La vida del extraordinario pintor del
Barroco estuvo marcada hasta por hechos de sangre
Sus
contemporáneos definían a Caravaggio (Michelangelo Merisi), como una
persona extraña. La vida del extraordinario
pintor del Barroco estuvo marcada hasta por hechos de sangre, aunque ello no le impidió sostener el aprecio de
los mayores mecenas de Italia.
Pintor
extraordinario, renovó el arte,
demostrando un enorme talento. Pero tras el artista genial, se ocultaba un hombre de temperamento
agresivo. Nació en 1571 en la población lombarda de la cual tomó su
nombre. De pequeño recibió su formación
en el taller de un pintor milanés, hasta que se trasladó a Roma en 1592 junto a su tío Ludovico, que era cura. Lo
alojó Pandolfo Pucci, canónigo de San Pedro, a quien el pintor llamaba “Monseñor
ensalada” por lo magro de su cocina; su estancia fue muy corta allí, realizando
en talleres, algunas de sus primeras
obras importantes.
Luego fue
acogido en el palacio bajo la protección
del un cardenal, Francesco María del Monte, embajador en Roma de los
Médicis florentinos. Francesco era hombre de gran cultura y amante de las
artes, poseyendo valiosas colecciones artísticas y científicas, de las cuales
Caravaggio se nutrió, ya que era aquel lugar, un estimulante entorno para su intelecto. Allí
conoció distintas personalidades relevantes de Roma. Para el Cardenal Del Monte
(quien lo definía como “el cerebro
extravagante”), realizó cuadros
importantes como “Baco” o “Santa Catalina de
Alejandría”, gracias a la influencia del cardenal decoró la capilla
Contarelli en la iglesia de San Luis de los Franceses.
Pero al
mismo tiempo, Caravaggio se sentía
atraído a las callejuelas, donde había tiendas, burdeles y tabernas. Rodeado
de amigos irascibles y excéntricos, el pintor alardeaba de su destreza en el
manejo de la espada, pese a que se estaba haciendo famoso, no le importó verse
mezclado en todo tipo de altercados. Cuando fue detenido por llevar armas
sin licencia, se defendió diciendo que era pintor del cardenal de Monte.
La vocación de San Mateo (1599-1600) |
Toda Roma
admiraba el asombroso naturalismo de
Caravaggio. Entre 1600 y 1601, a los 30 años, se encontraba en la cumbre de
su carrera, y recibía encargos públicos y privados, tales como: “Cena en Emaús, “La muerte de la Virgen”,” El
entierro de Cristo”.
Era un
hombre sumamente provocativo; se burlaba
de quienes lo criticaban, y sentía al mismo tiempo envidia de sus
seguidores, temiendo que pudiesen superarlo. Era para ese momento, sumamente
audaz en sus juicios. En 1603, en un proceso entre artistas que pertenecían a un ambiente ecléctico,
expresaba afirmaciones, tales como esta:
“Según mi opinión, un pintor capaz es aquel que pinta e imita bien las cosas
naturales”.
Por su
carácter impetuoso, se metía en
problemas con frecuencia. Fue denunciado por agredir a un camarero,
encarcelado por tirar piedras a la policía, también por delito de injurias. Sin embargo,
una y otra vez, por influencia del
cardenal Del Monte, salía libre.
Fue fugitivo de la justicia, y encarcelado por
violentar la casa de dos mujeres, y luego la de un notario. Huyó a Génova y
allí atrajo la atención de la noble familia de los Doria, distinguidos
coleccionistas y mecenas.
En 1606, se enfrenta con Ranuccio Tomassoni,
jefe de una cuadrilla de matones. El encuentro deriva en un mano a mano, entre
Ranuccio y el pintor, quien hiere de
muerte a su rival en el estómago, aunque su intención había sido dañarle el
muslo. Huye nuevamente y llega a Nápoles, donde recibe una serie de lucrativos
encargos; repentinamente, abandona la ciudad para irse a Malta. Allí pinta el
retrato del “Gran Maestre de los
Caballeros de la Orden de San Juan”, quien compensa a Caravaggio por este y
otros lienzos, concediéndole la Cruz de su Orden.
Judit y Holofernes (1598-1599) |
Poco tiempo
después, es desposeído de ella por haber
desenvainado su espada. Se dirige a Mesina, y luego a Palermo. Decidido a
volver a Nápoles, ya que le habían concedido el perdón por la reyerta, es encarcelado por error; logra evadirse, poco tiempo después enferma y muere.
Por último,
identificados sus restos en 2010, mostraron rastros de saturnismo y neurosifílis, enfermedades que podrían
explicar la agresividad del pintor.
Autor| Estela Passaglia
Vía| Langdon,
Helen. Caravaggio, Edhasa, Barcelona,
2006
Imagen| Wikipedia
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