Muchas de estas figuras articuladas de
las que tenemos noticias estaban situadas en santuarios, en concreto en los de
Egipto
Los
autómatas estaban muy ligados a la ciencia y religión. Muchas de estas figuras
articuladas de las que tenemos noticias, por lo que sabemos, estaban situadas
en santuarios, en concreto en los de Egipto, donde se habla de estatuas
parlante con mandíbula móvil o que reproducen sonidos, como la estatua de
Anubis. También las representaciones celestes pueden ser consideradas como los
primeros relojes astronómicos de la historia.
Mitología y autómatas
La
mitología e historia del mundo antiguo, sobre todo en Grecia, están plagadas de
referencias a figuras animadas. Una de las primeras referencias escritas en la
antigüedad sobre estas invenciones la encontramos en la obra Argonauticas de
Apolonio de Rodas. En el canto IV nos habla del broncíneo Talos, al cual el
Crónida entregó a Europa para que fuese guardián de la isla de Creta, la cual
recorría dando tres vueltas.
Aristóteles
en su obra Política, menciona las estatuas de Dédalo y los trípodes de Hefesto, que eran capaces de entrar por sí
solas a la asamblea de los dioses o moverse por efecto del mercurio.
Otros
dos grandes inventores fueron Arquitas de Tarento, que crea juguetes con sonido
para entretener a los niños y al cual se le atribuye la creación de un a paloma
de madera que podía volar por sí misma; y Arquímedes de Siracusa, al cual se le
atribuye el tratado sobre clepsidras donde describe mecanismos que marcaban las
horas por ejemplo, con un verdugo decapitando a sus victimas, otro con el
movimiento de ojos dentro de un rostro humano e incluso un mecanismo que
marcaba las horas con unas pequeñas serpientes que salen entre unos árboles y
hacen silbar a unos pájaros y tocar la flauta a un flautista.
Hidraúlica de Ctesibio |
La Escuela
de Alejandría
En
el período Helenístico, durante los siglos III a.C. Y II d.C. surge la Escuela
de Alejandría en la capital con el mismo nombre. Fundada por la dinastía de los
Ptolomeos amplió los fines de prestigio con lo que Alejandro fundó la ciudad.
Gracias a su biblioteca se dio en ella una gran afluencia de sabios, científicos
y otros personajes que crearon una gran corriente cultural que se recuperó
siglos después durante el Renacimiento.
Podemos
decir que dentro de esta escuela se fraguaron los fundamentos de la mecánica
moderna. Las noticias sobre los mecanismos que se inventan ahora las tenemos en
forma de tratados escritos, no ya a a base de noticias vagas en el tiempo.
Aparece lo que se denomina la “mecánica lúdica”, que crea artificios con el fin
de entretener y que alcanzarán gran expansión siglos después.
Se
supone como fundador de la escuela a Ctesibio, aunque su identidad no
queda del todo clara ya que no se conservan obras suyas, pero sí su
importancia. Gracia a Vitrubio conocemos sobre sus invenciones y su vida. Nació
en Alejandría y era hijo de un barbero. Construyó varios relojes de agua y la
rueda dentada, de gran importancia para la mecánica del futuro. También
construyó una máquina que elevaba el agua a gran altura con una serie de
ingenios que mediante la presión del aire desplazado por el agua producían
sonido y se movían.
A
Ctesibio se le atribuye también la invención del órgano, aunque se sabe que ya
era anteriormente conocido en China, pero si será él quien lo perfecciones
mediante un sistema hidráulico. Comienza aquí a despertar la idea de crear
artefactos con la idea de asombrar al público más que para una cuestión
práctica.
Otra
de las personalidades de la escuela fue Filón de Bizancio, sobre el cual se
conservan tratados sobre máquinas de guerra, clepsidras, etc. sigue la estela
de Ctesibio creando figuras con surtidores y fuentes de animales que pulverizan
agua.
La
figura más grande la escuela alejandrina fue Herón de Alejandría. Abarca
todos los temas desde relojes, autómatas a máquinas de guerra. De sus tratados
los más importantes que nos han llegado han sido Autómatas y Neumática. En él
describe multitud de automatismos neumáticos e hidráulicos. Uno de los más
famosos es el de la apertura automática de las puertas del templo.
Sus
invenciones más asombrosas son los pequeños teatros semimoviles y fijos. En
ellos hay figuras representando sobre todo fábulas o mitos que se mueven por sí
solas dentro de un pequeño recorrido determinado adecuado para la historia que
están contando. En los teatros fijos lo que se mueve es la escena o puertas
mostrando distintos actos de la obra, pero ya sin el movimiento de figurillas.
Bibliografía
ARACIL,
A. Juego y artificio: autómatas y otras ficciones en la cultura del
Renacimiento a la Ilustración. Ed. Cátedra. Madrid. 1998.
BASALLA,
G. La evolución de la tecnología. Ed. Crítica. Barcelona. 1991.
ALONSO
BURGOS, J. Teoría e historia del hombre artificial: de autómatas, cyborgs,
clones y otras criaturas. Ed. Argentina. D.L. 2017.
Autora|
Rebeca Alonso Para
Vía|
Ver bibliografía
Imágenes| National Geographic, Hidraúlica de
Ctesibio, GRB Automatics
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