En una de las pirámides de Palenque se encuentra el
sarcófago de Pakal el Grande, el cual está cubierto con una tapa que ha dado
lugar a un sinfín de especulaciones
El templo de las Inscripciones de Palenque reúne todas las
características del valle de Usumacinta. La pirámide está formada por ocho
terrazas con basamentos en talud, decorados con estuco. A ella se accede
mediante una escalinata que nos conduce a la parte superior, donde encontramos
una entrada formada por cinco vanos separados por pilastras.
En el interior hallamos una cámara abovedada decorada con tres
paneles que contienen la segunda inscripción más larga del mundo maya. En esa
sala se localizó una escalinata de descenso que nos lleva a una cámara, que se
encuentra a ras de suelo. Ahí nos encontramos un sarcófago monolítico sostenido
por pilastras, donde está enterrado Pakal el Grande.
El sarcófago presenta forma de útero, por lo que el cadáver debía
estar situado en posición de salida, como un feto en el momento antes de nacer.
Pero lo más llamativo es la lápida que cubre dicho
sarcófago, en la que aparece Pakal sentado sobre una cruz foliada que representa el árbol
de la vida maya. Pero al poner la lápida en posición horizontal vemos al rey
maya manipulando una especie de nave espacial, con los mandos insertados en una
cápsula, de ahí que se le conozca como el astronauta maya.
Al parecer, lo que se representa verdaderamente son las
fauces de las divinidades del mundo maya, el monstruo dragón con las fauces
abiertas y el árbol de la vida. Pakal estaría sentado en el medio como mediador
entre el mundo terrenal y el inframundo.
Autora| Rosa Mª Huertas Franco
Imagen| Lote33
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