Una
anécdota truculenta y polémica
Fotografía de Imperio Argentina (detalle) |
La
década de los treinta fue complicada en el Viejo Continente. El ascenso del
fascismo y el nacionalsocialismo hacían del día a día un infierno para miles de
personas. Si bien es cierto que estos regímenes se caracterizaban por un
rechazo frontal de casi todo tipo de atisbo cultural, las apariciones
cinematográficas de Imperio Argentina suponían una excepción para Adolf
Hitler, quien admiraba profundamente a la cantante y actriz.
Malena
se hace un nombre
Nacida
en Buenos Aires en 1910, hija de una actriz malagueña y un guitarrista
gibraltareño, Magdalena Nile del Río debutaba a la edad de seis años
bajo el nombre de Petite Imperio. Fue Jacinto Benavente, en Perú,
quien la bautizó como Imperio Argentina en honor a la bailarina Antonia Mercé
(cuyo alias era La Argentina), impresionado por el talento de la niña.
Debutó en el cine en la década de los veinte, ya en España, si bien ella ya era
conocida por su fama de cantante. En 1926 protagonizaba La hermana San
Sulpicio, y fue entonces cuando comenzó la relación entre ella y el
aclamado director de la época Florián Rey, quien la llevaría unos años después
a Alemania.
En
los años treinta Malena tendría el honor de cantar junto a Carlos Gardel,
haciendo que su nombre se hiciese aún más conocido para el público. Rey estaba
enamorado de ella, pero no fue correspondido puesto que ella amaba a Gardel.
Sólo cuando éste marchó a París pudo Rey hacer realidad su deseo y conquistar
el corazón de Magdalena. En 1936 contraían matrimonio tras el éxito de Nobleza
Baturra (1935), la película que tanto había gustado al líder
nacionalsocialista y que haría que su obsesión por la actriz creciese por
momentos.
Fotografía de Imperio Argentina |
Injustas
consecuencias
Cuando
estalló la guerra en España, tanto Rey como Magdalena se pusieron del bando
franquista. El problema fue que todos los enclaves para la producción de
películas se encontraban en ciudades bajo mando republicano, de modo que se
vieron obligados a exiliarse a Cuba. En 1938 Rey recibía la oferta del gobierno
nacionalsocialista de realizar una película en el país germano; Hitler quería "rescatar" a su idolatrada actriz. De modo que a través de una
productora creada conjuntamente entre franquistas y nacionalsocialistas, la Hispano
Film Produktion, Florián Rey veía el futuro menos oscuro.
Pronto
hizo la pareja amistad con Goebbels, uno de los artífices de la productora.
Cuentan las biografías de Magdalena que al saber que iba a conocer a Hitler
la actriz se empeñó en aprender un conjunto numeroso de palabras en alemán.
Ella contó años después que siempre se mostró amable y educado. A pesar de que
los supuestos sentimientos de Hitler por la coplera nunca fueron mutuos, se
creó el rumor de que habían sido amantes durante el tiempo que Imperio
Argentina residió en Alemania con su marido.
El
caso es que las andanzas del matrimonio en aquél país duraron poco, pues en la "noche de los cristales rotos", en ese mismo año de 1938,
la sombrerera de confianza de Imperio, judía, fue una de las víctimas mortales
de las SA. Pero la larga sombra de aquél rumor la persiguió, y cuando ya había
pasado más de una década de su encuentro con los nazis, era boicoteada en Nueva
York. Había ido a actuar en el Carnegie Hall y se encontró con que en el exterior
había manifestantes con carteles en los que se aseguraba que había sido "la querida de Hitler". Fue entonces cuando Tennessee Williams
escribió una carta al New York Times recordando que la propia familia Roosevelt
también era fanática de Magdalena.
Autora|
Ariadna
Muriel Humanes
Vía|
El
País, Independent,
El
Confidencial
Imagen|
Wikimedia
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