Los primeros cazadores pudieron haber usado piedras esféricas para batir a sus presas

La distancia mantenida con respecto a la presa pudo ayudar a mantener seguro a los antiguos cazadores 
 
Piedras esféricas que pudieron haber usadas cono proyectiles para la caza
Un equipo de investigadores, dirigido por Andrew Wilson, de la Universidad de Leeds Beckett, ha analizado un conjunto de hasta 55 piedras esféricas, o semiesféricas, halladas en la Cueva de Hogares (Cave of Hearths), situada en el valle de Makapansgat, en Sudáfrica.

Estas piedras, conocidas como esferoides, se encuentran regularmente en esta zona en los sitios arqueológicos situados cronológicamente entre hace 1,8 millones y 70.000 años.

Los estudios anteriores habían sugerido que los esferoides pudieron haber sido utilizados para dar forma o para pulir las herramientas de piedra, pero Wilson y otros especialistas de la Universidad de Wyoming, de la Universidad de Liverpool y de la Universidad de Indiana sugieren que pudieron haber sido usadas para la caza.

Una de las piedras esféricas e manos de uno de los investigadores
El equipo de investigación simuló los daños que los esferoides pudieron haber causado a las presa de un tamaño medio, como un impala, si estos hubieran sido arrojados por expertos cazadores de la época. Se ha comprobado que cerca del 80 por ciento de las piedras que se han probado pudieron haber causado daños si hubieran sido tiradas desde una distancia de hasta 25 metros.

Wilson ha explicado que la distancia mantenida con respecto a la presa pudo ayudar a mantener seguro al cazador. Asimismo, también apuntó que la elección de la piedra correcta era muy importante, ya que tenía que ser lo suficientemente pesada como para causar daños al animal y, por el contrario, lo suficientemente ligera como para que pudiera ser lanzada con una buena velocidad.

Por último, en aquel tiempo, los proyectiles de piedra también pudieron haber sido útiles para mantener alejados a los carnívoros peligrosos de las zonas de actuación de los grupos humanos.

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Imágenes| Irish Times

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