Viajamos
por la provincia de Córdoba entusiasmados por visitar, y descubrir, la antigua
ciudad de Ategua
La antigua ciudad de Ategua |
Cuando el anciano año
2017 apuraba sus últimos tiempos, viajábamos por la provincia de Córdoba
entusiasmados por visitar, y descubrir, la antigua ciudad de Ategua. Está
ubicada próxima a la pedanía de Santa Cruz, en Andalucía Occidental, sobre un
imponente cerro de escarpadas laderas por donde trascurre el río Guadajoz
(flumen Salsum para los romanos). Sus orígenes se remontan a época
prehistórica, posiblemente a la edad del bronce, y su historia, de forma
ininterrumpida en el tiempo, llega hasta la baja Edad Media, siglo XV d.C. Así,
resulta un magnífico ejemplo arqueológico de superposición de ciudades
históricas, con sólo el 5% excavado de su totalidad, declarado como Bien de
interés Cultural desde los años 80.
De este modo, llegamos
temprano al punto de encuentro. Después de visitar la pequeña pedanía — volcada
en no vender su catedral, un enorme silo de finales del siglo XX — y
tomar un café en el restaurante “La Galga”, pusimos rumbo al yacimiento entre
densos olivares. La suerte nos quiso acompañar en todo momento ofreciéndonos un
paisaje totalmente invernal que hacía aún más bella y espectacular la
experiencia. Guiados por la curiosidad, comenzamos a ascender por el camino que
lleva a una de las puertas principales de la muralla. A uno de sus lados,
divisamos sobre la Loma de Teba las inmutables canteras que han proporcionado a
lo largo de la historia piedra arenisca para las construcciones, sobre todo de
época romana. En la cima del cerro, contemplamos una impresionante muralla de
origen íbero que guarda poderosamente la acrópolis. Desde ella pudimos divisar
el vasto territorio que la rodea y controlar visualmente otros enclaves
estratégicos, como el actual municipio de Espejo. De esta época, entre los
siglos VIII – VII a.C., destaca la Estela de guerrero de Ategua hallada en las
inmediaciones (hoy en el Museo Provincial de Córdoba).
Superposición de estructuras. Destacan las basas de columnas de un edificio romano |
Los romanos, atendiendo
a su riqueza y estratégica ubicación, se hicieron con la ciudad e implantarán
en ella su modelo ideal urbano utilizando su estructura, hoy en día la más
visible (siglo I a.C. a II d.C.). Sobresalen los restos del foro, varias domus
y las termas con restos de plomo por donde se conducía el agua a las distintas
piscinas. También se conserva un pequeño puente romano en las proximidades. Uno
de sus fuertes históricos es que la ciudad participó en el escenario
republicano romano de la guerra civil entre pompeyanos y cesarianos. Ategua se
alineó a favor de Pompeyo, pero será tomada por César después de un largo
asedio en febrero del año 45 a.C. Desde la acrópolis se puede contemplar,
afinando la vista, la ubicación y distribución de los campamentos romanos
cesarianos.
Zoco |
Durante la Antigüedad
tardía la ciudad continuará habitada, aunque perderá peso económico. Los
musulmanes harán lo mismo que sus predecesores y construirán una fortificación.
Volverán a impulsar la ciudad comercialmente insertándola en la Cora de
Qurtuba. En la baja Edad Media se construyó extramuros y apoyado sobre la
muralla-fortificación un zoco (mercado), muy bien conservado, evidenciando la
importancia comercial de este enclave ubicado en un estratégico cruce de
caminos. También se constatan otras estructuras bajomedievales hasta el siglo
XV, cuando comienza su decadencia y es totalmente abandonada.
Castillo de Espejo, visible desde Ategua |
Vía| Web del autor
Imágenes| Juan Gabriel Rodríguez Laguna
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