El medio ambiente y el patrimonio se enfrentan a
profundos cambios funcionales y sociales a la hora de adaptar los paisajes del
pasado a las necesidades del presente
Patrimonio, medio ambiente y las nuevas tecnologías que ayudan a su preservación |
El Patrimonio de la
Humanidad, ciertamente, es un concepto amplio. Así la UNESCO considera como tal a aquellos lugares del planeta (bosques, montañas, lagos,
desiertos, monumentos, complejos arquitectónicos,...) que tienen un “valor
universal excepcional” y, además y que satisfacen al menos uno de sus 10 criterios de selección como representar
una obra maestra del genio creativo humano, ser testimonio de una civilización
ya desaparecida o ser escenario de fenómenos naturales superlativos. Sin
embargo, mucho de este patrimonio debe enfrentarse cada día a muchos cambios, a
veces fruto de la degradación natural y otras veces generadas por la mano de obra
humana.
Frente a ello han ido surgiendo diferentes programas que tratan
de preservar el patrimonio y el medio ambiente y adaptarlo a los cambios
continuos que la sociedad demanda. Esta problemática poco a poco se esta
incorporando a los textos legales de
numerosos países que como España, Francia o Bélgica han terminado por
recoger el termino de bienes
culturales-medioambientales como
aquellos que incorporan el valor cultural al medioambiente o implican el valor
ambiental en la expresión o manifestación cultural.
La propia ley del Patrimonio Historico Español en sus artículos 14 y 15 recogen como bienes inmuebles del patrimonio Histórico dos categorías como son el Jardín Histórico como el espacio ambiental que contiene elementos naturales y cuya relevancia reside en su pasado histórico o sus propiedades sensoriales, estéticas o botánicas. Y el sitio Histórico como el paraje natural vinculado a acontecimientos o recuerdos del pasado, a tradiciones populares, creaciones culturales o de la naturaleza y a obras del hombre, que posean valor histórico, etnológico, paleontológico o antropológico. En el mismo plan se recogen programas para evitar el deterioro de estos bienes como son el análisis enfocado a la prevención de riesgos para el patrimonio cultural y el medio ambiente, la monitorización de contaminantes y variables medioambientales y estudios de los efectos del medioambiente sobre los bienes culturales, mejoras en la eficiencia energética de los inmuebles que son o contienen bienes culturales o el estudio sobre los efectos del cambio climático en el entorno y la conservación de los bienes culturales.
La propia ley del Patrimonio Historico Español en sus artículos 14 y 15 recogen como bienes inmuebles del patrimonio Histórico dos categorías como son el Jardín Histórico como el espacio ambiental que contiene elementos naturales y cuya relevancia reside en su pasado histórico o sus propiedades sensoriales, estéticas o botánicas. Y el sitio Histórico como el paraje natural vinculado a acontecimientos o recuerdos del pasado, a tradiciones populares, creaciones culturales o de la naturaleza y a obras del hombre, que posean valor histórico, etnológico, paleontológico o antropológico. En el mismo plan se recogen programas para evitar el deterioro de estos bienes como son el análisis enfocado a la prevención de riesgos para el patrimonio cultural y el medio ambiente, la monitorización de contaminantes y variables medioambientales y estudios de los efectos del medioambiente sobre los bienes culturales, mejoras en la eficiencia energética de los inmuebles que son o contienen bienes culturales o el estudio sobre los efectos del cambio climático en el entorno y la conservación de los bienes culturales.
El crecimiento urbano y rural a menudo a terminado degradando el medio pero también ha sido una oportunidad más para recuperar aquellos paisajes antes ignorados y poco protegidos. |
En otro reciente estudio, recogido por el diario El País,
se han señalado varios lugares en donde
el desarrollo mal planificado del turismo, el
acceso descontrolado de visitantes y la escasa conciencia ecológica han
deteriorado estos lugares, y como ello ha provocado la puesta en marcha de
planes. Sitios como Cartagena, una de las primeras ciudades de América Latina
en desarrollar desde el gobierno un programa de adaptación al cambio climático.
El Plan 4C (“Una Cartagena Competitiva y Compatible con el Clima”), que
consta de cinco estrategias: barrios adaptados al cambio climático; protección
del patrimonio histórico; adaptación basada en ecosistemas; turismo comprometido
con el cambio climático; y puertos e industria compatibles con el clima.
Parecido proceder hubo en la reserva natural de las islas Galapagos donde se
procedió a zonificarse las áreas
protegidas para asegurar un desarrollo sostenible.
En otros lugares como la Reserva de Mata Atlantica del Sudeste (Brasil) la protección del sitio viene de la sociedad civil a través de la Rede de ONGs da Mata Atlântica, una alianza que congrega a unas 300 ONG que actúan en defensa de este ecosistema brasileño. A medio camino entre lo público y lo privado se procedió en el proyecto conjunto del BID y la Corporación Nacional Forestal permitió recuperar los jardines ancestrales de la Isla de Pascua. Pero quizás han sido la acción de las librerías virtuales en 3D como CyArk, el mejor ejemplo de como las nuevas tecnologías pueden ayudar a proteger estas formas de bienes inmuebles a causa de desastres naturales, guerras, terrorismo, crecimiento urbano descontrolado o el paso natural del tiempo. Otro ejemplo de colaboración entre nuevas tecnologías y protección del patrimonio es el Monitoring Heritage System, donde se puede monitorizar a través de con sensores con el objetivo de asegurar la sostenibilidad del Patrimonio. Un sistema por otra parte incorporado al programa de Telefónica Smart Patrimonio.
En otros lugares como la Reserva de Mata Atlantica del Sudeste (Brasil) la protección del sitio viene de la sociedad civil a través de la Rede de ONGs da Mata Atlântica, una alianza que congrega a unas 300 ONG que actúan en defensa de este ecosistema brasileño. A medio camino entre lo público y lo privado se procedió en el proyecto conjunto del BID y la Corporación Nacional Forestal permitió recuperar los jardines ancestrales de la Isla de Pascua. Pero quizás han sido la acción de las librerías virtuales en 3D como CyArk, el mejor ejemplo de como las nuevas tecnologías pueden ayudar a proteger estas formas de bienes inmuebles a causa de desastres naturales, guerras, terrorismo, crecimiento urbano descontrolado o el paso natural del tiempo. Otro ejemplo de colaboración entre nuevas tecnologías y protección del patrimonio es el Monitoring Heritage System, donde se puede monitorizar a través de con sensores con el objetivo de asegurar la sostenibilidad del Patrimonio. Un sistema por otra parte incorporado al programa de Telefónica Smart Patrimonio.
No existe una única vía para intervenir en
estos centros históricos y evitar la degradación del paisaje debido a la acción
natural o humana. Las nuevas tecnologías pueden evitar en buena medida esta
situación, pero lo que no hay duda es de la necesaria colaboración entre los
Estados, las empresas y la sociedad civil para proteger y ayudar a preservar el
Patrimonio de la Humanidad.
Autor| Álvaro Plaza Sánchez
Vía| Álvaro Plaza Sánchez
Imágenes: Barnes-spain, ABC, El Mostrador
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