Investigadores españoles han patentado un biocida natural que impide la aparición de microorganismos y plantas que dañan los murales del yacimiento arqueológico de Pompeya, y que ayudará a la conservación de la antigua ciudad romana
Ruinas de la ciudad de Pompeya, desaparecida bajo el Vesubio en el año 79 d.C. EFE / Francisco Moreno |
El trabajo se ha traducido en soluciones prácticas como este biocida recientemente patentado o la búsqueda de un mortero de restauración resistente al degradado biológico, según ha informado la UPV/EHU.
Una investigadora finlandesa coincidió con los investigadores vascos en un congreso y se interesó por las técnicas de análisis portátiles no invasivas de las que disponían.
Le parecieron adecuadas para investigar el yacimiento de Pompeya, donde desarrollaba su labor, y comenzaron a colaborar, lo que se tradujo en una primera visita a la ciudad sepultada por una erupción volcánica del Vesubio en el año 79 d.C.
Desde entonces el grupo IBeA acude cada año a realizar estudios de campo al mundialmente conocido yacimiento arqueológico, que completan en el laboratorio.
Esta investigación continuará, al menos, tres años más gracias al nuevo convenio suscrito entre la Universidad de País Vasco y el Parque Arqueológico de Pompeya.
En estos diez años, los investigadores de la UPV/EHU han propuesto soluciones al deterioro del yacimiento y han analizado los pigmentos de los frescos para sacar a la luz su aspecto original.
Frescos de la Villa de los misterios, en el yacimiento arqueológico de Pompeya. EFE / Cesare Abbate |
Este pigmento amarillo se transformó en rojo debido al impacto del material volcánico a altas temperaturas proveniente de la erupción que destruyó Pompeya.
Causas del deterioro
En el ámbito de la conservación, han conseguido determinar varias causas del deterioro de los morteros romanos de las paredes de las casas pompeyanas, y el trabajo para los próximos años será proponer soluciones.
Así, van a probar un biocida patentado por el grupo de investigación y creado con aceites esenciales de plantas presentes en el propio yacimiento.
Si funciona como esperan, su aplicación mejoraría y abarataría notablemente las labores de conservación del complejo, al evitar que vegetales y microorganimos colonicen los muros.
Otro de sus objetivos es desarrollar un mortero de restauración basado en la formulación original romana compatible con el original.
El grupo IBeA está integrado por nueve personas, en su mayoría personal docente e investigador de química.
Autor| Redacción
Vía| EFE Futuro
Imagen| EFE Futuro
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