Hacer milagros es algo totalmente ‘verosímil’
para la época
En los Evangelios se
describe a Jesús como un exorcista, un curandero, un resucitador y un hacedor
de milagros sobre la naturaleza. Esta actividad prodigiosa que desarrolla atrae
a mucha gente en su tiempo. De hecho, en muchos pasajes evangélicos se le
muestra recorriendo las aldeas predicando la llegada del reino de Dios, mientras
que expulsa demonios, cura a enfermos, resucita a los muertos y realiza
milagros sobrenaturales. Ésta es, al menos, la distinción de los milagros de
Jesús que hace Piñero, tomando a su vez como referencia la clasificación que
hace Meier. Pero, cabe preguntarse, ¿tienen estas portentosas facultades de
Jesús algún carácter histórico?
No es fácil precisar el
grado de historicidad de cada uno de los relatos transmitidos por las
tradiciones evangélicas. Sin embargo, parece cierto que Jesús realiza estos milagros
o, mejor dicho, que estas acciones son consideradas como verídicas por sus
contemporáneos. No obstante, no hay que perder de vista que el que alguien haga
este tipo de prodigios, o al menos así se crea, en el contexto mental que se
está tratando, es algo totalmente “verosímil” para la época.
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Autor| José Antonio Cabezas Vigara
Imagen| Wikipedia
Edición| José Antonio Cabezas Vigara
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