Jesús y su argumento hilado con parábolas

En su discurso, el Maestro acude a un lenguaje semejante al de los poetas


Se observa en los Evangelios que, en su discurso, Jesús no emplea el lenguaje de los escribas, ni habla con la solemnidad que desprenden los sacerdotes de Jerusalén. Ese estilo no es válido para dialogar con los campesinos de Galilea. El Maestro, más bien, acude a un lenguaje semejante al de los poetas: usa metáforas, comparaciones, imágenes y, sobre todo, parábolas. Puede que no le resulte sencillo comunicar, por medio de conceptos, su experiencia del reino de Dios y utilice un lenguaje sin abstracciones, más claro y sencillo. Pero, ¿cuál es su propósito?

Es posible que el propósito esencial del uso de las parábolas sea el de convencer al oyente, de una forma dinámica, viva y colorista, de que el reino de Dios está a punto de llegar. Para Jesús, se debe adoptar ante esta venida del Reino una actitud de apertura y recibimiento total, que cambie incluso la manera de vivir de una forma absoluta. Según el patrón mental de la época, los oyentes saben de antemano que Jesús no es más que un intermediario terrenal, una suerte de anunciador humano, a modo de heraldo del Dios de Israel, que viene a avisar del gran evento que está a punto de acontecer.

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Imagen| Wikipedia

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