Los Yōkai entre la
antigua vida cotidiana japonesa y la actualidad desbordante
El keukegen ilustrado por Toriyama Sekien |
Los Yōkai (“妖怪”) son
criaturas que se identifican con dioses caídos,
son seres sobrenaturales que se encuentran en una situación liminal en muchos
aspectos, están en “tierra de nadie”. No llegan a ser dioses, o kami, nombre atribuido por el Sintoísmo,
pero tampoco son seres como los Yūrei, los fantasmas, o los Oni, los demonios,
tampoco son animales o seres vivos; pertenecen a un plano intermedio entre los
primeros y los últimos constituyendo “el horizonte” que separa los dos mundos
(por los que los japoneses entienden que se separa la realidad).
Estas criaturas propias del imaginario japonés en una
combinación de las diferentes creencias que se amalgaman habitan en la
cotidianidad, en los hogares y rincones, pero también en tormentas, en grandes
olas del mar, en el ruido desconocido en la noche. Se les asocia generalmente
con los cultos a los fenómenos naturales que resultaban inexplicables para el
ser humano, relacionándolos también con el Sintoísmo más arcaico, debido a sus
creencias animistas muy vinculadas a la naturaleza, éste concebía que todas las
cosas y seres del universo están habitados por un dios de entre la infinidad de
deidades que forman su panteón.
El Yōkai bebe de estas creencias para conformar su
esencia en comunión con la naturaleza, pues prácticamente todos ellos aparecen
vinculados en particular a un animal, a un elemento, algún fenómeno natural,
etc. Por su situación limítrofe los japoneses no perciben al Yōkai como un
dios, como un ser completamente sobrenatural, sino como una criatura con la que
se convive diariamente y con la que mantienen una relación más estrecha por esa
cotidianidad, es decir, no es sobrenatural, pero tampoco natural y he ahí su
esencia de ser liminal.
El keukegen ilustrado por Toriyama Sekien |
Por su naturaleza se le asocia un carácter maligno, el
Yōkai suele ser signo de mala suerte, de enfermedad, de una inminente muerte,
por ello a base de ceremonias y ritos con los que se busca evitar la presencia
de estas molestas criaturas. Pero esto no puede extenderse ya que el mundo de
los Yōkai es muy amplio y enormemente diverso, ya que a lo largo del
archipiélago de Japón encontramos un mismo Yōkai con distinta apariencia, con
un atributo diferente, pueden incluso concebir alguno que en otra zona ni
siquiera se sepa cuál es.
Aunque el tono habitual que acompaña a los Yōkai es el de
miedo, rechazo y tensión, las ceremonias y rituales son una expresión de ello,
ya que se destinan a alejarlos de sus hogares, o de sus vidas en general. Los
Yōkai no tienen por qué ser violentos muy pocos de ellos se destacan sobre los
demás por actuaciones verdaderamente violentas como por ejemplo la muerte. Aun
así algunos de ellos son especialmente mortíferos, como por ejemplo la Nureonna
“濡女”, literalmente “mujer acuosa” que devora a sus víctimas, o el Ushioni “牛鬼” el
“buey-diablo”, que vive en cataratas y simas, cuya mirada provoca la muerte,
también se piensa que se come la sombra de las personas, lo que también trae la
muerte. Sin embargo otros Yōkai
no comportan historias violentas, sino más bien trágicas, como la de la Ubume “産女”, la “parturienta”, la cual vaga por
los caminos con su hijo en brazos buscando a alguien que no tema de ellos para
poder así hallar la paz.
Sin embargo este miedo al Yōkai se ha ido transformando,
y perdiéndose, debido a la publicación de las guías de Yōkai, historietas,… que
generaron una familiarización de las personas con estas criaturas, que pasaron
a convertirse en elementos curiosos, simpáticos y humorísticos. Pero esto no ha
sido siempre así, de hecho durante el periodo Heian (794-1185) se creía que por
las noches en la ciudad de Heian-Kyô (actual Kioto) desfilaban los Yōkai en
“procesión” de forma que si alguien los encontraba fallecía, como una especie
de “Santa Compaña” que sería el homólogo en España de este desfile de muerte;
en este caso la comitiva era muy temida por todos los habitantes de Kioto y por
ello evitaban salir a las calles cuando era noche cerrada. De ahí que desde el
sentimiento se emplee al Yōkai como una forma de control social, delimitando el
uso de espacios y el tiempo, como lo hiciera ya Jack el Destripador en
Inglaterra, evitando de esa forma que las mujeres pasearan solas por las calles
de Londres después del anochecer.
Shigeru Mizuki (1922- 2015), dibujante de manga japonés,
popularizó el mundo de los Yōkai con trabajos como Gegege no Kitaro las historias de un niño con sus compañeros Yōkai
que dio a conocer estas criaturas sobre todo a los niños y de la cual han
llegado a hacerse múltiples seres de televisión. En este sentido la
transformación del Yōkai es ya completa, desde su concepción a su
representación, que será muy diferente a
las ilustraciones de Toriyama Sekien, así como mucho más variada, porque
el Yōkai llega a ser viral y salta a Internet
abandonando por último su “naturaleza” de personaje de libro a ser puramente
imágenes que pueblan la red.
Bibliografía
CID LUCAS, F. (editor), ¿Qué es Japón? Introducción a
la cultura japonesa. Cáceres, Universidad de Extremadura, 2009.
LAZANCO SALAFRANCA, F., Introducción a la cultura
japonesa: pensamiento y religión. Valladolid, Universidad de
Valladolid, 2011.
PÉREZ RIOBÓ, A. y CHIDA, C., Yokai: Monstruos y
Fantasmas en Japón. Gijón, Satori, 2013.
TORIYAMA, S., Guía ilustrada de Monstruos y Fantasmas
en Japón. Madrid, Quaterni, 2014.
Autora| María Bajo
Gutiérrez
Vía| Ver Bibliografía
Imagen| Wikimedia
Comentarios
FUERON EDUCADOS PARA ESO .SIN OPORTUNIDAD DE ELEGIR.DICE.MIDIOS.
BENDICIONES PARA TODOS ELLOS.
FUERON EDUCADOS PARA ESO .SIN OPORTUNIDAD DE ELEGIR.DICE.MIDIOS.
BENDICIONES PARA TODOS ELLOS.
Y SE HICIERON RICOS A COSTA DE ELLA.NO TENDRAN PERDON.DICE MI DIOS.