Tras analizar decenas de sitios de cazadores-recolectores del Báltico, los arqueólogos distinguieron tres áreas gastronómicas que no fueron determinadas por limitaciones ambientales
Imagen ilustrativa. Un festín de la Edad de Bronce, grabado por Emile Bayard (1897) |
Los diversos grupos de cazadores-recolectores que habitaban en la región báltica hace 8000 años mantenían diferentes costumbres alimentarias, aunque vivían en el mismo ecosistema y tenían acceso a los mismos productos, afirma un equipo internacional de investigadores en un estudio publicado este miércoles en la revista Royal Society Open Science.
Tras estudiar los restos de 528 recipientes de uso culinario, que proceden de 61 sitios datados de entre finales del milenio VI y principios del milenio IV a.C., los arqueólogos descubrieron que se puede distinguir tres áreas sobre la base de los alimentos preferidos por sus habitantes. Así, en el este (actuales Estonia, Letonia y el sur de Finlandia) predominaban los productos pesqueros, mientras que en el sureste (partes de Lituania, Bielorrusia y Polonia) se detecta en los restos de comida la prevalencia de la grasa de animales no ruminantes. Finalmente, al oeste, en lo que actualmente es el norte de Alemania, la gastronomía era más variada e incluía animales rumiantes (y probablemente hasta productos lácteos).
"A pesar de una biota común que proporcionaba muchos recursos marinos y terrestres para su sustento, las comunidades de cazadores-recolectores de la cuenca del Mar Báltico no utilizaban la cerámica con el mismo fin. Nuestro estudio sugiere que las prácticas culinarias no se vieron influidas por las limitaciones ambientales, sino que probablemente estaban arraigadas en algunas tradiciones culinarias y hábitos culturales de larga data", cita un comunicado de la Universidad de York (Reino Unido) a uno de los autores del estudio, la doctora Blandine Courel.
Por su parte, otro miembro del equipo, el doctor Harry Robson, opina que las grasas lácteas son "un ejemplo inesperado de una 'fusión cultural' culinaria" entre los cazadores-recolectores y los primeros agricultores.
"El descubrimiento tiene implicaciones para nuestra comprensión de la transición del estilo de vida, desde los cazadores-recolectores hasta la agricultura primitiva, y demuestra que este producto fue intercambiado o tal vez incluso saqueado de los agricultores cercanos", comenta Robson.
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Autoría| Redacción
Vía| Royal Society Open Science
Imagen| Wikimedia Commons
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