Con
esta copla burlona resumían los españoles la historia de la caída del I Duque
de Lerma, acusado de reiteradas mordidas a las arcas públicas y la venta de
cargos
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmYxPDkXx0U2DqiLBkq4sVa1yqrVUrgADXIycr4YtGVTAtjopMx1wISxG8tKMHzsxXc808K3AlR-NYq9Kfyzct1zJ1Rdmr8M5Ir5duA3ZJebLACNVMlIdFhaH4rEkfiUQXhijVZ4nxA58/s400/Lerma+1.jpg) |
El cardenal duque de Lerma |
Francisco
de Sandoval y Rojas se educó en la corte,
junto a los hijos de Felipe II, como compañero de juegos y, mientras tanto,
se ganaba los afectos del príncipe Felipe, que aspiraba al trono tras la muerte
de su hermano Carlos, como recuerda Lhermite -profesor de francés del príncipe-
en sus memorias. Contó incluso la anécdota de que el príncipe, entristecido por
no poder cumplir la promesa de ir a cabalgar que le había dado a su maestro de
francés, fue agasajado por Francisco con una montura para poder llevar a cabo
su promesa, aún cuando la situación de Francisco de Sandoval no era
precisamente holgada. Sospechando de las aspiraciones de Francisco de Sandoval,
el rey Felipe II decide nombrarle virrey
de Valencia, habiendo sopesado antes mandarlo como virrey de Perú, para
poner tierra de por medio entre el príncipe y él, y dejándolo en una suerte de
destierro que le privaba del contacto directo con la corte.