Analizamos los pocos datos que nos
restan sobre la vida del Bosco intentando insertarlos en la sociedad de su
época
Imagen de Fragmento ‘El Jardín de las Delicias’ de El Bosco |
A
diferencia de otros pintores que han hecho historia
no podemos decir que tengamos mucho conocimiento sobre la vida del Bosco,
más bien tenemos muy pocas certezas y muchas incógnitas a las que sólo se
pueden aportar hipótesis a partir del estudio de sus obras.
Jeronimus Van Aken, conocido popularmente como El Bosco vivió y trabajó en s-Hertogenboch,
en francés Bois-le Duc (Bolduque en castellano) que podemos traducir como el
bosque del duque, ciudad holandesa que linda con la actual frontera belga, era una de las cuatro ciudades principales del
condado de Brabante junto a Bruselas, Amberes y Lovaina.
S-Hertogenboch
era a finales de la Edad Media un
pequeño centro comercial, mucho más pobre que sus hermanos del norte de
Holanda como Amberes, que destacaba por
la construcción de órganos, la fundición de campanas y una pequeña industria
textil, en una sociedad estamental
bastante cerrada e inmóvil. Además es una zona alrededor de la cual se
habían instaurado numerosos monasterios
y conventos, destacando especialmente los de los "Hermanos y Hermanas de
la Vida Simple", comunidad que surgió a fines del s.XIV con la finalidad de
retomar una vida religiosa más simple y formal tal como propugnaba Tomas de Kempis en su obra “Imitatio Cristo”.
No
debemos olvidar que toda la vida en esta época giraba en torno al pensamiento y
el sentimiento religioso y que a diferencia de lo que estaba ocurriendo en
Italia, en el Norte de Europa aún predominaba un pensamiento de fuerte raigambre
medieval, donde la idea del pecado y el castigo del Infierno estaban siempre
muy presentes.
Quizás
lo más destacable de s- Hertogenboch fuera su iglesia de San Juan realizada en estilo gótico brabanzón, aún en
construcción cuando los ancestros del Bosco llegaron a la ciudad y para la que
el Bosco realizó unas pinturas que han desaparecido.
Hacia finales del s.XIV y principios del siglo XV
se instalaron en s-Hertogenboch miembros de la familia Van Aken, cuyo
nombre hace suponer que procedían de Aquisgrán. El patriarca era Jan Van Akenpintor (muerto en 1454),
que tenía 5 hijos, de los que al menos 4
seguirían sus pasos, de ellos Antonius Van Aken (muerto en 1478) sería el padre
del Bosco.
Lo
pocos datos que tenemos sobre la
vida del Bosco, seudónimo que adoptó Hyeronimus, seguramente tomado del lugar
donde residía, proceden de los Archivos
municipales de s-Hertogenbochy de los libros de cuentas de la Hermandad de Nuestra
Señora a la que perteneció.
Por
conocer no conocemos ni siquiera la fecha exacta de su nacimiento, que se calcula
hacia el año 1450 a partir del dibujo de su autorretrato. El Bosco aparece
mencionado por primera vez en un registro
municipal en 1474 junto a dos hermanos y una hermana, al menos uno de sus
hermanos, llamado Goosen también era
pintor.
También
sabemos que entre 1479 y 1481, el Bosco
se casó con una mujer llamada AleytGoyares de Van Meervenne, que era unos
años mayor que él, de una familia muy respetable y que disponía de fortuna
propia.Entre los años 1486 y 87 aparece
el nombre del Bosco por primera vez entre los miembros dela Hermandad de
Nuestra Señora, con la que tendría un vínculo ya de por vida.
Esta
cofradía se había fundado hacia 1318 y estaba formada por hombres y mujeres,
laicos y religiosos que tenían en común
su devoción a la Virgen, cuya imagen guardaban en una capilla que ellos mismos
mantenían en la Iglesia de san Juan. La mayor parte de la familia del Bosco
pertenecía a esta Hermandad para la que realizaba diversos trabajos.
Aunque
hay teorías que apuntan que El Bosco pudo haber viajado al Norte de Italia, no
tienen mucho fundamento, parte de su trabajo puede indicar que estuvo en
Utrech, al sur de Los países Bajos, pero seguramente
pasó su vida entera en su pueblo natal.
Hacia 1504 Felipe el Hermoso, Duque de Borgoña, le encarga a Jeronimus Van Aken,
llamado el Bosco un retablo que debía
representar el Juicio Final, acompañado a cada lado por el cielo y el
infierno, de enormes dimensiones, pero desafortunadamente la obra se ha perdido.
El libro de cuentas de las Hermandad
de Nuestra señora registra la muerte del Bosco en 1516, el 9 de agosto se celebró una misa
de difuntos en su memoria en la iglesia de San Juan.
En
cuanto a su producción pictórica al Bosco se
le pueden atribuir con certeza aproximadamente unos 30 cuadros y un grupo de
dibujos. Seguramente sus primeros contactos con la pintura fueron en los
talleres de su padre y de sus tíos. Y podemos aseverar que, aunque la pintura del Bosco destaca por su
singularidad, también tiene características
comunes con la pintura de su época, en especial en cuanto a temática que se
refleja en las interpretaciones expresivas de la interpretación bíblica y en la
particular visión del hombre y del mundo basada en la experiencia directa. Quizás
sus primeras obras estén más relacionadas con las iluminaciones de manuscritos
del arte holandés.
En la pintura del Bosco los expertos
diferencian tres etapas
que iremos desglosando en sucesivos artículos, aunque su valoración es difícil
pues no firmaba ni fechaba sus obras.En una frase de los “Comentarios de la pintura”
Diego Guevara (1560) que heredara de
su padre varias obras del Bosco explica así su fantasía: “El Bosco fue fiel a la representación de la naturaleza, de la
realidad, salvo cuando tenía que representar el infierno o los demonios. En
estos casos se dejó llevar por su imaginación dando rienda suelta a su fantasía”.
No
podemos afirmar nada sobre la personalidad de este hombre, pero sí sabemos que tuvo contacto y buena relación con los
hombres más destacados de la sociedad del momento que lo apreciaban y
valoraban pues reclamaban sus obras. Que estas reflejan una visión muy
particular de la vida y en concreto una admonición
que invita a sus coetáneos a alejarse del pecado. Quizás esta visión y la
valoración de su obra en su tiempo nos hablen de una persona con un fuerte sentimiento religioso, lo que
aleja algunas teorías que quieren explicar su iconografía por la pertenencia a
una secta religiosa. Y también a partir de sus obras se infiere una
personalidad con un gran sentido del
humor.
Autor| Ana
Rebón Fernández
Vía| Ana Rebón Fernández
Imagen| Youtube
Comentarios