Testimonios
de los primero judíos de Sefarad, muestras fehacientes de su comprensión
Foto de la presentación de la investigación en la Cátedra Universitaria “Rey Juan Carlos” el pasado 15 de febrero del 2017 |
Dos años de fructífera búsqueda de palabras valencianas pre-latinas por
todos los pueblos de la Comarca Alicantina de La Marina Alta, me permitieron
confeccionar una amplia base de datos para el estudio de una nueva fórmula que
me permitieran traducir de forma
comprensible y poner fin (al cabo de 100 años) a la coletilla de “El Ibero se puede leer
pero no entender”.
El método empleado es exclusivamente contable, basado en la estadística fonética de los pioneros escritores valencianos, (Tirant lo Blanc y otros) y ordenación de mayor a menor. Así mismo, la totalidad de signos Ibéricos levantinos del yacimiento de San Miguel de Liria (Valencia), el más rico en textos íberos, fueron sometidos al mismo tratamiento anterior, ytras muchas comparaciones posteriores de ambas valoraciones, me permitieron encontrar nuevos valores fonéticos de cada uno de los signos ibéricos. Solo cuatro de los 28 oficialmente reconocidos hasta la fecha, coinciden con los nuevos valores. Además de los 83 textos del catálogo “Inscripciones Ibéricas del Museo de Prehistoria de Valencia” editado por el S.I.P. (Servicio de Investigaciones Prehistóricas de la Excelentísima Diputación de Valencia, por el que fuera su Director Dr. Domingo Fletcher Valls, edición única de 1953 (hoy fácilmente localizable en Internet) pude añadir otros 33 más, de otras procedencias, estudiadas por este mismo autor y otros, formando un conjunto de muy variada índole.
El método empleado es exclusivamente contable, basado en la estadística fonética de los pioneros escritores valencianos, (Tirant lo Blanc y otros) y ordenación de mayor a menor. Así mismo, la totalidad de signos Ibéricos levantinos del yacimiento de San Miguel de Liria (Valencia), el más rico en textos íberos, fueron sometidos al mismo tratamiento anterior, ytras muchas comparaciones posteriores de ambas valoraciones, me permitieron encontrar nuevos valores fonéticos de cada uno de los signos ibéricos. Solo cuatro de los 28 oficialmente reconocidos hasta la fecha, coinciden con los nuevos valores. Además de los 83 textos del catálogo “Inscripciones Ibéricas del Museo de Prehistoria de Valencia” editado por el S.I.P. (Servicio de Investigaciones Prehistóricas de la Excelentísima Diputación de Valencia, por el que fuera su Director Dr. Domingo Fletcher Valls, edición única de 1953 (hoy fácilmente localizable en Internet) pude añadir otros 33 más, de otras procedencias, estudiadas por este mismo autor y otros, formando un conjunto de muy variada índole.
En la primera parte de mi
investigación, se expone detalladamente los pormenores de la metodología y desarrollo, precedido de un elogioso prólogo
del insigne Catedrático de Historia del Derecho y sus Instituciones, y Director
de la Cátedra Universitaria España-Israel
de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, “Dr. Ignacio Ruiz
Rodríguez” el 15 de febrero del 2017, resaltando sobre todo las nuevas
aportaciones que consigo para nuestra Protohistoria, tan escasa en
documentación directa en el período
ibérico e inicio de la Cultura Romana
Todos los textos son expuestos en forma de ficha, indicando: el número,
el mismo del catálogo; contexto, en su mayoría pintados o esgrafiados sobre
cerámica, planchitas de plomo y otros soportes; foto del original; transcripción
virtual para facilitar su lectura; traducción palabra por palabra; interpretación,
cuando se juzga necesario, y comentario; y foto original de los dibujos que en
algunos casos acompañan a las inscripciones.
En la segunda parte, presento un balance-desglose de todas las palabras
traducidas con mi nuevo método con sus orígenes. Destacan las valencianas
(muchas ambivalentes a las actuales
castellanas) y las de origen hebreo (casi todas son bíblicas). Ambas sobrepasan
el 30 % cada una de ellas. Le siguen, pero con gran diferencia las griegas, lenguaje
de germanías, árabe antiguo, galas, orientales y latinas. Otras con valores
insignificantes que no llegan al 1%: las celtas y vascas.
A continuación, se hace un grafico-estudio
de nombres de ciudades y accidentes
geográficos traducidos que conforman
una hipotética ruta costera norte africana.
Una recopilación de párrafos de
autores antiguos y modernos sobre Sefarad; fuentes hebreas, griegas y egipcias;
analogías con la cultura etrusca, con lo Fenicio, y con ideas del substrato y relación
de antiguas tradiciones, ayudan grandemente a
la comprensión de aparentes problema, y refuerzan mis “consideraciones finales”.
Me es forzoso resaltar cómo, a pesar
de ser un capítulo de los más estudiados por los especialistas, “La Numismática”; los resultados son altamente sorprendentes al
traducir por mi método las leyendas de algunas cecas (anversos y reversos) todo
cambia mucho a mejor, afortunadamente.
Aparecen claramente diferenciadas las emisiones de cecas valencianas de las
de importación, generalmente griegas. Se evidencia su principal función de
financiación mercenaria y otras novedosas, tanto es así que después de las doce primeras traducciones pensé que valía la pena ampliar
su estudio, cosa que realicé hasta llegar a 40, y… habrá cuerda para rato
(perdonen mi vulgarismo).
Nuevos conocimientos sobre el comercio e influencias de los fenicios,
más allá de los proporcionados por los tradicionales yacimientos andaluces e Ibiza
han venido de la mano de recientes
excavaciones en las provincias de Alicante, “La Fonteta” en la playa de Santa
Pola al sur, “Herna” en Crevillente en el centro, más “Benimaquía y Canor al
norte. También en la de Castellón, donde están cambiando mucho sus
perspectivas.
Cierro mi investigación con las 26
principales e “innegables pruebas”
que se deducen, como apoyo a mi trabajo, y un colofón del gran sabio Don Ramón Menéndez
Pidal, añadiendo, además, mi base de datos completa al término de la segunda y
tercera selección.
Autor| José Vicente Soler Mulet
Vía| Ibero-Valenciano
Imagen| Foto de la presentación de la
investigación en la Cátedra Universitaria “Rey Juan Carlos” el pasado 15 de
febrero del 2017.
Edición|
José Antonio Cabezas Vigara
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