Llegó
septiembre y sus miserias, ¿por qué no refrescarnos la mente con filosofía
romana? Hoy, estoicismo
Filosofía estoica en el Imperio Romano |
Cuando tenemos que
volver a la cruda realidad del trabajo, estudios, vuelta al cole,... es fácil
caer en el desaliento añorando esas tardes en la playa... Podemos recurrir a
las innumerables entradas que nos ofrece Google en un clic sobre mindfulness,
meditación,... pero, ¿por qué no hacemos algo original este año y nos vamos
atrás un poco en el tiempo?. Al Imperio Romano, concretamente.
Poniéndonos más serias,
no es posible realizar un estudio de la
Historia de la Humanidad sin hacer una lectura ideológica de cada momento.
Como experimento, podríamos dedicarnos un día a leer los editoriales de los
periódicos y hacer saltos entre los diferentes programas de debate político de
la televisión para hacer un ejercicio parecido sobre nuestros días, pero en
este caso nos vamos a centrar y analizar el plano ideológico y filosófico
estoico desde un punto de vista del materialismo histórico.
Hagamos un pequeño
esfuerzo, y el atasco de la mañana nos parecerá que "Todo es trivial por la experiencia, sórdido por la materia. Todo
es ahora como entre aquellos a los que hemos enterrado." (Marco
Aurelio, Meditaciones, Libro IX, 14).
Como decíamos, según el materialismo histórico, entenderíamos que existe una
dependencia fundamental de las formas mentales respecto de los intereses de
clase en el contexto de determinadas relaciones de producción. Esto viene a
significar que, si vamos a hablar de estoicismo, vamos a hacerlo teniendo como
referente el contexto en el que se
desarrolla esta ideología, con un tapiz de fondo tanto en los reinos
helenísticos, donde surge, como en el mundo romano, donde tiene su apogeo, que
consiste en una sociedad esclavista.
Al igual que no entenderíamos los postulados ideológicos actuales sin el
contexto económico dominante, no podremos entender el estoicismo, sin ponerlo
en relación con una sociedad esclavista. Reflexionemos sobre uno de los axiomas
que postulaba el recientemente fallecido Gonzalo Puente Ojea, consistente en
que en mayor o menor medida, todas las
clases sociales en una situación histórica dada, comparten la ideología de las
clases dominantes.
Dejando a un lado el
desarrollo de la filosofía estoica en el mundo griego, donde surge, y
centrándonos en su apogeo en el mundo romano y el contexto histórico e ideológico
que lo sustenta, podemos aportar algunas pinceladas antes de hacer referencia
más pormenorizadamente a la obra de uno de sus mayores exponentes: el emperador
Marco Aurelio.
Séneca, Epícteto, el
propio Marco Aurelio,... desarrollaron su pensamiento en función de los
intereses de las clases dominantes (hemos dejado claro al principio que no
podemos olvidar el contexto de sociedad esclavista). Quizás, uno de los factores esenciales para la configuración
de la ideología estoica fue la necesidad de encontrar fronteras para el Imperio
y evitar la incursión bárbara. El propio Marco Aurelio hubo de hacer frente
durante su reinado a numerosas y prolongadas guerras, en la mayoría de las
cuales intervino personalmente: contra
los partos y armenios (161-166 d.C.); en Germania (168-169); contra los
marcomanos, cuados y sármatas, en las proximidades del Danubio, en dos campañas
(169-175; 175-180). Con el reinado de su
hijo Cómodo, quien le sucedió a su muerte, finalizó la etapa más próspera y
larga de la Historia del Imperio Romano (desde Trajano hasta la muerte de Marco
Aurelio). Estamos hablando de la necesidad de generar una convicción resignada
de que los bienes esenciales y valores que aún tenía la sociedad dependían de
la vigencia del orden imperial: unión por
oposición al otro, al bárbaro.
Marco Aurelio, Meditaciones, Libro VI, 6. "La mejor manera de defenderte es no
parecerte a ellos".
Gracias a esta raíz
psicológica los intereses de clase se reflejaron en el pensamiento estoico en
tanto que ideología de resignación. El estoicismo del Imperio comportaba un
peculiar compromiso doctrinal entre el primer estoicismo (mayor culto al
individuo) y el helenístico-romano (énfasis comunitario por la res publica). Poco a poco la filosofía
va tomando el carácter de una religión moral. De manera sutil y paulatina se van estrechando los vínculos entre
filosofía y religión, con un alejamiento del Estado y la vida pública, un
repliegue de la persona sobre sí misma. En el momento al que nos referimos,
los años de gobierno de Marco Aurelio, el estoicismo se entiende también como
un servicio a la comunidad, al orden y a la pax
romana. La pobreza y la explotación económica no revestían para los
estoicos un verdadero obstáculo para la existencia virtuosa, así se perpetúa el orden socio-económico, no trata
de cambiarlo, sino de propugnar la resignación en estrecha dependencia de las
fuerzas económicas, sociales, y políticas que lo sustentaban.
El
estoicismo terminó por
conformarse como una estructura dual de las ideologías que le permite ser expresión de las insatisfechas
aspiraciones de las clases inferiores y también ser plataforma intelectual de
dominación de las clases altas. Marco Aurelio habla en numerosas ocasiones
de vivir "conforme a la naturaleza", referido a la naturaleza
racional, pues en la filosofía estoica la razón ha de controlar los impulsos,
la parte irracional del individuo, los placeres.
Para volver de las
vacaciones de manera original, y que los lectores y lectoras podamos dedicar
unos minutos de nuestro tiempo a la sana tarea de ocupar la mente en el
pensamiento reflexivo, recogemos algunas de las citas que el propio Marco
Aurelio se encargó de legarnos, entre guerra y guerra...
Ya queda menos para las
siguientes vacaciones...
Libro IV, 35 "Todo
es efímero, lo que recuerda y lo recordado".
Libro V, 18. "Nada acontece a nadie que no sea por
naturaleza capaz de soportar. A otro le pasa lo mismo y, por desconocer lo que
le ha pasado, o por demostrar un gran espíritu, le planta cara y permanece sin
envilecerse. ¡Es terrible que el desconocimiento y la complacencia sean más
fuertes que la sabiduría!".
Libro VI, 3. "Mira dentro: que de ninguna cosa te
pase desapercibida ni su cualidad propia ni su valor."
Libro VI, 21 "Si alguien puede rebatirme y aportar
pruebas de que no pienso o actúo bien, cambiaré contento. Pues busco la verdad,
por la que nadie recibió daño jamás. Sufre
daño el que permanece en su propio engaño e ignorancia."
Libro VI, 28. "La muerte es el reposo de la impresión
sensorial, del impulso que nos mueve como marionetas, de la reflexión pensante
y de la servidumbre de la carne".
Libro VI, 39. "Acomódate a las cosas que te han
cabido en suerte. Y a los hombres con los que te ha tocado vivir, ámalos, pero
de verdad".
Libro VII, 69 "La
perfección moral tiene esto: pasar cada día como el último, no sufrir
convulsiones, no estar entorpecido, no ser falso".
Libro VIII, 33 "Toma sin orgullo, abandona sin
esfuerzo".
Libro VIII, 59 "Los
hombres han nacido los unos para los otros. Por tanto, enséñalos o
sopórtalos."
Bibliografía
Puente
Ojea, Gonzalo, El fenómeno estoico en la
Sociedad Antigua, Madrid, Siglo XXI, 1995 (4ª ed. corregida).
Marco
Aurelio, Meditaciones, Madrid, Alianza
Editorial, 2001.
Autora| Patricia Aguilar Moya
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