Los vampiros o muertos vivientes en la tradición eslava

Los eslavos clavaban ciertos cadáveres al suelo con estacas para que no volvieran a la vida

Esqueleto enterrado con una piedra para impedir su vuelta de entre los muertos

Antes de la cristianización de los reinos indoeuropeos, el ritual funerario se basaba generalmente en la incineración de los cadáveres. El cambio al rito cristiano que obligaba al enterramiento, trajo consigo una serie de supersticiones relacionadas con la vuelta a la vida de los muertos que habían sido enterrados en lugar de cremados. Si bien estos fantasmas o muertos vivientes eran a menudo pacíficos, hay leyendas que hablan derevenants extremadamente violentos.

Estas leyendas proliferaron en los países eslavos, donde la cristianización fue tardía y forzosa. En estas regiones, los rituales funerarios eran una parte fundamental del culto religioso. El rito comenzaba con un banquete celebrado en honor al difunto. A continuación, se incineraba el cuerpo y se depositaban sus cenizas y huesos en una urna sobre un poste en un cruce de caminos. La localización tenía probablemente un carácter simbólico en relación con el tránsito hacia la otra vida.

Se consideraba que el espíritu o alma de una persona era un ente físico con necesidades fisiológicas como el hambre o la sed. Por este motivo, era frecuente que se llevasen a cabo sacrificios, especialmente de gallos, y baños rituales en relación con las necesidades físicas que tenían los muertos. Esto explica también la importancia que tenía el banquete funerario como parte de las festividades.

Con la llegada del cristianismo, la incineración fue sustituida por el enterramiento. Desde el punto de vista de los eslavos, sin embargo, enterrar a los muertos no conseguía impedir eficazmente que estos volvieran a la vida. Surgieron leyendas que hablaban de hombres y mujeresque se levantaban de sus tumbas con un hambre voraz y se comían su propio sudario, atacaban a animales e incluso practicaban el canibalismo.

Cuando eran descubiertos, las leyendas suelen mencionar que, al clavarles una estaca o cortarles la cabeza,éstos sangraban como si estuvieran vivos. Era necesario incinerar sus cuerpos para que dejasen de atormentar a los vivos. Estas leyendas son el origen de la figura del vampiro.

Los finados más susceptibles de volver como muertos vivientes eran aquellos que se consideraban problemáticos: los que habían muerto en circunstancias violentas, doncellas que habían fallecido antes de encontrar marido, niños sin bautizar… Generalmente habían sido individuos de baja extracción social, con frecuencia de ámbito marginal. La sociedad sentía miedo de que estos muertos que no habían llevado una vida plena dentro de la norma pudieran levantarse de su tumba.

Estas creencias llevaron a que se tomasen precauciones excepcionales en los enterramientos de personas que habían fallecido sin realizarse dentro de la sociedad. Para que éstos no pudieran revivir, en ocasiones se fajaban sus cuerpos o se les ataba con cuerdas para que estuvieran inmovilizados al volver a la vida. También clavaban los cadáveres al suelo con estacas o se cubrían sus cuerpos con piedras para que no lograsen salir del sepulcro.

Cabe mencionar que estas prácticas no solo se llevaban a cabo en los países del ámbito báltico o eslavo, sino que estuvieron presenten en distintas zonas de Europa, ya que la creencia en el muerto viviente estaba bastante extendida. Estas leyendas de aparecidos o muertos que no han disfrutado de un enterramiento adecuado y vuelven a atormentar a los vivos han gozado de un gran éxito en la tradición literaria occidental, perviviendo en las novelas góticas de los siglos XVIII y XIX.

Bibliografía

SANTOS MARINAS, Enrique (2014): “Fantasmas y muertos vivientes en las fuentes más antiguas sobre los eslavos orientales” en AGUIRRE CASTRO, Mercedes; DELGADO LINACERO, Cristina y GONZÁLEZ-RIVAS, Elena (eds.): Fantasmas, aparecidos y muertos sin descanso, Abada Editores, Madrid, pp. 131-144.

ÁLVAREZ-PEDROSA NÚÑEZ, Juan Antonio (2014): “Dos muertos vivientes en la Bohemia del siglo XV. Aspectos comparativos, rituales y funerales” en AGUIRRE CASTRO, Mercedes; DELGADO LINACERO, Cristina y GONZÁLEZ-RIVAS, Elena (eds.): Fantasmas, aparecidos y muertos sin descanso, Abada Editores, Madrid, pp. 145-158.

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