La antropología lucha hoy
en día, como otras disciplinas, por hacerse un hueco en otros campos. Nos
preguntamos si esta ciencia puede aplicarse en el campo empresarial y sus
posibles aportaciones
La antropología y la empresa: ¿es posible la relación? |
¿Qué es la antropología industrial o de la empresa?
La
antropología industrial o de la empresa es aquella rama de la disciplina que
establece como ámbito de estudio la industria y empresa. Se trata de una rama
poco conocida, que dista mucho de su objeto de estudio más tradicional, ya que
esta ciencia siempre ha estado relacionada con el estudio de culturas exóticas.
En el siglo XX se llevaron a cabo algunos estudios dentro de organizaciones industriales. Sin
embargo, este tipo de estudios toman especial fuerza después de la crisis
económica del 29 y posterior recuperación. Un ejemplo significativo ocurrió en
Manchester, en los años 50, donde un grupo de antropólogos llevó a cabo una
serie de estudios de organizaciones industriales donde se valieron de la
realización de trabajo de campo que
conllevó un proceso completo de observación
participante.
Principales áreas de estudio
Si consideramos la empresa como un sistema cultural, la antropología puede entrar en escena. El punto
de vista de la antropología empresarial considera la empresa desde el punto de
vista menos formal, mecánico o tradicional de la organización para prestar
atención a la parte más humana y social
de la misma, y se presenta como complemento a conclusiones de las ciencias
empresariales más puras.
Según Baba (1986), las principales áreas de estudio de la antropología empresarial serían: el marketing y conducta de consumo, la teoría
organizacional y cultura
organizacional, la organización
interna y procesos organizacionales,las
relaciones corporativas externas y las
empresas y negocios internacionales.
Como
vemos, la antropología industrial actúa a varios niveles: a nivel de los consumidores (psicosociológico), nivel empresarial
interno(organización, cultura organizacional) y nivel empresarial externo, éste
último en todo lo relativo a la relación de la empresa con el medio que le
rodea. Un enfoque completamente holístico,
donde no se considera la empresa como un conjunto aislado.
Problemas
Ciertos
puntos de vista han defendido que la antropología de la empresa es la mejor
estrategia para conocer el mundo obrero.
Otros defienden que una antropología de la empresa solo podría existir si es por o al servicio de la empresa.
Desde
el momento de intento de aplicación de la antropología ya surgen problemas; siendo
una de las ciencias más academizadas que existen, como sostiene Clifford Geertz, además de ser una disciplina “inequívocamente
aplicada”. Para los más puristas, la aplicación de la antropología es sinónimo
de antropología de segundo nivel. Sin embargo, actuar en el sector
organizacional privado es necesario aportar puntos de vistas diferentes. La
antropología, como cualquier disciplina, tiene poca utilidad social desde el despacho universitario.
Según
Jordi Roca i Girona, la relación antropología y empresa ha sido
tradicionalmente una relación desconfiada
y desconocida entre ambas
partes. El conocimiento mutuo sería un buen punto de partida para llevar a cabo
prácticas antropológicas en el seno empresarial.
Luego
surgen otros interrogantes. Cuando se contrata un antropólogo, se hace para
llevar a cabo acciones que mejoren la empresa, y si ésta mejora, seguramente se
incrementarán los beneficios. En este
caso, ¿estaría el antropólogo alineado con los intereses empresariales? ¿Sólo
sería la válida una antropología altruista?
¿Qué puede aportar la antropología a
las empresas?
Algunos
autores exponen los elementos clave donde pueden tener fortalezas los
antropólogos: habilidad para solucionar
problemas y gestionar adecuadamente la relación tiempo-coste, competencias
sociales y trabajo en equipo, habilidades cuantitativas, habilidades comunicativas y competencias
en campos afines sustantivos.
Otro
aspecto crucial es el conocimiento de la cultura
de empresa, confundida frecuentemente con la imagen de empresa. Según
Schein, esta aparece como “un modelo de presunciones básicas-inventadas,
descubiertas o desarrolladas por un grupo dado al ir aprendiendo a enfrentarse
con sus problemas de adaptación externa e integración interna, que hayan
ejercido la suficiente influencia como para ser consideradas válidas y, en
consecuencia, ser enseñadas a los nuevos miembros como el modo corrector de
percibir, pensar y sentir esos problemas”.
Conclusiones
Para
muchos, la empresa constituye un sistema
cultural formal: valores, ideas, normas de comportamiento, reglas,
símbolos, etc. En definitiva, una construcción
social llevada a cabo a través de la interacción
social.
En la
empresa, como organización compleja, tenemos que valorar la existencia de
grupos y departamentos diferentes, cada uno con sus propias subculturas y modos de percepción de
todo. Por lo tanto, las organizaciones serían no sólo de naturaleza cultural
sino multicultural.
El
éxito de la antropología de la empresa dependerá de la apertura de la
antropología tradicional y de la empresa tradicional así como del conocimiento
mutuo. El punto de vista de la antropología no es más o
menos válido, aunque esta ciencia ofrece “terapias
alternativas” a los problemas internos y externos de las organizaciones.
Observar, medir, entrevistar, sentir, reflexionar, comparar, etc. Una mezcla de
herramientas cuantitativas y cualitativas, donde prima lo orgánico, estando
todo conectado y sobre todo, con la constante aspiración a comprender. La
antropología de la empresa no es una herramienta de gestión empresarial, sino
de comprensión organizacional a través de métodos antropológicos. Como dijo Geertz,
“de lo que se trata es de conversar con los otros, a fin de, comprendiéndolos,
ampliar el universo del discurso humano”.
Autor| Antonio
Pérez Arroyo
Vía| Ceas
Imagen| Pixabay
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