Los
arqueólogos aún no han podido determinar el sexo del individuo debido al mal
estado de conservación de los huesos
Primer plano de las pulseras de oro de la tumba |
Un equipo de arqueólogos ha excavado recientemente la tumba de un aristócrata en Lavau, en
el noreste de Francia, que se remonta a comienzos del siglo V a. C. Lo curioso
del hallazgo es que el individuo ha aparecido acompañado de un ajuar funerario
excepcional.
Entre las piezas que lo acompañan se encuentra un caldero de bronce adornado con cabezas
de león y con la representación del dios griego de los ríos Aqueloo, una
jarra ática figurativa y un surtido de vasijas de bronce. Asimismo, ubicado en
el centro de la tumba, los arqueólogos han descubierto un individuo, con la
cabeza posicionada hacia el sur, enterrado
con un carro de dos ruedas, un torque de oro macizo colocado en el cuello y dos pulseras, uno en cada muñeca, del
mismo material áureo.
En la actualidad, todavía no está claro si los restos pertenecen a un hombre o a una mujer. Lo
cierto es que debió ser un personaje relevante por lo insólito de su ajuar. De
hecho, el torque que lleva como adorno es de oro macizo y pesa 580 gramos, incluso
más que el de la princesa de Vixque apareció en el norte de Borgoña, además de
las dos pulseras.
Imagen completa de la tumba del aristócrata en Lavau |
Asimismo, en el bíceps izquierdo luce también un brazalete delignito. Esta última joya
tiene similitudes con la encontrada en una tumba de Reinheim, en una zona
fronteriza entre Francia y Alemania. Por último, cerca de la zona del cuello han
aparecido varias cuentas de ámbar
finamente trabajadas, que pudieron haber formado parte de un collar.
Además de las joyas, que son más vistosas a simple
vista, también se ha hallado algunos fragmentos
de ropa y de calzado, como se observa en los restos de cuero y los remaches
enfilados que se conservan. Entre los elementos de vestuario destacan, además,
algunos remaches de hierro y otros accesorios como una especie de gancho de
coral.
Aunque los arqueólogos creen que el individuo de la tumba
es un varón, el mal estado de conservación de los huesos hace que sea difícil
llegar a una conclusión determinante. De hecho, también se especula con que se pueda tratar de una mujer, ya que existe el precedente
de la princesa de Vixen en Borgoña. Es más, en el siglo V a. C., entre el final
del periodo de la cultura de Hallstatt y el comienzo de La Tene, hay constancia de otras muchas tumbas femeninas de alto estatus localizadas en la zona noreste
de Francia.
Autor| José Antonio Cabezas Vigara
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