Las Provincias Unidas surgieron en 1565 a
resultas de la revuelta
político-religiosa, luego convertida en guerra, contra la Monarquía Hispánica
Barcos en los Puertos de las Provincias Unidas |
Las Provincias Unidas surgieron en 1565 a resultas
de la revuelta político-religiosa, luego convertida en guerra -1568-,
contra la Monarquía Hispánica, potencia hegemónia en este momento y que
regía el territorio hasta la eclosión del conflicto. A lo largo de ochenta años, en
los que hubo una tregua -1609-1621-, ambos estados se ensalzaron en una guerra
que se saldó con la victoria holandesa en 1648, ratificada por el Tratado de
Münster. Según la historiografía modernista las Provincias Unidas se
impusieron en la guerra gracias a tres factores: la revolución militar, que les
permitió la supervivencia entre 1568 y 1609, y tras 1621 los progresivos
éxitos; la voluntad acérrima de resistir por su causa político-religiosa y,
finalmente, por su apuesta por el poder naval comercial y militar. Este
último estableció la supremacía naval holandesa militar -construcción de
navíos, oficiales entrenados y tácticas de combate- y el control de las rutas
comerciales hacia las colonias, debido, en parte, al papel de los Mendigos del Mar, corsarios holandeses
que irrumpieron en el mundo colonial de la Monarquía Hispánica.
La
ruptura del monopolio ibérico sobre el comercio ultramarino se dio en sus
inicios por parte de los corsarios ingleses, los corsarios hugonotes
franceses y los Mendigos del Mar,
nombre dado por los hispánicos a los corsarios holandeses. El corso fue una
iniciativa de guerra financiada por privados y respaldada jurídicamente por los
estados. Los holandeses, sirviéndose primero de
los corsarios y más tarde de la marina de guerra entablaron la lucha
contra la Monarquía Hispánica tanto en
el mar como en las colonias, llegando a controlar estas últimas así como el
comercio atlántico y oriental.
Un
factor de gran importancia para el desarrollo comercial de las Provincias
Unidas fue la creación de las Compañías Comerciales en
1602 -en Inglaterra en el 1600-, unas sociedades de inversores dedicadas al
comercio ultramarino que buscaron en estas agrupaciones un amparo jurídico y
militar para sus acciones. Así pues, desde el marco de la Guerra de los
Ochenta Años, la República Holandesa buscó una salida económica para su
supervivencia en el mar y sus distintos niveles, que se iría conformando como
su futuro. La prueba de cómo las Provincias Unidas dependieron del mar se
encuentra en las tres guerras que sostuvo contra Inglaterra -potencia comercial
y colonial- durante el siglo XVII -1652-1654, 1665-1667 y 1672-1674- motivadas
por la rivalidad comercial de estos dos estados.
Algunos
de los objetivos comerciales holandeses -sustituir al monopolio ibérico y
asegurar la empresa-, de entre otros, se encuentran en el Contrato y alianza perpetua entre la Compañía de las Indias Orientales
de las Provincias Unidas de los Países Bajos y el rey de Conchin, en 1663.
Este Contrato manifestó el hecho
colonizador de los holandeses durante el siglo XVII: controlar a nivel
político los territorios que suministraban los productos que Europa necesitaba
de Oriente por lo que, previamente, se ejercía una presión militar. Sin
ésta, así como el beneplácito real -forzado por las armas o por colocar en el
trono a un rey favorable-, las Provincias Unidas no habrían obtenido las concesiones que figuran en el Contrato y que suponían el pleno monopolio de los recursos para los
holandeses.
Como
muestra se pueden analizar algunas cláusulas. El tercer punto pone en evidencia
que la Compañía es capaz, por los medios que sean necesarios, de asentar
a quien crea conveniente en el trono de Cochin y que este será protegido por
los poderes de los holandeses -hecho que se especifica más en el séptimo punto-. El cuarto punto concede el
monopolio de la pimienta y la canela -que se efectuará solo por mar según el doceavo
punto- en exclusiva para la Compañía, mientras que el siguiente constata
que ningún otro estado puede inmiscuirse en dicho monopolio; en el sexto punto
se permite a los holandeses establecer cuantas medidas crean oportunas para
asegurar el control de los dos puntos anteriores. Para la tranquilidad del rey de Cochin, se asegura su paga en el
octavo punto. También se especifican las ventajas fiscales que los miembros de
la Compañía recibirán respecto a los productos proporcionados. Otras
medidas que los holandeses esclarecieron en el Contrato giran en torno a la religión: en el décimo-cuarto se prohíbe la religión católica y se autoriza
su persecución con previo permiso.
Con
la política naval holandesa, el
inmediato perjudicado fue el mundo hispánico, hasta que la Inglaterra de
Cromwell la superó tras la declaración del Acta
de Navegación, en 1651, -en la que se desafiaba el monopolio holandés y se
afirmaba la voluntad de sustituirlo- y tras las tres guerras sostenidas
-1652-1674- entre ambas potencias.
Siguiendo
a Geoffrey Parker, los europeos tuvieron éxito en la colonización por su abrumadora superioridad militar, por
más Contratos e intenciones de paz y
buena voluntad que afirmaran tener para con los pueblos a los que se
dirigieron.
Autor|
Roger Mesegué Gil
Vía|
Geoffrey Parker y
otros
Imagen|
Historia
y Biografías
Comentarios