‘Las
señoritas de Aviñón’ es uno de los cuadros más emblemáticos del artista
malagueño Pablo Picasso y, además, es el símbolo por excelencia del cubismo
Boceto para 'Las Señoritas de Avignon' (1907), de Pablo Picasso |
Esta pintura marca un
antes y un después en la obra de Picasso. Es una pintura revolucionaria,
en la que los cuerpos están reducidos a formas geométricas. No hay sensación de
profundidad ni interés de imitar la realidad. Aparecen cinco personajes femeninos que han sido identificados como
prostitutas, que muestran posturas sugerentes para que el cliente las escoja.
El fondo de la composición nos recuerda a las pinturas del Greco.
Las dos de la derecha
están inspiradas en máscaras africanas,
la del fondo a la izquierda recuerda a la estatuaria
egipcia y las dos de enfrente son caricaturas
estilizadas. Pero lo que en realidad representan es una advertencia sobre
las enfermedades venéreas.
'Las Señoritas de Avignon', de Pablo Picasso |
De esta obra se
conserva un boceto preparatorio en
el que aparecían dos personajes más, un cliente y un estudiante de medicina con
una calavera en la mano.
Cuando Picasso mostró
este cuadro a sus amigos le llovieron las críticas, con excepción de Georges Braque que le apoyó y Daniel-Henry
Kahweiler que fue quién financió la sociedad creativa de la que surgió el cubismo.
Ese término apareció
cuando Braque expuso sus cuadros en el Salón
del Otoño de 1908 y de forma despectiva Matisse se refirió a ellos como “cuadros hechos de cubitos”.
Bibliografía
GOMPERTZ, W., ¿Qué
estás mirando? 150 años de arte moderno en un abrir y cerrar de ojos. Madrid, Editorial Taurus, 2013.
Autora| Rosa
María Huertas Franco
Vía| Ver bibliografía
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