El dominio de los lombardos

Orígenes y migraciones de los lombardos Imagen meramente ilustrativa. Los lombardos, también conocidos como longobardos, tienen sus raíces e...

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El siglo XVIII como el siglo del mar (III): ¿exploraciones con interés científico o militar?

Alexander von Humboldt, la ciencia al completo
 
Alexander von Humboldt y Bonpland en la selva amazónica del río Casiquiare
Óleo de Eduard Ender, hacia 1850
Humboldt es considerado el «padre de la geografía moderna universal» y un polímata: un individuo que destaca en diversas ramas del saber, cuyos conocimientos no se limitan a una área concreta. Naturalista de polivalencia extraordinaria, sus viajes de exploración le llevan desde Europa a América del Sur y del Norte hasta Asia Central. Se especializa en diversas áreas de la ciencia como la etnografía, antropología, física, zoología, ornitología, climatología, oceanografía, astronomía, geografía, geología, mineralogía, botánica, vulcanología y el humanismo. Humboldt es hoy una figura arrinconada en la historia de la ciencia, hecho paradójico, pues se le considera el científico más conocido de su época y resulta difícil visitar alguna parte del mundo donde su apellido no haya bautizado algún lugar o algún fenómeno natural: la corriente de Humboldt junto a la costa de Chile y Perú, sierra Humboldt en México, pico Humboldt en Venezuela, el río Humboldt en Brasil, la bahía Humboldt en Colombia, el glaciar Humboldt en Groenlandia, montañas en China, Sudáfrica, Nueva Zelanda y la Antártida, cataratas en Tasmania y Nueva Zelanda, cientos de plantas y animales y hasta una de las manchas de la Luna, el mar de Humboldt.

El siglo XVIII como el siglo del mar (II): los grandes descubridores

Sobre los grandes descubridores del siglo XVIII 

James Cook toma de posesión de Nueva Gales del Sur (1770), artista desconocido, del siglo XVIII
La Enciclopedia define a los exploradores como «hombres ilustrados, valientes y audaces, que han realizado por mar nuevos descubrimientos; gracias a ellos la mar se convierte en un lugar de contacto entre todos los pueblos de la tierra. (...) llevan a todos los lugares los adelantos y la  abundancia». Sus trabajos -libros de viaje, diarios y cartas- recorren Europa y marcan una diferencia respecto a siglos anteriores: los descubrimientos dejan de rodearse de secretismo y se difunde el conocimiento. Una conscuencia es el respeto hacia ellos por parte de los estados, aún siendo rivales: el rey francés ordena a su flota el libre paso a Cook en su ruta; Bouganville libera a Sir Samuel Herane, ya que este ha realizado numerosos descubrimientos por el Ártico. Afortunadamente la mentalidad europea está más de acuerdo en compartir con el enemigo que no en hundirlo. La ciencia contrasta y verifica hipótesis, teorías y mitos frente a la realidad descubierta, muestra sus errores y amplia lo conocido. La crítica culmina el empuje científico de las expediciones. Esta competencia científica, tal y como señala el príncipe de Nassau-Siegen resulta: «importante para acercar los conocimientos al público, publicando los libros sobre las expediciones a partir de los diarios».

El siglo XVIII como el siglo del mar (I): exploraciones y estudios para definir el mundo

Los europeos fuera de Europa

Recreación artística de naves mercantes
En el siglo XVIII las luchas entre los estados europeos se intensifican en un nuevo ámbito. Las tablas a las que se llega en el terreno militar se intentan romper en las colonias y en el mar; la navegación, la construcción, la ingeniería y toda actividad naval en general experimentan un auge que responde al nuevo papel del medio. El Tratado de Utrech -1713- muestra esta tendencia: a la política expansionista se suma el interés por el mar. Poseer una fuerte flota se convierte en la ambición de los estados, para así lograr o mantener su hegemonía.