Los antiguos habitantes de Atenas maldecían a sus enemigos clavando un clavo de hierro en una jarra que contenía un pollo desmembrado. Se creía que la debilidad e impotencia del ave se transmitiría a los destinatarios del hechizo
El clavo de hierro y los huesos de pollo que contenía la jarra encontrada en 2006. Vía: Athenian Agora excavations |
La jarra de barro, que tenía un clavo clavado en el fondo, fue descubierta por arqueólogos bajo el suelo de uno de los edificios del Ágora, la plaza de la ciudad de la antigua Atenas. El recipiente, cuya antigüedad se estima en 2.300 años, contenía los huesos de un pollo joven desmembrado, informa Live Science.
"Todas las superficies exteriores [de la jarra] estaban originalmente cubiertas con texto; originalmente tenía inscritos más de 55 nombres, de los cuales decenas ahora sobreviven solo como letras dispersas, flotantes o trazos de lápiz tenue", escribió Lamont, señalando que la escritura griega contiene palabras que pueden significar "nosotros atamos".
Proceso de excavación. Vía: Athenian Agora excavations |
El clavo y los fragmentos de pollo probablemente desempeñaron un papel importante en la maldición. Los clavos comúnmente se descubren junto con maldiciones antiguas y "tenían una fuerza inhibidora, que inmovilizaba o restringía simbólicamente las facultades de las víctimas [de la maldición]", explicó.
Según la caligrafía, los nombres de las personas 'malditas' fueron inscritos por al menos dos personas que se consideraban expertas en hechizos. El pollo sacrificado era un animal de no más de siete meses, por lo que es posible que los hechiceros quisieran transferir a las personas cuyos nombres están inscritos en la jarra "la impotencia y la incapacidad del pollo para protegerse", apuntó Lamont.
Por su parte, la presencia en la jarra de la cabeza y la parte inferior de las patas del pollo sugiere que "al girar y perforar la cabeza y las patas inferiores del pollo los autores de la maldición intentaron incapacitar el uso de esas mismas partes del cuerpo en sus víctimas", escribió Lamont.
Aunque los motivos de la maldición siguen siendo desconocidos la historiadora sugirió dos posibles razones.
Detalle de la jarra. Vía: Athenian Agora excavations |
Una de ellas podría haber sido una disputa laboral, puesto que la jarra fue encontrada bajo un edificio utilizado por antiguos artesanos. Probablemente el hechizo se realizó durante un "período previo a un juicio por un conflicto laboral", como hace pensar el hecho de que se mencione a tantas personas.
La segunda posible razón asume un reparto de poder entre los hombres fuertes de la época, pocos años después de la muerte de Alejandro Magno, ya que los registros históricos muestran que varias facciones lucharon por el control de Atenas en ese momento.
Fue "un período plagado de guerras, asedios y alianzas políticas cambiantes", escribió Lamont.
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Autoría| Redacción
Vía| RT Actualidad, Hesperia, Live Science
Imágenes| Athenian Agora excavations
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