El llamado ‘tren
de la muerte’ o ‘La Bestia’ es una red de trenes de mercancías utilizada por
los migrantes del centro y sur de América para llegar a Estados Unidos
Esta
publicación constituye la primera parte del intento de abordar la
problemática de los Derechos Humanos en el caso concreto del llamado
"tren de la muerte" o "La Bestia", una red de trenes de
mercancías utilizada por los migrantes del centro y sur de América para llegar
a Estados Unidos. Será, por lo tanto, un primera parte descriptiva que
servirá para sentar las bases del análisis que abordaremos en la siguiente
publicación. Para ello, se hace necesario, en primer lugar, hacer referencia a los
actores principales: Los migrantes, las patronas (y los albergues), las bandas,
el gobierno mexicano y el gobierno estadounidense.
El
actor principal son los migrantes, provenientes de centro América. Estas
personas, a menudo vienen huyendo de su país de origen a causa de amenazas
de redes de crimen organizado. De esta manera, emprenden la huida hacia el
“país de las esperanzas" y se lanzan al llamado "sueño
americano". Sin embargo, la ruta hacia este sueño se acaba convirtiendo
más bien en una pesadilla en la que intervienen tanto las autoridades estatales
y locales como las bandas. Durante el
camino los migrantes son asaltados por las bandas, quienes les piden
dinero en concepto de “protección” bajo la amenaza de tirarles del tren.
Podría parecer, que las bandas son un obstáculo más en el camino, pero lo
cierto es que toda esta ruta migratoria está controlada por los Zetas y, en
los últimos años, por la mara Salvatrucha, que en este espacio parece estar
colaborando con los Zetas.
Además,
en el caso de las mujeres migrantes parece ser difícil no ser violada al
menos una vez durante el trayecto. A este respecto cabría mencionar que
algunas de ellas deciden "alquilar" su cuerpo a otro compañero de
viaje de manera que este les proteja de las agresiones de otros hombres a
cambio de sexo con él. Por otro
lado, incluso aunque no se produjese asalto por parte de las bandas criminales,
o aunque los migrantes no se quedasen dormidos, tampoco sería inusual que el
tren descarrilase ya que esto ha llegado a suceder hasta diez veces en un
período de dos meses. En este punto también son dignos de mención los albergues
en los que se cobijan los migrantes, muchos mutilados, con la esperanza de
salir adelante. Sin embargo, en Veracruz los migrantes que hayan llegado
encuentran algo de esperanza en las llamadas "Patronas". Estas
mujeres llevan aproximadamente 20 años auxiliando a los migrantes y por ello se
les concedió en el año 2013 el Premio de Derechos Humanos.
Finalmente,
cabría preguntarse por la hipotética "bienvenida" que recibirán los
migrantes que consiguen llegar a EEUU. Pues bien, las evidencias apuntan a que
no existe tal bienvenida, muy al contrario, EEUU presiona constantemente al
gobierno Mexicano para que controle la inmigración e invierte grandes
cantidades de dinero en detenerla por diversos medios: "los migrantes
se convirtieron en un problema para el país. Pero en vez de buscar una solución
adecuada sólo aumentaron cada año la vigilancia de la frontera. Mientras que
en 1995 el país gastó 580 millones de dólares en vigilancia, 9 años después la
cantidad se subió a 3700 millones de dólares" (Riediger-Röhm, 2013:
180-181).
En una entrevista concedida por el presidente
mexicano Peña Nieto en verano de 2014,
este afirmaba que el problema no estaba en México (lugar de tránsito del
tren) sino en el país expulsor y que, por tanto, no es problema de México,
"lavándose las manos". Sin embargo, al mismo tiempo, anunciaba medidas de seguridad para evitar
el uso de este tren por parte de los migrantes aludiendo a un discurso
proteccionista de los Derechos Humanos (¿por qué si no es problema de
México?).
La incoherencia de este posicionamiento se entiende cuando recordamos
las presiones ejercidas por EEUU al gobierno Mexicano. No se trataría, por
tanto, de proteger a los migrantes sino de proteger a EEUU de los migrantes.
En este punto es importante incidir en la carga simbólica que los distintos
colectivos de inmigrantes portan y EEUU es un caso ejemplar de esto. Aunque los
discursos sobre la inmigración en EEUU han sufrido cambios a lo largo de los
años, lo cierto es que, según relatan numerosos autores, nos encontramos en
un momento claramente xenofóbico.
Este discurso incluye la famosa “amenaza
a la nación”, las metáforas marinas (“crecida” o “inundación”) y el más
contundente imaginario bélico : “La inmigración era representada como una
«invasión» en la cual los agentes «desarmados» de la Patrulla Fronteriza
buscaban «contener la línea» en un intento en vano por «defender» la frontera
en contra de los «ataques» de los «invasores extranjeros », quienes efectuaban
«ataques suicidas» a defensores inermes (Nevins, 2001; Santa Ana, 2002; Chávez,
2008)." (Massey y Pren, 2012: 211-217) En el mismo artículo señalan,
además, como este discurso bélico, junto a las medidas antiinmigración
desplegadas distorsionan la realidad y producen la sensación de que el flujo
migratorio es cada vez mayor, acrecentando la concepción de "invasión"
cuando, en realidad, ha ido disminuyendo con el paso del tiempo.
Bibliografía
Massey,
D. y Pren, K. (2012) "La Guerra de los Estados Unidos contra la
inmigración. Efectos paradójicos", en Documents d´Anàlisi Geogràfrica, vol. 59/2, pp-209-237.
Riediger-Röhm,
L. (2013) "¿México: ruta de la muerte o camino hacia una vida mejor?"
en Iberoforum.
Revista de Ciencias Sociales de la Universidad Iberoamericana. Año VII. No 16. Julio-Diciembre
de 2013. Dossier. Pp. 167-182.
Autora| Diana Sonia Díaz-Valdés Teran
Imagen| Wikipedia
Vía| Youtube,
Migration
Policy, Univisión
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