En su discurso, el Maestro acude a un
lenguaje semejante al de los poetas
Se observa en los
Evangelios que, en su discurso, Jesús no emplea el lenguaje de los escribas, ni
habla con la solemnidad que desprenden los sacerdotes de Jerusalén. Ese estilo
no es válido para dialogar con los campesinos de Galilea. El Maestro, más bien,
acude a un lenguaje semejante al de los
poetas: usa metáforas, comparaciones, imágenes y, sobre todo, parábolas.
Puede que no le resulte sencillo comunicar, por medio de conceptos, su
experiencia del reino de Dios y utilice un lenguaje sin abstracciones, más
claro y sencillo. Pero, ¿cuál es su propósito?
Es posible que el
propósito esencial del uso de las parábolas sea el de convencer al oyente, de
una forma dinámica, viva y colorista, de que el reino de Dios está a punto de
llegar. Para Jesús, se debe adoptar ante esta venida del Reino una actitud de
apertura y recibimiento total, que cambie incluso la manera de vivir de una
forma absoluta. Según el patrón mental
de la época, los oyentes saben de antemano que Jesús no es más que un
intermediario terrenal, una suerte de anunciador humano, a modo de heraldo del
Dios de Israel, que viene a avisar del gran evento que está a punto de
acontecer.
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Autor| José Antonio Cabezas Vigara
Imagen| Wikipedia
Edición| José Antonio Cabezas Vigara
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