Muchos autores de la época de Jesús, como
Flavio Josefo, entienden que ‘la mujer es inferior al varón en todo’
La situación de la mujer en el Israel del siglo I d.C. se asemeja
bastante a la que predomina en todo el mundo antiguo y, sobre todo, en el
Mediterráneo oriental. En este contexto social, por un lado, la noción de
estatus o clase se entiende como algo “natural” o, lo que es lo mismo, que es
generado por la propia naturaleza de forma inmutable. En este sentido, la regla
fundamental es que cada cual debe actuar de acuerdo con su estatus o clase,
esto es, el hombre como hombre y la mujer como mujer. Esta conducta se define
por las diferencias físicas y, según se observa en autores de la época como
Flavio Josefo, obedece a la idea de que “la
mujer es inferior al varón en todo”. Por otro lado, sobresale la
diferenciación del honor frente al deshonor y la vergüenza. Se tiene “honor”
cuando un individuo se comporta según lo que su sexo y estatus social hacen
esperar de él, atendiendo a las normas comunes propias del grupo social al que
pertenece, y “deshonor” cuando uno no se comporta así.
De esta forma, en
Galilea, las mujeres se encuentran en un estado de inferioridad y de sumisión a
los hombres que está admitido socialmente, y esto las hace muy vulnerables. No
obstante, para conocer la relación que Jesús mantiene con ellas, hay que tener
en consideración tres factores fundamentales. El primero es que las fuentes
están escritas por hombres y, como es de esperar, que éstos narran los hechos
desde un punto de vista masculino, omitiendo toda la percepción femenina. El
segundo es que el lenguaje que utilizan
estos autores es genérico y sexista, por lo que se camufla toda la
presencia femenina en los relatos. Así, por ejemplo, sólo se habla de
discípulos y de niños, y no de discípulas ni de niñas. Y, para finalizar, el
tercero es que, desde entonces hasta la actualidad, los exégetas y
comentaristas aplican una lectura tradicional masculina de los textos
neotestamentarios, lo cual influye en la imagen de lo femenino.
En definitiva, a la
hora de analizar los textos, hay que distinguir bien entre lo que piensa respecto a las mujeres el Jesús de la historia y lo
que opinan sus “biógrafos” o comentaristas, esto es, los autores de los Evangelios
tanto canónicos como apócrifos. Es necesario, por tanto, atender a la
estratigrafía de los textos evangélicos teniendo en cuenta niveles como el más
cercano a la vida de Jesús, a sus discípulos inmediatos, a los evangelistas o a
las comunidades en las que viven, y a los autores posteriores a éstos.
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Autor| José Antonio Cabezas Vigara
Imagen| Wikipedia
Edición| José Antonio Cabezas Vigara
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