La reconstrucción de los monumentos destruidos o deteriorados ha
sido un fenómeno habitual a lo largo de la historia
El arco del triunfo de Palmira en medio de la plaza distancia de Trafalgar Square |
En los últimos años se ha hecho
común escuchar noticias de cómo algunos monumentos destruidos por las guerras o
la barbarie son reconstruidos mediante técnicas 3D.
En la guerra, acabar con el pasado del enemigo para escribir el futuro requiere destruir los hitos monumentales del adversario |
Ya hemos hecho mención del proceso de reconstrucción 3D
otras veces, tampoco resulta ser algo nuevo en la historia. Esto mismo ha ocurrido con el
arco del triunfo destruido
en Palmira (Siria) que recreado digitalmente y reconstruido piedra a piedra con
mármol egipcio, se levantó en Trafalgar Square.
Desde la toma de Palmira por parte del ISIS y la posterior destrucción
muchos voluntarios de la Red de Formación Inicial
para el Patrimonio Cultural Digital, proyecto financiado por la Unión Europea
(UE), reconstruyeron los restos destruidos a través de imágenes
tridimensionales.
El Proyecto Mosul pretende rescatar e impedir que la memoria monumental desaparezca a través del uso de técnicas en reconstrucción 3D |
Los partidarios y los detractores
de este proceso son variados. Señala Pablo Aparicio que es una forma de conservar
aquellas cosas que se deterioran o se destruyen como consecuencia directa o
indirecta de las guerras. Los segundos dicen que supone falsear la arqueología
pues la reconstrucción nunca será idéntica a la original. Y es que como bien dice su artículo
“lamentablemente con estas copias digitales, nunca sabremos exactamente todos
sus detalles porque los originales ya no están, y no tenemos todos los
parámetros que necesitamos para hacer los modelos exactos”. Por otra parte
aunque la pieza sea reconstruida, señala Amr
Al-Azm, en el artículo de Pablo Aparicio, no podrá "aportar la misma
emoción que el original.”
La creación de monumentos a través de técnicas 3D es una alternativa a la depredación que algunos países han hecho de monumentos de otros países |
Sin embargo, debemos reconocer la
parte positiva de este proceso puesto que aunque "estos modelos no tienen
el mismo valor científico, los modelos 3D (impresos o no) todavía tienen el
valor de la visualización, podemos ver lo que el artefacto era". Podemos
recrearlos en el ciberespacio, imprimirlos, reconstruirlos y observarlos como
eran sin necesidad de apoderarnos del original.
Autor| Álvaro Plaza Sánchez
Vía| Álvaro Plaza Sánchez
Imágenes| El Mundo, Infobae, Impresora, Catraca Livre
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