Los arqueólogos han hallado en Sasiny, una pequeña población
del distrito polaco de Bielsko, diez tumbas cristianas con apariencia megalítica
Tumba cristiana con apariencia megalítica. Foto: M. Dzik |
Los arqueólogos
han hallado diez tumbas monumentales, de
hace casi mil años, en Sasiny, una pequeña población del distrito polaco de
Bielsko. A pesar de que su forma se asemeja mucho a la de los enterramientos megalíticos
del Neolítico, son cristianas medievales, según ha informado el director de la excavación
arqueológica, el Dr. Michał Dzik, del Instituto de Arqueología de la
Universidad de Rzeszów (IAUR).
El antiguo cementerio
de Sasiny se usó entre los siglos XI y XIII, en pleno medievo. Estas fechas se
corresponden con un tiempo en el que esta zona de Polonia iba pasando, de mano
en mano, por los gobiernos de los
príncipes de los Piast o del Rus, según el momento.
Según el Dr.
Dzik, todos los miembros de la comunidad local eran enterrados en dicho
cementerio, tanto los más pobres como
los más ricos, incluyendo a la élite social, empleando unos ritos
funerarios que eran comunes para todos. Cada uno de los fallecidos era colocado
en una gran estructura funeraria, caracterizada por tener unos bordes compuestos por grandes cantos
rodados, como se observa en la imagen.
El contorno
de las tumbas es casi rectangular y el perímetro
está rodeado por grandes rocas, algunas de las cuales pueden llegar a pesar
más de media tonelada. Del mismo modo, los enterramientos se rellenaban con varias capas de piedras de menor tamaño,
que cubrían al difunto que, a su vez, estaba colocado en un ataúd de madera o
cubierto con una mortaja. En total, las estructuras de este tipo de
enterramientos tenían, de promedio, unas dimensiones de unos 5 por 3,5 metros.
Para el Dr.
Dzik, el cementerio sirvió a la comunidad local durante mucho tiempo y estas tumbas
más inusuales no son más que el resultado de la evolución de las costumbres funerarias locales. Sin embargo, según
otras hipótesis, la forma de estas sepulturas pudo haber sido introducida por colonos
llegados de la zona de Mazovia o por guerreros de origen escandinavo que
vinieron a través del Rus.
El
cementerio es único porque son pocos, de
estas características, los que han llegado hasta nuestros días, ya que lo normal
era que la gente de las diferentes poblaciones de Mazovia y Podlasie, donde se
dio este tipo de tumbas, reutilizara las piedras para levantar otras
construcciones.
Aunque pueda
sorprender que los cristianos de esta época fueran enterrados en tumbas con morfologías cuasi paganas, no hay que perder de vista que, en los siglos
XI-XIII, el cristianismo pudo convivir en la frontera de Polonia con el Rus con
muchas viejas tradiciones paganas que todavía se conservaban entonces. Una de estas
costumbres pudo haber sido la de las formas de las tumbas.
Durante la
excavación de los enterramientos de las fosas individuales, los arqueólogos
descubrieron rastros de las costumbres
funerarias de los tiempos pre-cristianos, como las hogueras realizadas
dentro de la tumba antes de su rellenado o fragmentos de vasijas rotas colocadas
junto a los fallecidos, posiblemente utilizadas durante el ritual funerario. Cabe
preguntarse si los sacerdotes cristianos presidieron ese tipo de ceremonias.
Además, como
parte del ajuar, los arqueólogos han hallado numerosos ornamentos junto a los difuntos, como docenas de cuentas
de vidrio, anillos chapados en plata, colgantes con forma de luna y con una
cruz (lúnulas), etc. Estos objetos apuntan a que, al menos algunos de los
muertos, fueron enterrados con una rica
vestimenta, probablemente de tipo festivo.
Con el paso
del tiempo, los tipos de enterramientos fueron cambiando y adaptándose más a los de la tradición cristiana, seguramente por
las prohibiciones establecidas con la difusión de esta religión.
Autor| José Antonio Cabezas Vigara
Vía| Blasting News
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Imágenes| Blasting News
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