La nueva Sociedad de la
Información demanda nuevas nuevas disciplinas científicas que nos ayuden a
entender el medio en el que vivimos
Según M. Castells la sociedad de la información es aquella en la cual las tecnologías que facilitan la creación, distribución y manipulación de la informacion juegan un papel esencial en las actividades sociales, culturales y económicas |
Las Nuevas Tecnologías han propiciado la aparición de la Sociedad
de la Información. Este fenómeno ha transformado la forma en que los seres humanos se relacionan, aprenden, se comunican e interactúan
obligando a replantearnos el sentido que las ciencias y las humanidades tienen
para ayudarnos a entender el mundo. Y así, al calor de esta transformación han
surgido las humanidades digitales.
Se atribuye al jesuita Roberto Busa (1913-2011) la fundación de esta disciplina al unir la Filología e Informática en 1949 para el estudio de su Index Thomisticus. Desde entonces la colaboración entre
la informática y las humanidades no ha hecho mas que crecer. Definimos las Humanidades Digitales no
tanto como disciplina homogénea sino como la “aplicación de métodos y
herramientas computacionales al estudio, la investigación o la docencia de las
humanidades”.
Entre sus funciones está crear
bases de datos con recursos digitales relevantes para las Humanidades,
desarrollar metodologías que permitan generar nuevos elementos derivados de
estos datos, y finalmente generar investigación y conocimiento para incrementar
nuestra comprensión en las Humanidades. Hoy día son cada vez más numerosos
los cursos, estudios y programas dedicados a la difusión de las Humanidades
Digitales.
Las Humanidades Digitales trastocan la dicotomía entre ciencias y humanidades al propiciar no solo el diálogo entre disciplinas científicas sino la fusión de sus métodos |
El trabajo del humanista
digital corresponde principalmente al proceso de digitalización,
proceso que varía en función de la fuente y objetivos del proyecto. Pues no es
lo mismo escanear un texto que escanear una pintura o un dibujo; en ambos casos
se obtiene una representación digital, pero mientras que en el segundo, una vez
se han añadido los metadatos que identifican la imagen, el output resultante
puede ser incorporado a una biblioteca, repositorio o museo virtual, el texto
debe ser manipulado para que el ordenador pueda distinguir los caracteres y las
palabras. Otro de sus trabajos corresponde a la difusión y publicación a través
de métodos tradicionales (revistas, libros, seminarios) o más modernos (redes sociales,
moocs, revistas electrónicas, páginas web,...).
La interdisciplinariedad del humanista digital le obliga a tener conocimientos informáticos e incluso saber programar |
Es la abundancia de datos con
la que el investigador se relaciona la que hace necesaria una constante
colaboración y publicación, y que por ello las Humanidades Digitales sean una
de las disciplinas que más se han apoyado en el movimiento
open-source para sumar esfuerzo, ideas y conocimiento al mismo
proyecto. Y es justo el vínculo entre la necesidad de usar y difundir el
conocimiento a través de las Nuevas Tecnologías lo que alimenta la colaboración
entre Informática y Humanidades y que por tanto el humanista digital
deba ser capaz tanto de interpretar una imagen o texto como de manejar con
soltura ordenadores, escáners, cámaras de vídeo y fotográficas, smartphones, tablets, etc., e incluso de programar.
De esta forma concluimos que
las Humanidades Digitales son una nueva disciplina en constante formación y crecimiento que aprovecha los métodos y técnicas que las nuevas tecnologías admiten para transmitir
conocimiento y posibilitar una nueva interpretación adaptada a las necesidades de la nueva sociedad. Todo esto cambiará radicalmente nuestra
manera
en que nos acercaremos al conocimiento para estudiar el pasado y
predecir el futuro.
Autor| Álvaro Plaza Sánchez
Vía| Álvaro Plaza Sánchez
Imágenes| Cuadro
Comparativo, Lindh, Proeva
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