Evidencias paleogenómicas demuestran que las gentes del Neolítico pudieron haberse mezclado con las del Paleolítico
Un
estudio demuestra que la transición neolítica en Europa no solo fue cultural
Agricultores y cazadores-recolectores interactuaron y se mezclaron en gran medida, viviendo juntos a pesar de las grandes diferencias culturales |
Los agricultores que
llegaron a Europa desde Oriente Próximo hace casi 9.000 años, y que
introdujeron en el continente la cultura neolítica, no sólo transmitieron sus
conocimientos a las poblaciones de cazadores-recolectores, sino que también se
cruzaron con ellos.
Esta es la principal
conclusión de un estudio publicado en Current Biology y que ha sido realizado
por un equipo internacional de investigadores, entre ellos, varios científicos
de la Universidad Complutense de Madrid, de la Universidad de La Coruña y de la
Universidad de Cantabria.
Hasta ahora, uno de los
grandes retos de la arqueología ha sido determinar si la transición neolítica
en Europa fue solo cultural o si, por el contrario, también hubo mezcla entre
los grupos de cazadores-recolectores con los nuevos agricultores.
En la historia de la
humanidad, la transición de la caza y la recolección a la agricultura es
significativa. Se piensa que los cazadores-recolectores y los granjeros eran
dos grupos enteramente diferentes de personas. Este estudio demuestra que, al
menos en el este del continente -lo que hoy es Rumanía-, ambos grupos
convivieron uno con otro, se mezclaron y tuvieron descendencia.
"Esperábamos un
cierto nivel de mezcla entre los agricultores y los cazadores-recolectores,
dada la evidencia arqueológica de contacto entre estas comunidades", pero
"hemos quedado fascinados por los altos niveles de integración alcanzado
entre las dos comunidades", explica el director del estudio, Michael
Hofreiter, de la Universidad de Potsdam (Alemania).
Estudios anteriores ya
habían establecido que la transición neolítica en Europa occidental se hizo
fundamentalmente a través del movimiento de la gente, mientras que en el este
del continente, en Letonia y Ucrania, la difusión fue más bien cultural. Los
autores del nuevo estudio estaban interesados en Rumanía porque se encuentra
entre estas dos áreas, presentando algunas de las pruebas arqueológicas más
convincentes para el contacto entre los agricultores que llegaron y los
cazadores-recolectores locales.
El análisis de unos
restos fósiles ha determinado que la relación entre cazadores-recolectores y
agricultores en la cuenca del Danubio es más compleja de lo pensado y que el
movimiento de personas y cultura no son dos ideas excluyentes, "sino simplemente
los extremos de un continuo".
Análisis
del genoma de restos de la cuenca del Danubio y de España
Para el trabajo, los
investigadores estudiaron el genoma de varios restos humanos de
cazadores-recolectores y de agricultores de la cuenca del Danubio (de 8.800
años y 5.400 años de antigüedad) y de dos cazadores-recolectores del mesolítico
de dos localizaciones españolas (el yacimiento gallego de Chan do Lindeiro y la
Cueva de los Canes de Asturias) para proporcionar un contexto más amplio.
"Gracias a los
datos genómicos hemos podido investigar caracteres fenotípicos de las muestras
(como el color del pelo, de los ojos y la tolerancia a la lactosa) e investigar
el proceso de difusión del neolítico en el este de Europa", puntualiza a
Efe Gloria González Fortes, investigadora en las universidades de Ferrara
(Italia) y Postsdam (Alemania), y encargada de hacer la reconstrucción genómica
de las muestras.
El
ADN antiguo revela múltiples mezclas
Además, el análisis del
ADN confirmó "algunas ideas que teníamos los arqueólogos desde hace tiempo
de que en la zona del valle del Danubio hubo interacción entre las poblaciones
de cazadores locales y grupos que venían de fuera, es decir, que en el proceso
de adopción de la agricultura no hubo una simple sustitución de poblaciones,
sino que se produjo una mezcla entre grupos", explica a Efe Pablo Arias,
catedrático de Prehistoria de la Universidad de Cantabria y coautor del
trabajo.
El estudio de los
genomas también reveló que cuanto más hacia el este, a la zona de los Balcanes,
menor es el predominio genético de los agricultores de Oriente Próximo,
mientras que en la Europa occidental la carga genética de los pobladores de
Anatolia es mucho mayor, lo que refleja una mayor presencia de estos primeros
agricultores y también un nivel de integración mucho mayor con los
cazadores-recolectores locales del Mediterráneo.
"Nuestro estudio
muestra que tales contactos entre cazadores-recolectores y agricultores fueron
más allá del intercambio de alimentos y artefactos", subraya Hofreiter.
"A medida que los datos de diferentes regiones se acumulan, vemos un
gradiente en toda Europa, con una creciente mezcla de cazadores-recolectores y
agricultores a medida que avanzamos hacia el este y el norte".
"Aunque todavía no
conocemos los motores de este gradiente, podemos especular que se enfrentaron a
condiciones climáticas más difíciles, comenzaron a interactuar más con los
cazadores-recolectores locales y estos contactos crecientes, también evidentes
en el registro arqueológico, llevaron a la mezcla genética, implicando un alto
nivel de integración entre personas muy diferentes", explica.
Los resultados son, por
tanto, un recordatorio de que las relaciones entre las personas en diferentes
lugares y en diferentes momentos no son simples. A menudo se dice que los
agricultores llegaron y superaron a los cazadores-recolectores con poca
interacción entre los dos, pero la verdad es seguramente mucho más rica y
variada que eso. En algunos lugares, como muestra la nueva evidencia, los
agricultores entrantes y los cazadores-recolectores locales interactuaron y se
mezclaron en gran medida, viviendo juntos a pesar de las grandes diferencias
culturales.
Entender las razones de
por qué las interacciones entre estas diferentes personas llevaron a resultados
tan variados, dice Hofreiter, es el siguiente gran paso. Los investigadores
esperan usar pruebas de ADN antiguo para agregar más capítulos a la historia
mientras exploran cómo ocurría la transición neolítica en otras partes del
mundo, fuera de Europa.
Autor| José AntonioCabezas Vigara
Vía| Current
Biology
Imagen| RTVE
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