La
escritura RongoRongo fue descubierta en el siglo XIX y su origen sigue siendo todavía
una incógnita
En uno de los lugares
más recónditos de la Tierra, en el
ombligo del océano Pacífico, se localiza la isla de Pascua o Rapa Nui. Esta
isla es muy conocida, sobre todo, porque contiene un gran número de misteriosas
esculturas, denominadas moais, que rodean toda su costa mirando hacia infinito.
Sin embargo, no es tan sabido que los rapanui tenían una escritura propia denominada
RongoRongo.
La
escritura RongoRongo fue descubierta en el siglo XIX. Se trataba de un sistema gráfico
que, principalmente, se tallaba en tablillas de madera de toromiro o palo de
rosa de Oceanía con puntas de obsidiana o con dientes de tiburón. Según algunos
autores, aunque todavía falta descifrarla para verificarlo, la RongoRongo es la única forma escritura estructurada de
toda Oceanía. Según se observa, los símbolos o glifos se tallaban en los
artefactos a lo largo de una serie de ranuras trazadas con antelación al
grabado y tenían una altura media de entre nueve y catorce milímetros. Se distribuían
por las tablillas aprovechando ambas caras, sin dejar espacios vacíos ni
separaciones entre los caracteres.
Gráficamente parece que
representaban figurillas antropomórficas
dispuestas en diferentes posturas, objetos celestes, cuerpos geométricos,
pequeños anzuelos o diferentes criaturas fantásticas semejantes a aves, plantas
u otros animales tanto terrestres como acuáticos. Por la simbología, se tiene
la impresión de que se trata de una escritura simbólica más que fonética.
Esta escritura era también conocida por los nativos como kohau rongo rongo. El significado
del término kohau era el de “madera
que sirve para fabricar casco de las canoas”, mientras que rongo rongo significa “gran mensaje” o “gran estudio”. Así que kohau rongo rongo se traduce como “maderas
de recitación” o “báculos recitadores”.
Al igual que no se
conoce su significado, tampoco sabemos
cómo llego la escritura RongoRongo a la isla de Pascua. Según la tradición
oral, fue traída por el primer rey que llegó a Rapa Nui, el ariki Hotu Matu’a,
que traía consigo 67 tablas correspondientes a las 67 sabidurías Maorí, en las
que se hablaba de temas como el arte de la navegación o la astronomía. No
obstante, esta leyenda es poco probable porque no se ha hallado ningún rastro
de escritura de este tipo en ninguna otra zona de la Polinesia. Otros
investigadores dividen sus posturas entre los
que piensan que RongoRongo era una escritura anterior al contacto con los
occidentales y los que sostienen que se inventó a partir de 1770, después
de la llegada de los españoles. En este último caso, los españoles solicitaron
al ariki que firmara el contrato de cesión de la isla y, en ese instante, los
Rapa Nui tuvieron su primer contacto con la escritura occidental.
Lo único cierto, más
allá de cualquier hipótesis sobre su origen, es que la escritura RongoRongo sigue
siendo todo un enigma. Sólo existen, por desgracia, 27 soportes originales grabados con estas inscripciones. Además no hay
ningún original en la Isla de Pascua, sino que están todos repartidos por
museos de todo el mundo. La escasez y la dispersión de los textos, así como el
desconocimiento del antiguo idioma Rapa Nui, hacen muy difícil encontrar un
patrón para interpretar la escritura.
El sistema empleado en la escritura RongoRongo es el conocido como bustrofedón inverso, que consiste en escribir
un renglón en una dirección y el siguiente en la dirección inversa y dado la
vuelta, y así sucesivamente. Era la mejor forma de aprovechar al máximo las tablillas,
aunque para leerlas hubiera que darles la vuelta según se iba avanzando.
Conservamos un texto,
que forma parte de un informe presentado a sus superiores de los Sagrados
Corazones, de uno de los primeros misioneros que llegó a la isla Rapa Nui. Este
fraile francés, llamado Eugenio Eyraud, escribió: “En todas las chozas se encuentran tablillas de madera o bastones
cubiertos de jeroglíficos. Son figuras de animales desconocidos en la isla,
que los indígenas dibujan con piedras cortantes. Cada figura tiene su nombre,
mas el poco caso que hacen de estas tablillas me inclina a pensar que estos
caracteres, restos de una escritura primitiva, son ahora para ellos algo que
conservan sin tratar de inquirir el sentido”.
Por desgracia, las tablillas con la escritura RongoRongo son
muy escasas porque o bien fueron vendidas o intercambiadas entre los
europeos y los habitantes de la isla, o bien fueron quemadas por los misioneros
por considerarlas satánicas y portadoras de extraños mensajes que contravenían la
evangelización de los rapanui. Asimismo, uno de los peores momentos de la
historia Rapa Nui, en el que casi se acaba con su cultura definitivamente, se
produjo en 1862 cuando unos traficantes
peruanos irrumpieron en la isla, tomaron como esclavos a más de un millar
de Rapanui y los llevaron a trabajar a los depósitos de guano en Chincha. Entre
las víctimas de esta tropelía se encontraba el rey rapanui y muchos de los
sabios que sabían escribir e interpretar las tablillas RongoRongo.
Autor| José Antonio Cabezas Vigara
Imagen| RongoRongo
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