Agnolo Bronzino, pintor de los Medici

Bronzio estudió las obras, con mucho detalle, de Rafael y Miguel Ángel

Detalle de la 'Alegoría del triunfo de Venus', del National Gallery de Londres
Agnolo Bronzino, pintor italiano del manierismo, nació en Florencia, 17 de noviembre de 1503 y falleció en Florencia el 23 de noviembre de 1572.

Aprendió las bases del arte de unos de sus primeros maestros florentino Raffaellino del Garbo, con  el dibujo toscano. Más tarde ingresó en el taller de  Jacopo Carucci hacia el 1515 donde le salió la oportunidad de colaborar en la en la decoración de la capilla Capponi en la iglesia de Santa Felicita en Florencia, tras un periodo de aprendizaje al lado de Raffaelino del Garbo, en 1522 el joven Bronzino ayudó con Portorno en la ejecución de los frescos de Certosa di Galuzzo cerca de Florencia donde adquiere un impulso artístico que decidiría su futuro.

'Alegoría del triunfo de Venus', del National Gallery de Londres
Bronzino abandona las tendencias espirituales de Potorno para acercarse al esteticismo donde encuentra su propio estilo pictórico. En 1539, colabora en las decoraciones de la boda de Coismo I de Medeci con Leonor de Toledo, donde se ganó el aprecio de los Medici de tal forma que es nombrado pintor de su corte, siendo su retratista preferido.

Sus retratos, la mayoría, son pintados con colores fríos con las figuras a modo de siluetas que destacan sobre el fondo. Durante su estancia en Roma, entre los años 1546-1548, Bronzio estudió las obras con mucho detalle de Rafael y Miguel Ángel, y ya se le nota su estilo más detallado en la obra de del fresco Martirio de San Lorenzo. Ya en su última etapa, sus obras evolucionan a un estilo de influencia de los modos teóricos y mezclando pinceladas de erotismo. Una de sus obras más famosas es la ‘Alegoría del triunfo del amor’ donde aparece representado las imágenes de Venus y Cupido.

Leonor de Toledo con su hijo Giovanni de Médici, retratados por Bronzino
En esta obra, Bonzino quiere representar el sufrimiento del amor. Los planos están pintados dando sensación de relieve, con los pigmentos más claros, centrándose en las imágenes principales. En el primer plano vemos a Cupido torciéndose para besar en los labios a la propia Venus. En la imagen de la derecha aparece un  niño arrojando rosas, dando un toque de romanticismo a la obra. En el fondo de la obra están representados los celos, la infidelidad, la agonía con la figura de los ancianos, donde el brazo anatómicamente exagerado de uno de ellos da a entender lo que Theodor Hetzer denomina ornamentación pictórica. La figura central representa a la Venus con los brazos abiertos y con las piernas paralelos al marco del cuadro en una posición casi erótica dejándose llevar por Cupido.

En esta obra, Bronzio crea una superficie lisa como de esmalte y usó la elección de una tabla como soporte, en vez de un lienzo.

Imagen| Wikipedia

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