Realizamos una pequeña incursión en el
arte griego centrándonos en la escultura, ya que para los griegos el hombre era
el tema fundamental
El Doríforo de Policleto |
Aún
hoy en día el arte griego resulta fascinante, Grecia es la cuna de la democracia y de la civilización tal como la
entendemos hoy en día. Pero también lo
es del origen del arte cuya evolución posterior no podremos comprender bien
sin conocer las etapas y los conceptos del arte griego, que como siempre están
ligados a la historia y a su concepción de la sociedad y del mundo en general.
Grecia es un país de tierras pobres, lo que hizo que desde muy temprano
tuviera que lanzarse a navegar por el Mediterráneo para establecer relaciones comerciales con sitios tan
diversos cono Creta, Asia y Egipto y
todos esos pueblos, además de los micénicos
que los precedieron influyeron en su concepción del arte.
Los restos dela cultura griega están
diseminados por todas las regiones del Mediterráneo oriental: Asia Menor, el norte de África,
Sicilia, y el sur de Italia. Los griegos comenzaron a comienzos del siglo VII a. C.
a asentarse y fundar ciudades fuera de su país, trasplantando su cultura y
levantando templos a sus dioses.
Paestum, en el sur de Italia, conserva las
ruinas de tres grandes templos de origen
griego de estilo dórico, fechados en la primera mitad del siglo
VI a. C. Estaban dedicados a Hera, Apolo y a Atenea. Es una arquitectura descubierta en el siglo XVIII, cuando se
comenzaban los estudios sobre las civilizaciones antiguas y el conocimiento de
la antigua Grecia causaba verdadera fascinación entre los intelectuales de la
época. Los descubrimientos de Arthur
Evans en Cnosos y de Heinrich Schliemann en Troya marcaron un hito en el
estudio de las culturas antiguas.
La Acrópolis de Atenas, que fue reconstruida siguiendo los dictados de
Pericles en la segunda mitad del siglo V a. C. refleja la magia del arte griego, a pesar de todo el sufrimiento que han
pasado a lo largo de los siglos. Aquí queda claro el tema principal del arte
griego, el hombre como medida de todas las cosas. Los griegos creían
que los dioses se relacionaban con los mortales, Zeus el dios supremo sería el padre de la humanidad, su forma era
humana y entre los dioses se establecían relaciones y sentimientos como las que
se daban entre los hombres.
Las esculturas colosales arcaicas, los
llamados kures primitivos de hacia el siglo VI a. C., pueden ser representaciones primigenias de los dioses, su postura
con la pierna izquierda adelantada, los brazos al costado del cuerpo, las manos
apretadas, una escultura hierática
de concepción frontal. Constituye un modelo que los griegos copiaron de los
egipcios, es la representación idealizada de los faraones, pero aquí la
diferencia estriba en la desnudez del joven representado y en la libertad en la
representación de sus piernas. Los músculos del torso y el vientre empiezan a
insinuarse mediante líneas, aunque la figura carece de plasticidad, los ojos
enormes y almendrados y su sonrisa llamada arcaica denotan signos de vida.
Los griegos percibían una cualidad
divina en todo lo bello, la belleza era algo que emanaba directamente de la
divinidad y esto era lo que querían reflejar en el arte.
Las
estatuas de doncellas, tienen indicios de pintura, señal de que estaban
coloreadas, de forma que se daba viveza y vitalidad, para los griegos una
escultura sin pintar estaba inacabada. A diferencia de las imágenes masculinas
las femeninas siempre están vestidas con un péplum que cae en pliegues
verticales, hieráticas presentan los mismos ojos almendrados y sonrisa arcaica
que sus homólogos masculinos.
La escultura griega se basa en la
repetición del mismo modelo una y otra vez, introduciéndole pequeñas
modificaciones casi inapreciables en pos de conseguir una representación más
fiel del ideal.
Así la escultura clásica es una evolución de la
arcaica en la que se consigue representar más fielmente el ideal del cuerpo
humano. El peso cambia de una pierna a otra, el movimiento recorre el
cuerpo, la distribución de las caderas cambia ya que la que está en reposo se
eleva y eso se refleja en todos los músculos del cuerpo que adoptan una suave
curvatura. El ideal clásico del que Policleto
es una de los escultores más famosos, no pretende reflejar una belleza concreta
sino una ideal, al dotar mediante la habilidad escultórica de más vida al
cuerpo ya no hace falta mantener la sonrisa arcaica, ni los enormes ojos
almendrados, de modo que ahora el rostro
no refleja emoción alguna sino una expresión serena y contemplativa, pero la
boca se talla entreabierta como si la estatua respirara, los escultores
buscaban sobrepasar a la naturaleza.
Delfos, al que Platón llamó lugar divino,
era el oráculo del dios Apolo, aquí
peregrinaban los griegos y los
extranjeros para obtener apoyo divino, trayendo ofrendas preciosas que se
guardaban en las casas del tesoro.
Lo que se conserva del templo de Apolo son unos pocos pilares, en el lugar
donde Pitia emitía sus oráculos inspirados en éxtasis.
En
Delfos cada 4 años se celebraban juegos. A
los griegos les gustaba competir entre sí en todas las actividades
(pintura, música, poesía, carreras) el premio verdadero era la fama. El Auriga es la estatua de un
vencedor de la carrera de cuadrigas, la única que se conserva, en esta fechas
se prohibían las guerras y los conflictos se establecía una paz sagrada. La
estatua está realizada en bronce, tiene una altura de 1,80 m. y formaba parte de un conjunto más amplio y
es un claro ejemplo del paso de las esculturas del periodo arcaico a las
clásicas.
Autora| Ana Rebón Fernández
Vía| Ana Rebón Fernández
Imagen| Doríforo
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