Curtis viajó por todo
Estados Unidos y Canadá, creando un archivo muy completo sobre las tradiciones
indígenas de la zona que estaban próximas a la desaparición
Algunas
de las imágenes de Curtis estaban modificadas o preparadas para que no se
vieran elementos o ropajes modernos.
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Edward Sheriff Curtis nació en Wisconsin en 1868, hijo del
reverendo Johnson Curtis y su mujer Ellen. Debido a la pobreza de su familia y
al trabajo itinerante de su padre pronto se mudaron a Minnesota. A los doce
años el joven Edward se construyó su primera cámara de fotos y empezaría la
afición que culminaría con la mayor obra de su vida.
Su
afición a la fotografía le llevó a conseguir un préstamo para abrir su propio
estudio, que llegó a ser el más importante de Seattle y al conseguir estabilizarse económicamente se casó con
Clara Phillips, con quien tuvo cuatro hijos. Su sueño era fotografiar paisajes
así que partió a la aventura y ya en 1895 empezó a retratar nativos americanos
y buscadores de oro del Yukon.
La
casualidad hizo que en uno de sus viajes rescatase a un grupo de escaladores en
el Monte Rainier; entre los rescatados había publicistas, etnógrafos, naturalistas
y personajes como el conocido antropólogo George
Bird Grinnell o C. H. Merriam, cofundador de la National Geographic Society. Fue invitado
a la expedición Harriman Alaskan,
que partió en 1899 y recorrió desde Seattle hasta el círculo polar ártico.
Trabajó
durante casi 30 años en “The North
American Indians”, que requería mucho dinero e inversores (llegando incluso
a estimarse que la inversión fue de un millón de dólares en su momento). El
proyecto incluía más de 20 tomos, 80 tribus estudiadas de Estados Unidos y
Canadá y miles de fotografías. Fue alternando este trabajo a la vez que
colaboraba en películas de Hollywood como “Los Diez Mandamientos” o las
películas de “Tarzan”, de Cecil B.
DeMille.
Los
premios a su trabajo se iban sucediendo, lo que le llevó a conocer incluso a Theodore
Roosevelt, quien le contrató para retratar a su hijo. Aunque Roosevelt apoyó muchísimo el proyecto
de Curtis, no era precisamente por que apoyara la pervivencia de la vida
indígena, considerada como un impedimento para el crecimiento del nuevo país
que estaba surgiendo.Las leyendas del Salvaje Oeste habían vuelto a ponerse de
moda y prueba de ello era el show de Buffalo Bill.
Curtis
recogió también los testimonios de los nativos, entre ellos de los que
estuvieron en la batalla de Little Bighorn, que se contradecía
con la versión oficial del gobierno y dejaba a Custer en mal lugar; sus revelaciones
provocaron un rechazo hacia su obra por parte de la sociedad estadounidense.
Pero
su gran obra no recibía suficiente dinero y en 1911 tuvo que montar un
espectáculo audiovisual, The Indian Picture Opera, donde se proyectaba
fotografías, se escuchaba música nativa o se leía sobre las tribus americanas.
Un año después compró un barco y se dirigió a filmar a los kwakiutl en la Columbia Británica donde filmó el documental “In
the Land of the Head Hunters”.
Su
trato con los nativos, en ocasiones algo condescendiente (los consideraba como
niños y tenía a veces una actitud ciertamente paternalista con ellos),fue
siempre cercano debido a la pobreza que sufrían y a los reiterados
incumplimientos de los tratados por parte del gobierno. Los propios nativos le
empezaran a aceptar incluso para realizar determinados rituales que antes no
habían podido ver otros científicos.
El
método de Curtis no era puramente científico, motivo por el que fue criticado
por etnólogos y antropólogos de la época. Algunas de sus fotos están retocadas
para evitar que objetos o ropajes modernos aparezcan en las imágenes, aún así
la intención de preservar las costumbres y cultura material de los nativos es
impresionante y sin su ayuda hoy no podríamos conocer muchos de estos aspectos.
Pasó
el resto de su vida de manera modesta viviendo en Los Ángeles hasta su muerte,
en 1952. Actualmente su obra se puede encontrar en la Biblioteca del Congreso
(Washington D.C.), la Universidad de Wyoming, el Archivo de Música Tradicional
en la Universidad de Indiana o la Nortwestern University.
Autora| Lucía Luengo Ramos
Vía| Edward Curtis
Bibliografía|
Curtis, Edward S. (2015)
Los Indios de Norteamérica, las carpetas completas. Ed. Taschen.
Imagen| Fotografía
de Curtis
Edición| José Antonio Cabezas
Vigara
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