Hace ya 500 años que vieron la luz las 95 tesis de Martin Luter, un texto que es símbolo del fin de la unidad cristiana. Sin embargo, el fraile agustino no buscaba fracturar la iglesia, sino iniciar un debate que debía abrir las puertas a una Reforma necesaria
Martín Lutero |
Lutero no fue el
primero en denunciar los males de los que adolecía una Iglesia cerrada a
cualquier autocrítica. Encontramos ya a finales del siglo XIV, personas y
grupos que desde el interior reclamaban cambios, es el caso de los
husitas, de la corriente espiritual
llamada la Devotio Moderna, o del religioso dominico; Jerónimo Savonarola.
Todos ellos denunciaban la relajación moral de la institución y demandaban
modificar estructuras, doctrinas y hábitos.
El desprestigio de la Iglesia
El nepotismo, la
corrupción, la venta de oficios eclesiásticos, el poco interés por el mensaje
cristiano, la débil vocación religiosa de muchos y el escandaloso negocio de la
venta de indulgencias, son algunos de los “vicios” que arrastraba una Iglesia
convertida en un negocio. El pueblo se siente estafado y desatendido, y por esa
razón en la época moderna asistimos a un incremento de la devoción popular. El
culto a las reliquias, la veneración de los santos o las peregrinaciones, son
los clavos a los que se aferran unos creyentes que ya no confían en sus
pastores y buscan la salvación por sus propios medios.
La explotación
mercantil de la piedad alcanzará su punto culminante en la venta de las
indulgencias, tema central sobre el que gravitanlas 95 tesis.Lutero, basándose
siempre en las Escrituras, critica su eficacia ya que no le reconoce al Papa el don que solo le corresponde a Dios; absolver
a las almas del Purgatorio.Pero también advierte del peligro que puede suponer para
la Institución que el Papa “libre a las almas” por dinero y no por caridad, o
que arraigue en los fieles la idea de que son preferibles estas bulas a las
buenas obras.
Las 95 tesis de Lutero |
Las indulgencias
Se dice que Lutero
clavó en la puerta de la iglesia del palacio deWittenberg (Alemania) sus 95
tesis como protesta a la predicación de indulgencias que en el 1517, el
dominico Johann Tetzel realizaba en el territorio por encargo del arzobispo de
Magdeburg. Sin embargo, algunos especialistas lo niegan -escritas en latín eran
ininteligibles para la mayoría- y se
inclinan a pensar que la primera vez que el texto del impulsor de la Reforma
vio la luz, lo hizo a través de misivas enviadas a personajes relevantes. Sea
como fuera su texto se difundió rápidamente, en parte, gracias a la imprenta de
Guttenberg, pero también a la labor de difusión de sus discípulos, a destacar
la figura de Melanchton.
Pero ¿qué eran
exactamente las indulgencias? Son el perdón de las penas temporales del pecado
concedidas por la Iglesia. En la Edad Media surge la idea del Purgatorio, el
espacio donde los muertos en estado de gracia expían sus pecados, un lugar
donde es necesario purificarse antes de entrar en el Cielo, con la indulgencia era
posible aligerar ese paso intermedio.
Estas prácticas ya se
utilizaban. El ejemplo más claro lo encontramos en el 1095 con la concesión de
indulgencias por parte del Papa Urbano II a los que se alistaban para luchar en
la Primera Cruzada, más tarde, el perdón se extendió también a los que colaboraban
económicamente en la Guerra Santa.
Sin embargo, a finales
de la Edad Media la práctica se modifica. Por una parte el favor de la
indulgencia ya no se consigue tanto como servicio prestado, sino que se compra
a partir de bulas o cartas penitenciales, y a la vez se extiende su influencia,
y es que ahora, estos “comodines” para el Purgatorio, podían adquirirse para
aliviar el alma del ser querido ya difunto. Otro cambio importante; el Papa
deja de ser el único distribuidor, ahora los obispos nombran a los predicadores
de unas indulgencias, que se utilizaban también como medio para recaudar dinero
destinado a construcciones eclesiásticas.
Tesis contra las indulgencias
¿Qué decía Lutero?
Entre los argumentos teológicos que expone para no adquirir este impuesto
religioso destaco dos ideas; la clara oposición entre el verdadero
arrepentimiento y la compra de indulgencias, y sobre todo, incidir en la remisión del moribundo por el solo hecho de
morir. Lutero ya se mostraba reticente con el concepto del Purgatorio, él defendía
la idea de un Dios bondadoso que perdona al creyente a través de la fe, así pues las indulgencias se revelaban
inútiles.Lutero apela a los cristianos a esforzarse por seguir a su jefe, que
no es el Papa sino Cristo, y que lo hagan soportando la cruz, la muerte y el
infierno.
El revuelo que causaron
los escritos de Lutero se debe a un cúmulo de coincidencias que predispusieron
a muchos a escucharle. Existían voces que no contemplaban con buenos ojos este
comercio de la fe, católicos a los que les ofendían los trapicheos en los que
muchos obispos se veían envueltos, por no mencionar el descontento de los
príncipes que observaban con desagrado la fuga de capitales de sus tierras
hacia Roma. Campo abonado, junto a la inestimable ayuda de la imprenta, para
que la denuncia del fraile agustino significara el primer paso para la Reforma.
Bilbiografia
Castellote,
Salvador. 1997.Reformas y Contrarreformas
en la Europa del siglo XVI.Madrid: Ediciones Akal (ISBN 84-460-0812-2).
Mestre
i Godes, Jesús, 2001. La fi de a
cristiandat. De la Reforma protestant a la Reforma católica (1517-1572).
Barcelona: Edicions 62 ( ISBN 84-297-4837-7).
Autora|
Noemí
García Mariscal
Vía|
Ver bibliografía
Imagen|
Wikipedia 1, Wikipedia 2
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