En las antiguas herramientas se han
encontrado restos residuales de sangre, carbón y ocre
Recreación de la antigua práctica del tatuaje en Polinesia |
El arqueólogo Robin Torrence, del Museo de Australia, y su equipo de
trabajo han analizado una serie de 15
artefactos de obsidiana del yacimiento arqueológico de Nanggu, en las Islas
Salomón, y han llegado a unas conclusiones muy interesantes.
Hasta ahora se pensaba que estas herramientas, de 3000 años de antigüedad, se
habían usados para el tratamiento de las
piezas de cuero, pero puede que no fuera así. Según su último informe, los
primeros polinesios no usaron demasiado
las pieles de animales y las pocas que utilizaron no requirieron demasiada
preparación.
Situación geográfica del yacimiento arqueológico de Nanggu, en las Islas Salomón |
El equipo de investigación, siguiendo los principios de la arqueología
experimental, ha recreado las
herramientas de obsidiana prestando especial atención a las cortas puntas afiladas,
en las que se percibe de forma natural unas escamas de vidrio volcánico. A
continuación, los arqueólogos experimentales usaron las réplicas para hacer tatuajes en pieles de cerdos con pigmentos
negros de carbón y rojos de ocre.
Como resultado, se ha detectado que tanto las herramientas antiguas como
las nuevas muestran similares signos de
desgaste, incluyendo el astillado microscópico y el redondeo y embotamiento
de los bordes. Del mismo modo, en las herramientas antiguas, también se han encontrado restos residuales de sangre,
carbón y ocre.
Herramientas de obsidiana usadas, posiblemente para la elaboración de tatuajes |
Torrence, en conclusión, cree que estos artefactos de obsidiana se pudieron
haber usado para la elaboración de tatuajes y que, para contrastar información,
los arqueólogos podrían buscar herramientas
de obsidiana comparables en los sitios donde se pudo haber practicado
tatuajes. Hay que tener en cuenta que la piel humana rara vez se conserva en el
registro arqueológico.
Autor| José Antonio Cabezas Vigara
Vía| Live
Science
Imagen| Live
Science, La Rampa
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