El hallazgo refuerza la hipótesis de que los primeros pobladores estadounidenses llegaron a Alaska y habrían emigrado hacia el sur a lo largo de la costa
Huellas humanas de hace 13.000 años en las costas de Canadá |
Un grupo de arqueólogos descubrió 29 huellas humanas de unos 13.000 años de antigüedad cerca de las costas de Canadá, las más antiguas encontradas hasta ahora en la región, que podrían haber pertenecido a los primeros colonos norteamericanos.
El estudio, publicado este miércoles en la revista científica PLOS-ONE, fue llevado a cabo por la Universidad de Victoria (Canadá) tras varias excavaciones del sedimento a lo largo de la costa de la isla de Clavert, en la provincia de Columbia Británica, al oeste del país.
Con ayuda de dataciones de carbono, mediciones y fotografías mejoradas, los expertos lograron identificar las huellas de tres personas diferentes, que se cree eran dos adultos y un niño que caminaban descalzos. Las impresiones de sus arcos, dedos de los pies y tacones eran claramente visibles, gracias a las capas de arena, grava y arcilla que las cubrieron posteriormente y ayudaron a su conservación.
"Como esta isla solo habría estado accesible por embarcación hace unos 13.000 años, esto implica que las personas que dejaron las huellas eran gentes de mar que utilizaba barcos para desplazarse, reunirse y buscar comida y vivir y explorar islas", asegura Duncan McLaren, autor principal del estudio.
Los hallazgos indican que los humanos ya estaban presentes en esas costas cuando el mundo emergió de la última Edad de Hielo. Hacia el final del último máximo glacial, el nivel del mar era dos o tres metros más bajo y, de acuerdo con los expertos, los pobladores habrían viajado entonces a lo largo de una ruta costera desde Asia hasta América del Norte.
Huellas humanas de hace 13.000 años en las costas de Canadá |
"Es posible que la costa fuera uno de los medios por los que las personas ingresaron a América en ese momento", señala McLaren.
En ese entonces, los gigantes glaciares que se alzaron sobre el continente provocaron el descenso en el nivel del mar y por tanto la aparición del puente de Beringia —actual mar de Bering— que conectaría a ambos continentes, permitiendo a los humanos alcanzar las regiones costeras del sur de Canadá.
En la actualidad, gran parte de la costa del Pacífico canadiense está cubierta por densos bosques a los que solo se puede acceder en barco, lo que dificulta la búsqueda de evidencias arqueológicas que respalden la teoría de que los humanos viajaron a lo largo de la costa.
No obstante, los autores de la investigación consideran probable que nuevas excavaciones podrían conducir al descubrimiento de más huellas humanas en el área, lo que ayudaría a reconstruir los patrones de asentamiento humano temprano en la costa oeste de América del Norte.
Autor| Redacción
Vía| PLOS-ONE
Imagen| Twitter
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