Dos bebés con los cráneos modificados de otros niños colocados alrededor de sus cabezas fueron hallados en un sitio ritual en la costa central del país
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Aunque la cabeza humana siempre fue un símbolo importante para muchas culturas sudamericanas de la antigüedad, nunca se había visto nada parecido a la insólita práctica mortuoria constatada por un grupo de arqueólogos en Ecuador.
Durante las excavaciones realizadas entre 2014 y 2016 en Salango, un sitio ritual en la costa central de Ecuador, los expertos encontraron dos bebés enterrados con 'cascos' hechos con los cráneos de otros niños, según explican en un nuevo artículo publicado en Latin American Antiquity.
Los investigadores hallaron dos montículos funerarios que datan aproximadamente del año 100 a.C. y fueron creados por una cultura llamada Guangala. De allí recuperaron a 11 individuos enterrados con pequeños artefactos, conchas y figuras de antepasados de piedra. Sin embargo, el hallazgo más intrigante fueron dos bebés con los cráneos modificados de otras personas depositados alrededor de sus cabezas.
Uno de los menores tenía alrededor de 18 meses cuando murió. El cráneo adicional, proveniente de otro niño de entre 4 y 12 años en el momento de su muerte, estaba "colocado en forma de casco alrededor de la cabeza del primero". El segundo bebé tenía entre 6 y 9 meses al morir, con un casco de calavera hecho de un niño de entre 2 y 12 años.
En ambos casos, había muy poco espacio entre los esqueletos primarios y sus cascos de cráneo, lo que indica que los segundos se incluyeron en el momento del entierro inicial.
¿Protección de almas "presociales y salvajes"?
El equipo, compuesto por Sara Juengst y Abigail Bythell, de la Universidad de Carolina del Norte en Charlotte (EE.UU.), y por Richard Lunniss y Juan José Ortiz Aguilu, de la Universidad Técnica de Manabí (Ecuador), aún no sabe a quién pertenecían los cráneos adicionales, ni tampoco entienden completamente "el extendido programa funerario" en Salango, incluido el hecho de que otros bebés fueran enterrados sin cráneo adicional.
Sin embargo, los investigadores sugieren que el 'casco' podría representar el intento de garantizar la protección de estas almas "presociales y salvajes". Las figurillas de antepasados de piedra alrededor de las cabezas de los bebés apoyan esta hipótesis, lo que apunta un esfuerzo por "proteger y potenciar aún más las cabezas".
Los científicos esperan que los análisis de ADN e isótopos adicionales ayuden a comprender quiénes eran los niños y si estaban relacionados con las personas cuyas cabezas fueron utilizadas en el rito mortuorio.
Autoría| Redacción
Vía| RT Actualidad
Imagen| Christopher Kiarie/Stony Brook University / Reuters
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