La práctica de los sacrificios humanos
estaba presente en muchas culturas de la Antigüedad
Recreación de un sacrificio celta, pueblo que también era conocido por practicar este tipo de rituales |
Cuando
hablamos de sacrificios humanos en seguida nos viene la imagen del México
prehispánico, sin embargo, esta práctica ya estaba presente en gran parte de
las culturas de la Antigüedad. ¿Queréis saber qué otras culturas realizaban sacrificios humanos?
Los
sacrificios humanos tenían un sentido
totalmente religioso y ritual, se ofrecían a los dioses a modo de asegurar
la otra vida para una determinada persona, para asegurar la perduración del
orden y de la vida o para dar gracias en determinadas celebraciones anuales.
Aunque nos pueda sonar repulsivo, nunca debemos juzgar ningún hecho del pasado
sin intentar buscarle su comprensión y lógica dentro de su contexto y sus
creencias.
Estas
culturas creían, entre otras cosas, en el Más Allá y, con ello, en el alma, en
los seres espirituales y las fuerzas naturales. Los aztecas, por ejemplo,
donaban a los dioses el corazón del sacrificado, con toda la importancia que
esto contiene, ya que es el reducto principal de la vida, que al ser extraído
del cuerpo seguía manteniendo toda esa esencia vital y espiritual que ahora era
otorgado a los dioses. Pero, hay muchas más culturas que realizaban esta
práctica religiosa.
Centrándonos
en la Antigüedad, un ejemplo serían los
etruscos que realizaban sacrificios humanos para asegurar la inmortalidad y
otorgar un alma a la divinidad, los llamados dii animales. Para esto se ofrecía la sangre de unas víctimas a
cambio de la del difunto. Un ejemplo es el de 307 prisioneros romanos que
fueron sacrificados en el año 358 a. C. para poder salvar las almas de unos
etruscos fallecidos. No obstante, esto era una práctica excepcional.
También
es conocida la práctica de los
cartagineses del tofet donde se
enterraban a los niños calcinados entregados por los padres a los dioses. El tofet de la ciudad de Cartago es el
más conocido, pero esta práctica también se adoptó en las antiguas colonias
fenicias de Sicilia, Cerdeña y Malta. Sin embargo, existe un debate acerca de
si los tofets eran cementerios para
niños que murieron de forma prematura o eran realmente sacrificios humanos.
En
la Península Ibérica encontramos a los
lusitanos, pueblo del famoso caudillo Viriato. De hecho, en el funeral de
este jefe lusitano alrededor de 200 guerreros lucharon a muerte a modo de
sacrificio humano, las luchas se presentaban por parejas y por turnos. Esta
práctica ritual sería prohibida por el procónsul de la Ulterior, Craso, entre
el 95 y 94 a. C. Pero, también podemos hablar de los galaicos que sacrificaban machos cabríos y caballos pero
también prisioneros a un dios de la guerra.
Los celtas por el contrario, usaban el
sacrificio no para asegurar la inmortalidad, sino a modo de profecía, donde
hundían una espada en la víctima y el Druida observaba y procedía a la lectura
de los movimientos del moribundo.
Por
otro lado, aunque dentro del ámbito funerario, existen otras muestras de
sacrificios humanos que no servían para asegurar la inmortalidad. En la civilización sumeria hacia el 2500 a. C.
entre las tumbas reales de Ur se hallaron 74 esqueletos femeninos que
pertenecerían a damas de la corte que habían sido enterradas frente a la tumba
del rey a modo de sacrificio para que le acompañasen también en el Más Allá.
Con
este mismo sentido se practicaba en el Antiguo
Egipto. Durante la Dinastía I (3100 a. C.) volvió a retomarse esta práctica
ya abandonada. En el cementerio real de Abidos se han hallado diversas tumbas
subsidiarias que contienen los restos de la servidumbre del rey que fueron
sacrificados durante el funeral. No obstante, estos sacrificios acabaron
abandonándose con el transcurso de la historia del Antiguo Egipto realizándose
solo en sus inicios.
Tanto
en Sumer como en Egipto predominaba la creencia de la existencia de otra vida
después de la muerte y de que el alma podía llegar a alcanzar esa vida, por lo
que ambos quisieron estar preparados llevándose sus pertenencias y todo aquello
que consideraran que sería necesario.
Como
vemos, existen multitud de culturas que practicaban los sacrificios humanos, estos
podemos encontrarlos en todas las partes del mundo como en la milenaria cultura china, y especialmente durante
la Dinastía Shang (1766-1046 a. C.) también se realizaron. Existían tres tipos
de sacrificios: el foso, donde se enterraba a jóvenes sacrificados; la
fundación, propia para niños y bebes; y la internación, para niñas pequeñas
sacrificadas.
Por
tanto, los sacrificios humanos suponían una práctica que aunque excepcional y
puntual en algunos casos, estuvo presente en prácticamente todas las partes del
mundo dentro de nuestra historia. Tampoco debemos olvidar casos bíblicos como el de Abraham a punto de sacrificar a su hijo
Isaac o el del mismo Jesucristo sacrificado para salvar a la humanidad. Por
ello, dentro del impacto que pueda causarnos todos estos ejemplos, no debemos
olvidarnos nunca del lado simbólico y religioso de cada uno de los sacrificios
y de la utilidad y función que tenían para cada cultura de la Antigüedad.
Autora|
Diana Navarro
López
Vía|
MARTÍNEZ-PINNA, Jorge. “Los dioses del Más Allá. Etruscos” Historia. National Geographic. Nº 101, 2012, pp.60-70
Imagen| Batanga
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