Monturque y Cabra, dos poblaciones vecinas andaluzas
con mucha historia
Torre del castillo de Monturque |
Antes
que árabe, Andalucía fue romana. Y su legado es imborrable. En torno al valle del Guadalquivir florecieron
poblaciones como Monturque, en la
provincia de Córdoba, que atesora en su subsuelo una de las obras de ingeniería
más importantes de la Hispania romana. Sus cisternas abastecieron de agua
durante décadas a la ciudad. Están excavadas en la roca y situadas en la zona
alta, en el centro del cementerio de San Rafael.
Estas
cisternas almacenaban copiosas
cantidades de agua de lluvia y a través de una compleja red de canalizacion
abastecían las necesidades de la población. Fueron descubiertas en el siglo XIX
y ahora pueden ser visitadas por el público.
Para
ello, el viajero debe tomar unas escaleras que descienden a sus tres naves
paralelas, dispuestas de norte a sur y divididas en cuatro estancias
comunicadas entre sí por puertas y orificios que buscaban evitar el rebose de
las aguas. El suelo está entarimado y los paneles informativos, los medios
multimedia o el sonido ficticio del agua mientras se pasea por su interior permiten
comprender el valor de una obra única
que llegó a tener una capacidad para 850.000 litros.
No
se tratan de las únicas cisternas de origen romano con las que cuenta
Monturque, pero sí las más importantes. Hay otras ocho, pero son de carácter
privado. El lugar donde se localizan las que se pueden visitar es un camposanto
que forma parte de la Red Europea de
Cementerios y a su lado está el paseo de San Mateo, una alameda arbolada
con bancos tallados en piedra donde abre sus puertas el Museo Local de
Historia, que alberga piezas iberas, romanas y árabes. En el cercano mirador de
Los Paseíllos se encuentra el criptopórtico romano, cuyos arranques son visibles
si se pasea a su alrededor.
Cerca
del cementerio queda la iglesia de San
Mateo, de orígenes gótico-mudéjares, pero su interior, dividido en tres
naves y cubierto de una valiosa armadura, atesora la capilla el Sagrario, una
obra destacada del barroco cordobés. La calle Rafael de Lara desciende hasta la
plaza de la Constitución, el centro de Monturque, y continúa hasta el castillo
medieval, del que despunta la torre del homenaje.
Castillo de Cabra |
De Monturque a Cabra
De
Montuque, el viajero aficionado por la historia se desplaza hasta Cabra, otra localidad cordobesa de obligada visita. Cabra es un pueblo noble
y antiguo, de reposadas arquitecturas, con cuidados jardines y palmeras. En tiempos de Roma fue una de las mejores
ciudades de la Bética y se llamaba Igabrum.
Su
más notable monumento es la iglesia de
la Asunción, de cinco naves, con pretensiones de catedral. Resulta
recomendable que el viajero deambule por las calles empinadas, angostas y
empedradas de la Villa Vieja, barrio antiguo y popular de Cabra donde quedan
vestigios del castillo.
También
podrá contemplar las casas principales
del pueblo, la del bachiller León, la natal de don Juan Valera (el autor de
Pepita Jiménez), o el palacio de los condes de Cabra. A todos estos
lugares habría que sumar el de un famoso instituto-colegio fundado en 1610 para
alumnos pobres y virtuosos donde estudiaron Alcalá Galiano, el héroe de
Trafalgar, Juan Valera y Niceto Alcalá-Zamora, que fue presidente de la Segunda
República.
El viajero que demande más sitios de
relevante pasado, puede visitar lugaresconhistoria.com.
Autor|
Javier Ramos de los Santos
Imágenes|
Castillo
de Monturque, Castillo de Cabra
En
colaboración| Lugares con Historia
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