Huéscar, un municipio granadino en guerra unilateral contra Dinamarca

Huéscar decide declarar la guerra a Dinamarca en 1809, hasta que se firma un tratado de paz que, aunque llega un poco después, no es conocido por el municipio hasta pasados 172 años 
 
Foto de la firma de paz, con el grupo de daneses ataviados como Vikingos
Para entender este insólito conflicto unilateral hay que remontarse al año 1796, en el que España y Francia firman el Tratado de San Ildefonso por el que, paradójicamente, pasan a ser aliadas contra Inglaterra. En cumplimiento de este contrato, y por la petición de Napoleón, en 1808 España envía a 13.000 combatientes a Dinamarca, aliada de Francia, para evitar que Suecia, con la que se mantenía en guerra, desembarcara en Jutlandia.

En medio de esta incursión, España se percata de que los planes de Napoleón pasan por invadir España tras el sutil gesto de deponer a Fernando VII y colocar como rey a su hermano José Bonaparte y, así, comienza la Guerra de Independencia para tratar de expulsar a los franceses. Los soldados españoles que se encontraban en territorio ahora enemigo intentaron huir, pero 5.000 hombres quedaron a merced de los daneses y fueron dispersados por su territorio por orden de Napoleón para que no dieran demasiados problemas.

Declaración de guerra de Huéscar a Dinamarca
Ante este cambio en la situación, y el desfavorable destino de los soldados españoles, el 11 de noviembre uno de los emisarios enviados por Fernando VII llegó al municipio de Huéscar, en Granada, y les informó de la orden de cortar cualquier tipo de relación diplomática con Dinamarca. Al saber el giro de los acontecimientos, el ayuntamiento se reunió y decidió declarar la guerra a Dinamarca hasta que se pactara un acuerdo de paz.

Dicho acuerdo de paz llegó en el año 1814, pero en Huéscar la declaración de guerra, de la que los daneses no tenían ni idea, seguía patente y siguió, de hecho, mientras pasaban los años hasta que un historiador encontró el documento y lo hizo público en 1981 en la revista comarcal Sagra para perplejidad de todo el país.

El municipio, sabedor de su inferioridad en número y recursos frente a los daneses, decidió olvidar los viejos rencores y declarar en un bando municipal que el conflicto se daba por terminado. La paz se firmó oficialmente el 11 de noviembre de 1981, a la que estaba invitado como parte representante de Dinamarca el embajador danés que, lejos de ir solo, decidió acompañarse de un grupo de daneses que iban ataviados como rudos vikingos, con sus cascos con cuernos y sus escudos. Después de la firma que ponía fin a tan singular conflicto, con una gran afluencia de público y medios como cabe esperar, se degustaron dulces y productos locales y hasta llevaron a cabo un homenaje a la reina Margarita.

Imagen| Público

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