Los pilares del discurso revolucionario de Castro se
apoyaron en los conceptos del antiimperialismo y del nacionalismo, hasta el
punto de que su consigna principal pasó a ser “Patria o muerte”
Fidel Castro y el Che Guevara |
El 25 de noviembre de
2016 murió Fidel Castro. Este líder histórico de
la Revolución Cubana nos dejó, según el anuncio de su hermano, el presidente
cubano Raúl Castro, a los 90 años de edad. De su larga vida, Fidel pasó la mayoría de su tiempo como
activista político para terminar, tras la denominada Revolución Cubana, gobernando
Cuba durante medio siglo. Pero, ¿cómo empezó todo?
Todo comenzó
cuando Eduardo Chibás, del Partido Ortodoxo, siendo el gran triunfador de las
elecciones de 1952, se suicidó. Su muerte dio paso a un vacío político, que
cubriría Fulgencio Batista que,
aunque había participado del Movimiento de la Paz, próximo al Partido
Comunista, para agradar a Estados Unidos escogió un camino anticomunista y aumentó
la represión política contra la izquierda.
En esta
situación, el 26 de julio de 1953, Fidel
Castro organizó el asalto al cuartel de Moncada, en Santiago de Cuba. Esta
posición era la segunda guarnición militar del país y su toma sería el inicio
de una insurrección popular para acabar con la dictadura, pero fracasó y, en
contra de lo esperado, se robusteció circunstancialmente al régimen de Batista.
La mayor represión aisló al dictador que, en 1954, fue ‘elegido’ presidente en
un proceso electoral en el que no contó con competencia alguna.
La vida
política se sosegó, entre otras circunstancias, después de la liberación de Castro y de su partida al
exilio.
Raúl Castro junto al Che Guevara en la Sierra de San Cristóbal |
El comienzo de la Revolución de Cuba
El exilio no
acabó con las pretensiones de Castro. Desde México organizó la expedición del yate Gramma y desembarcó
en tierras cubanas en noviembre de 1956. Pese a su derrota inicial, el líder
revolucionario y su Movimiento 26 de Julio (M-26), surgido de la izquierda del
Partido Ortodoxo, consiguieron crear un foco
guerrillero en Sierra Maestra, en la provincia cubana de Oriente, que en
adelante sería la base del Ejército Rebelde comandado por Castro. Además, mientras
la guerrilla se fortalecía en la sierra, la oposición urbana también aumentó e
inició ciertas acciones armadas en las ciudades, mientras que la represión crecía.
La guerrilla
de Castro, a partir de 1957, comenzó a tener cierta entidad, pero aún no tenía
la fuerza suficiente como para acabar con el régimen de Batista. Propuso una huelga general que fracasó por la indiferencia
de los cubanos y por la falta de un respaldo de los sindicatos oficialistas y
comunistas.
Con el
tiempo, la guerrilla pasó más a la acción mediante la ofensiva militar en los llanos, por medio de la quema de
cañaverales y la destrucción de cosechas. Asimismo, se abrieron dos frentes guerrilleros, uno al mando
de Raúl Castro y otro al de Juan Almeida, y se coordinaron ciertas acciones
militares por parte de Camilo Cienfuegos y Ernesto Che Guevara. Se vigorizó el
avance revolucionario, mientras la integración militar del PSP en el M-26
aumentaba la agitación urbana.
Los cuadros comunistas, por su experiencia
en la lucha revolucionaria y por su mayor protagonismo, ocuparon los puestos
claves en el M-26 y controlaron el Ejército Rebelde avalados por Fidel y Raúl
Castro. Este hecho explica, en parte, el rápido giro prosoviético de la
revolución cuando se tomó el poder.
Fidel Castro |
El derrocamiento de Batista y la llegada de Fidel
Castro al Poder
Con el Pacto de Caracas, en julio de 1958, se consolidó
una coalición anti-Batista y se precipitó la caída de la dictadura, que ya no
contaba con el favor de los Estados Unidos ni con el armamento que este país le
proporcionaba. En agosto de ese año se lanzó la ofensiva final y, con el pueblo
en la calle y enarbolando las banderas de la moralización, el 1 de enero de
1959, Castro y los suyos tomaron La
Habana.
Castro,
gracias al respaldo popular del M-26, pudo hacerse con el control de la
situación e impulsar una serie de transformaciones políticas, económicas y
sociales. Se inició, de esta forma, un proceso
revolucionario que se caracterizó por el tradicional nacionalismo cubano respaldado
por un gran consenso del pueblo.
No obstante,
al poco tiempo, Castro dio un vuelco autoritario a la situación, imponiendo un régimen más personalista caracterizado
por su fuerte carisma y su capacidad de liderazgo. Los pilares de su discurso revolucionario
se apoyaron en los fundamentos del antiimperialismo y del nacionalismo, hasta
el punto de que la principal consigna del régimen pasó a ser “Patria o muerte” y se adoptaron los
principios del marxismo-leninismo.
Con el giro
de Cuba al comunismo y la integración del país al bloque soviético, se puso en
marcha una serie de políticas
igualitarias para construir el socialismo, un objetivo del que Castro nunca
desistió.
Bibliografía
Iglesias Leyva, Joel. De la Sierra Maestra al Escambray.
Editorial Letras Cubanas, Ciudad de La Habana (Cuba), 1979.
Llerena, Mario. La revolución insospechada: origen y desarrollo del castrismo.
EUDEBA , Buenos Aires (Argentina), 1981.
Autor| José Antonio Cabezas Vigara
Vía| Ver bibliografía
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Imagen| Wikipedia
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