dejar de temblar hacia la guerra entera, la de una España y la de la otra. Al cabo, la huida del hogar de toda una vida, el humilde, se presentaba entonces como un agua de remedio.

El hombre que salvó el patrimonio artístico durante la Guerra Civil

La Junta de Montilla sirvió también para recuperar algunas obras extraviadas por arte de magia, como las del duque de Alba o los libros de Galdeano

Trabajadoras catalogando objetos en la Junta de Incautación y Protección del Patrimonio Artístico
La Junta de Incautación y Protección del Patrimonio Artístico Nacional se creó como paraguas del arte, una forma amatoria de talento que obligó a sus bienhechores a buscar métodos de protección frente al peligro de la guerra, que no acostumbra a distinguir la genialidad dentro del propio conflicto. Aunque se hace garante de un diligente y meticuloso arte militar a la hora de organizar huestes, la guerra no pone cuidado en aquello que le concede, muchas veces, legitimidad histórica. Poco le importa a la metralla la eterna luz del impresionista o la espectacular delicadeza de, por ejemplo, la virgen de Giovanni Strazza.

Decían que Franco vendía España por 15.000 nazis y alguna cosa más

El Cabanellas de Franco afirmó en Salamanca que 'para realizar nuestra España nos uniremos con el diablo, si es preciso'. Y así fue

Hitler se ofreció a enviar a Franco 15.000 SS «para construir un Cuerpo de Policía digno de confianza»
En 1937 se ponía mucho énfasis al pensamiento. Europa cocía a fuego lento sin saber cuál sería el nefasto desenlace de su futuro inmediato. Entonces, y aunque con censura previa, las convicciones morales de quienes escribían la guerra daban la información con nostalgia y positivismo poético, de modo que, dependiendo de la gravedad del momento, un domingo cualquiera de noviembre podía pasar sin problemas a un atardecer onírico de agosto. Era la determinación de defender lo de uno en vez de atacar lo del otro.

La sífilis era una ‘enfermedad fascista’ en la Cartagena de 1937

Al menos, eso se decía desde la Armada republicana. También que la voluntad sexual del soldado no serviría de nada mientras los prostíbulos siguiesen con las puertas de par en par

Fotografía de Luis Escolar López, el manchego que retrató como nadie lo cotidiano
Peor que una herida febril y acarminada. Una de las principales preocupaciones de la armada de la Cartagena de 1937 era la que denominaban como la venérea o el venéreo. La sífilis de toda la vida, vamos, una enfermedad en remojo y de transmisión sexual que dejó patizambo a un porcentaje elevadísimo de los combatientes de la Guerra Civil española. Invalidaba en el catre y anulaba a los soldados durante largos periodos de tiempo, viéndose obligados a guardar reposo hasta que el mal de bubas pasaba página.

El mayor suicidio colectivo de la Guerra Civil ocurrió en Vigo

Entre los dolores que escapaban del bou Eva exudó el ruido que hacen las balas. Lo hizo diez veces. Y con el silencio llegó la sorpresa para los franquistas

Muerte de un miliciano durante la Guerra Civil, de Robert Capa
En el Vigo de principios del siglo XX sonaba la sirena para anunciar que había llegado la hora de salir a faenar, y el mar se punteaba de bous, los barcos gallegos que en su navegar casi rozaban las costas de Irlanda. Al agua, impresionada, no le quedaba otra que mostrar sus cartas a los pescadores, que hilvanaban furia con sus redes y también con su vida.

¿Qué dibujaban los niños de la Guerra Civil?

Garabatos tricolor y medio pardos, marinos y terrestres, nacionales y extranjeros, pero todos de color rojo sangre

Por causa de la guerra. Manuel García García, 1937
Con una aberración enfermiza hacia la libertad plural, el franquismo español se caracterizó por la brutal represión que siguió al conflicto. Nunca antes se había perseguido al vencido de una manera tan sañosa y con un fin tan claro, evitar el perdón a toda costa. No había posibilidad de zanjar el asunto siguiendo las leyes liberales, sino que se trataba de una purga militar de la oposición a modo de castigo ejemplar. Todo aludiendo a una supuesta marea de violencia republicana que habría desencadenado y legitimado la sublevación nacional de 1936.

La Guerra Civil que no mató a los republicanos de Tudela de Duero

Porque allí no hubo guerra. Fue la represión de los golpistas lo que decidió que su corporación municipal debía ir al paredón

Paisanos de Valladolid se apuntan a las Milicias Cívicas
La democracia que murió de forma generalizada tras el estallido de la Guerra Civil española, también lo hizo a nivel particular en muchas zonas de nuestro país. Democracia que un plumazo nacional borró de la realidad de la época.

La científica que persiguió Franco

María Teresa Toral, uno de los mayores cerebros que ha dado la Historia de España, fue mutilado por el régimen franquista

María Teresa y Lan Adomian, su marido
Con una destreza química inigualable y una inteligencia desperdigada por muchos campos artísticos, «librepensadora por su formación intelectual», como escribe Antonina Rodrigo en el libro que dedica a la vida de esta mujer, María Teresa Toral fue encarcelada durante 12 años cuando la España de Franco le acusó, junto a otros muchos colegas, de fabricar armas para la República utilizando las dependencias de su lugar de trabajo, que era el Instituto Nacional de Física y Química.

Unamuno sacó de quicio a Millán Astray y a Franco

Fue el Día de la Raza del 36 cuando Unamuno enervó al franquismo de Salamanca con su «¡Venceréis, pero no convenceréis!»

Unamuno fue encerrado en su casa hasta que murió el 31 de diciembre
Aunque no fue él su inventor original, Alfonso XIII sí se encargó de unir los términos 12 de octubre y raza. Ocurrió en 1918. Entonces los periódicos y las revistas latinas se golpeaban el pecho para defender con el término el orgullo de «un pueblo que se puso en marcha hacia occidente, a través del océano», como se lee, por ejemplo, en Caras y Caretas.

¿Verdad o mentira? Mitos del levantamiento del 18 de julio de 1936

Franco aprovechó la coyuntura para levantarse en armas contra la Segunda República y dar un golpe de estado

Imagen de Francisco Franco
El alzamiento militar se produjo, ciertamente, el día 17 de julio en Melilla y se extendió rápidamente por todo el Marruecos español, al día siguiente la rebelión llegó a la península.

La importancia de los muertos y la memoria histórica

La importancia de los muertos y la memoria histórica en España, dignificación y poder

Antígona intenta enterrar y dignificar a Polinices
La importancia de la muerte y los muertos para el ser humano se remonta miles de años atrás. Así lo atestiguan varios enterramientos de carácter mágico-religioso en distintos lugares del mundo. Podemos hablar de sepulturas propiamente dichas a partir del Musteriense (70.000 - 50.000 a. C.) y es en el Paleolítico cuando parece generalizarse la práctica de la inhumación (Eliade, 2015). La existencia de los propios enterramientos, si bien no necesariamente demuestra la creencia en la vida después de la muerte como muchos afirman, sí que demuestra la creencia de que la muerte de un ser humano ha de ser acompañada de un ritual de dignificación. Ejemplos concretos de enterramientos mágico-religiosos son Teshik Tash (Uzbekistán) y Chapelle-aux-Saints (Corrèze).