Ríos de mercurio y una cúpula que imitaba el cielo
El ejército chino de terracota |
En
las descripciones se decía que en la cámara funeraria (excavada a más de 30
metros bajo tierra), se acumularon objetos preciosos sobre una base
que simulaba los grandes ríos de China y bajo una cúpula que imitaba el cielo,
todo rodeado por enormes cantidades de mercurio, lo cual ha sido probado con
mediciones actuales. En los más recientes descubrimientos se han
desenterrado, entre ambas murallas, fosos que contienen escribas equipados para
su tarea, bailarines, acróbatas; en otro, músicos para que bailen cisnes y
patos de bronce que se alinean al torno al cauce de un río; pequeños fosos
donde mozos de establo cuidan cada uno de un caballo real.
El
primer Emperador, en cuanto subió al trono, decidió darse ese nombre y ordenó
que comenzaran a construir la que sería su tumba.
El historiador Sima Qian escribía en el siglo II a. C.:
Los miles y miles de condenados a trabajos forzados que lo construyeron, “perforaron la tierra hasta encontrar tres fuentes de agua y lo cubrieron de cobre. Una vez colocado el sarcófago, trajeron palacios, pabellones, edificios, artículos refinados y objetos raros y los enterraron hasta que se llenó. Se ordenó a los artesanos que fabricaran ballestas automáticas para que si alguien se acercaba se disparasen inmediatamente. Se utilizó mercurio para configurar los cien ríos, el río Yangzi, el río Amarillo y el mar, para que circulasen mecánicamente y se comunicasen entre ellos. Arriba se representaron los signos del cielo y abajo la configuración geográfica”.
Detalle del ejército chino de terracota |
El Primer Emperador decidió
hacerse acompañar en el más allá, por
un ejército de figuras de terracota. La estatura media es de más de 1,80 metros, mucho
más que lo que mide la población china en general. Las placas de armaduras son
de piedra, porque en la tradición china se aleja a los espíritus con ellas.
En
la tumba imperial trabajaron artesanos y, además, 700.000 deportados y muchísimos
convictos.
El
ejército de terracota cuenta en la primera
fosa con 6.000 guerreros alineados en triple fila, tras los cuales
hay 38 hileras de soldados de a pie. A su lado, 160 carros de combate.
En
la segunda fosa, están los carros de
combate guiados por cuatro caballos y se visualizan también 330 arqueros. La tercera
fosa está alrededor de un carro de
combate vacío, rodeado por oficiales de alta graduación.
El
sistema de trabajo era el siguiente:
la arcilla se obtenía del loess circundante, que se amasaba y preparaba. Cada
una de las piezas entregadas por los maestros artesanos llevaba su nombre. Una vez que amasaban la arcilla, la
estructura básica de todas las esculturas era la de los pies y las piernas
en forma maciza para mantener con estabilidad al cuerpo. Asimismo, las manos,
brazos y cabezas las hacían de forma separada y las añadían en el último
momento. Se ha detectados hasta ocho tipos básicos de cara.
Otra perspectiva del ejército chino de terracota |
Una
vez realizado este trabajo, las piezas
se cocían enteras y, seguramente, habría hornos enormes que todavía no se han podido hallar. Es posible que
hayan sido destruidos en el momento en el que se arrasó con las edificaciones,
cuando terminó la dinastía.
Cada uno de los soldados de barro cocido
reproduce los rostros auténticos de todas las huestes y mandos. Por lo que se
estima que un ejército entero posó para que se esculpieran las figuras.
El Emperador hizo ejecutar a todos los artesanos
que participaron en la construcción de su tumba, y llevó a todos los
soldados que habían posado a una guerra suicida, de
modo que no pudieran contar nada de este majestuoso tesoro.
Este
potente ejército que se hizo elaborar Qin Shi Huang Di, le resultaba
imprescindible para asegurarse la existencia en el mundo de los muertos y continuar
con su poder terrenal en la otra vida.
Bibliografía
El Primer Emperador de China,
Jonathan Clements. 2002
El mundo chino,
Jacques Gernet. 2005
Autora| Estela
Passaglia
Vía| Revistas
y publicaciones, investigación propia (ver
bibliografía)
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