Este esperpéntico suceso militar dio
origen a la expresión 'kamikaze'
Recreación del rostro de Kublai Kan |
Por todos es conocida la palabra “kamikaze”,
pero pocos saben su auténtico origen. En la Segunda Guerra Mundial, fue
utilizada para referirse a los pilotos japoneses que se estrellaban a propósito
contra las posiciones del enemigo. Pero en realidad el país nipón ya había
hecho uso de su significado cuasi divino algunos siglos antes del
conflicto bélico. La figura del mongol y emperador chino Kublai Kan está
relacionada con ella.
Un reverenciado personaje
Kublai Kan era el nieto del conocido Gengis
Kan. Asumió los títulos de Gran Kan y Emperador de China en 1260. A pesar
de su origen, decidió darle importancia a China, de modo que reinstauró
algunas instituciones que se habían perdido tras instaurarse el imperio a manos
de su abuelo a principios del siglo XIII. Además, recuperó los ritos
confucianos y las ceremonias religiosas propias de China. Como prueba de buena
fe, trasladó la capital desde Mongolia hasta Tai-Tu (cerca del actual
Pekín). Es más, él habitualmente utilizaba vestimentas típicas chinas.
Pero una cosa era caer bien y otra muy
distinta dejarse avasallar. Se ocupó de dividir al imperio en cuatro
categorías jerárquicas por razones étnicas: mongoles en la parte superior,
los asiáticos del oeste y del centro, después los chinos del norte y los
yurchen (conocidos como manchúes a partir del siglo XVII) y finalmente los
chinos del sur. Además, los puestos de importancia en el Gobierno y las administraciones
solían ostentarlas personas de origen no chino.
También cosechó importantes victorias
militares. Una de ellas fue la conquista de la Dinastía Sung, al sur
de China. Sus tropas ocuparían la capital, Lin-an, en 1276. En esta contienda,
fue crucial el papel del poderío naval, puesto que la caballería no podía
avanzar en condiciones en el terreno boscoso del sur del país.
La leyenda fraguada en la victoria
japonesa
Un imperio necesita financiación,
eso ya nos lo dejaron claro los romanos. Y está claro que una de las mejores
formas de conseguirlo es establecer tributos. Esto fue lo que intentó Kublai
Kan con Japón, pero se encontró con una inamovible negativa por parte de
los nipones. Para forzarles, en 1274 y 1281, respectivamente, envió una flota que
acabó en la isla de Kyushu (la isla al sur del país). Pero ni el destino
ni las divinidades iban a permitir al emperador salirse con la suya.
Los japoneses no tenían armas
avanzadas, y los soldados de Kublai sí. De modo que cuando las embarcaciones partieron
desde Corea rumbo a la batalla nadie esperaba que la situación se saldara sin
una victoria por parte de nuestro personaje. El problema era que tanto en 1274
como en 1281 las condiciones meteorológicas no eran favorables ni por
asomo. En ambas ocasiones Kublai Kan se vio derrotado, primero, por unos
japoneses que no permitieron que sus soldados tocaran tierra y, segundo, por
dos gigantescos tifones que hundieron la mayor parte de su flota. Los
pocos supervivientes que no fueron capturados regresaron a casa humillados.
Así, los que por poco fueron invadidos
en dos ocasiones, bautizaron a aquél suceso meteorológico como “kamikaze”,
que significa “viento divino”.
Muchos barcos mongoles fueron destruidos por gigantescos tifones |
¿Qué pruebas tenemos de la veracidad
de dicha leyenda?
Si algo nos ha enseñado los poemas de
Homero, es que el proceso histórico puede confundirse fácilmente con la ficción
del folclore popular. Es por ello que los profesionales de la Historia se
encargan de hallar vestigios que prueben la veracidad de los sucesos que puedes
consultar en los manuales de las bibliotecas. En el caso que nos ocupa, ha
habido suerte.
En 2015 un grupo de arqueólogos
pertenecientes a la Universidad de Ryukyu confirmaba que una embarcación
hundida en las costas de Kyushu correspondía a la flota del desaventurado
emperador. Se encontraron indicios suficientes para afirmar que fue
devastada por un tifón, y que además otras tres embarcaciones hundidas en los
alrededores podrían haber tenido el mismo origen y desenlace fatal.
Bibliografía
HOLCOMBE, C., Una historia de Asia
Oriental: de los orígenes de la civilización al siglo XXI. México, Fondo de
Cultura Económica, 2016.
Autora| Ariadna Muriel Humanes
Vía| History, The
Guardian, El
Mundo, ver bibliografía
Imagen| Wikipedia, Annoyz View
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