Analizamos la construcción
arquitectónica mejor conservada de la arquitectura romana
Imagen del frontal del Panteón |
Se
considera que el Panteón es el templo
mejor conservado de la antigua Roma. Ubicado en la plaza de la Rotonda de Roma, es un templo circular dedicado a todos
los dioses. Su origen se debe al general Agripa, que en el 27 a. C. decidió
iniciar su construcción.
En el
friso su fachada principal tiene una inscripción en letras de bronce que dice “Marco
Agripa hijo de Lucio cónsul por tercera vez lo hizo”, lo que nos sitia
en el 27 a. C. Lo cierto es que en
el siglo XIX se supo que el templo original fue destruido en un incendio y el
actual es una reconstrucción del siglo II d. C. de tiempos de Adriano, pero su nombre no figura en ningún sitio dada la
negativa de este emperador a que su nombre apareciera en las obras que se
realizaron bajo su mandato. En el friso se puede ver una inscripción relativa a
la reforma que se hizo en tiempos de Septinio Severo.
El proyecto se suele atribuir a Apolodoro
de Damasco. El pórtico o pronaos ya da sensación de grandiosidad y está elevado con respecto al nivel de la plaza
por lo que hay que subir 5 escaleras, es una manera de remarcar que accedemos a
un especio sagrado, para que produzca mayor efecto en el visitante su
estructura impide ver la grandiosidad del espacio que le sucede. La fachada está formada por 8 columnas con capiteles corintios,
los fustes son muy grandes, el diámetro de su base es de un metro y medio. El frontón debía estar decorado con estatuas
de bronces hoy desaparecidas.
Tras
la fachada, el espacio se divide en tres
naves por 2 filas de 4 columnas, la central más amplia da paso a una gran
puerta que constituye el acceso a la cella, mientras que las otras dos terminan
en dos nichos que seguramente albergarían esculturas. Este espacio presenta una
cubierta tradicional a dos aguas,
parece ser que originariamente sujeta por cerchas de bronce actualmente
desaparecidas.
El templo combina en su construcción
sistemas abovedados con otros adintelados.
Los
romanos ya habían utilizado la cubierta
cupular en los edificios termales, pero es la primera vez que se emplea en
un templo y más de estas proporciones:
una rotonda de 43,5 m de diámetro cubierta por una cúpula, decorada con
casetones que realizan un juego de luces y sombras y cuya altura es igual al
diámetro del espacio que cubre siendo la mayor construida hasta la fecha,
constituye una sala sobrecogedora, la luz penetra al interior por aberturas
circulares de 9 metros, situadas en un techo revestido de oro lo que la hace
refulgir con intensidad en las paredes recubiertas de mármol. La cúpula apoya sobre un muro cilíndrico que a
través de un sistema de bóvedas y arcos de ladrillo va trasladando el peso a
puntos de resistencia. Esto permite también la apertura en el muro de 8 nichos.
Los materiales principales fueron la piedra de
sillería, el ladrillo, y el mármol, éste último sería la base rica
decoración que recubría las zonas más nobles del edificio, en cuya decoración se emplearon materiales
preciosos, trabajando cada detalle. El
diseño de interiores es uno de los grandes avances del arte romano. En
cuanto a la cúpula se realizó con
hormigón que fue aligerado utilizando piedra pómez como árido y el grueso
anillo murario es de opera latericia (hormigón con ladrillo). Recordemos que el
uso del hormigón es una de las principalescaracterísticas de la arquitectura
romana.
Miguel Angel dijo del Panteón que “tiene un diseño angélico y no humano”.
Autor| Ana
Rebón Fernández
Vía| Ana Rebón Fernández
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