La
aldea medieval perdida de Goschwitz ha sido descubierta cerca de Strzelin, en
la Baja Silesia
Descubren en Silesia los restos de Goschwitz, una aldea medieval perdida |
La aldea medieval
perdida de Goschwitz, que los especialistas habían estado buscando desde antes
de la Segunda Guerra Mundial, ha sido descubierta
cerca de Strzelin, en la Baja Silesia, mediante el empleo de la exploración
con tecnología láser aerotransportada. Sin extraer ni una sola pala de tierra
del suelo, ha sido posible determinar el área y la disposición de este
población de varios cientos de años.
“Hasta ahora, gracias a
los documentos escritos de la Edad Media, sólo sabíamos que el pueblo de Goschwitz fue fundado a finales del siglo XIII y que
sus habitantes pagaban tributos, por lo que nuestra investigación ha aportado una
enorme cantidad de datos, algunos de ellos sorprendente”, indicó la Dra. Maria
Legut-Pintal, del Departamento de Historia de la Arquitectura, Arte y
Tecnología, de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Wroclaw.
El descubrimiento se ha
realizado gracias al empleo del escáner
láser aerotransportado (ALS), que permite estudiar las formas del terreno
incluso bajo la cubierta natural de bosques y prados. Así se ha obtenido bastante
información que ha permitido reconstruir el trazado de la villa medieval.
“Sabemos que fue
fundada a finales del siglo XIII y que sólo existió durante unas pocas décadas.
Ahora, por primera vez en Polonia, tenemos la oportunidad de estudiar este
asentamiento. El fenómeno de abandonar
los pueblos era muy raro en esta zona y los nuevos edificios, por lo
general, se construyen encima de los más viejos”, aclaró la Dra. Legut-Pintal.
Fundado
probablemente por Bolko I el Estricto
El pueblo de Goschwitz
fue fundado probablemente por Bolko I el
Estricto, que comenzó a desarrollar el área de alrededor de Strzelin. El
pueblo desapareció a mediados del siglo XIV (más tarde, las referencias sobre
él dejaron de aparecer en fuentes escritas), por lo que funcionó sólo por una o
dos generaciones. Posteriormente, esta zona se convirtió en un bosque.
“Esta situación se
puede comparar con la Pompeya romana. Lo que tenemos aquí es un yacimiento conservado
desde un período estrictamente definido”,
añadió la investigadora.
Estructuras
halladas
La parte central de la
aldea era una plaza rectangular, llamada aldea verde. Al sur, había granjas con graneros, con jardines en
los patios traseros y tierras de cultivo que se extendían hacia atrás. “Curiosamente,
la imagen obtenida muestra incluso partes de las líneas que separaban los
campos de cada uno de los propietarios. Este es un hallazgo único en Polonia”, señaló
la investigadora.
Sigue siendo un
misterio para los historiadores por qué el pueblo fue abandonado tan
rápidamente. Según Legut-Pintal, la fundación del pueblo era una inversión del
príncipe local, de la que pensaba que tendría un usufructo. Sin embargo, parece
que en este caso se equivocó. Los investigadores piensan que los habitantes de
Goschwitz, además de a la agricultura (la tierra en esta región no era muy
fértil) se dedicaron a la búsqueda de
minerales valiosos y a las actividades mineras. Las canteras de esquisto estuvieron
funcionando en las inmediaciones del pueblo en este mismo período.
En este estudio, los datos
obtenidos son tan precisos que los científicos pueden incluso determinar el tamaño de las casas. Parecen ser
estructuras de varias habitaciones, adaptadas para familias multigeneracionales.
Edificios similares también se construyen en la zona de la actual República
Checa. Los contornos son visibles para el dispositivo de medición, ya que las
casas tenían los cimientos de piedra. Para las paredes probablemente se utilizaban
estructuras de madera.
El sistema de medición aplicado en la fundación del pueblo también es
conocido. La unidad básica era una cuerda de unos 45 metros de largo: el ancho
del pueblo era de 225 metros (5 x 45 metros) y su longitud de 405 metros (9 x
45 metros). “También nos sorprendió que el sistema de medición fuera diferente
al típico utilizado en la fundación de las ciudades”, explicó la investigadora.
La plaza central no se llegó a construir, aunque con el tiempo sí se
levantaron unos edificios residenciales y una iglesia. Pero sí se han detectado
alrededor de 20 granjas en el pueblo, cada una de diferentes tamaños.
En lo que sigue, los
científicos tienen proyectado continuar con la investigación arqueológica. En otoño
comenzarán con las labores de campo,
usando un equipo geomagnético que permitirá escudriñar lo que hay debajo de la
superficie, sin acudir a la excavación, y seguir extrayendo información sobre
los antiguos habitantes de Silesia.
Autor| José
Antonio Cabezas Vigara
Vía| Blasting
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Imagen| Blasting
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