El arte cómo ayuda
para mantener un sistema de vida equilibrado y sano
En la imagen, la ‘Capilla Sixtina’ |
Esta semana el periódico el País publicaba un artículo muy
interesante titulado “El poder sanador del arte” y ponían
como ejemplo de obra sanadora la Capilla
Sixtina. Se basaba en un estudio de
la Universidad de Berkeley que avala que tanto las obras de arte, como los
maravillosos paisajes que nos regala la naturaleza, pueden contribuir a
aumentar nuestras defensas.
Los investigadores han comprobado
la relación entre las emociones positivas de asombro que sentimos al admirar
una obra de arte o un paisaje hermoso y el índice más bajo de las
pro-inflamatorias citocinas, que son proteínas que hacen al sistema
inmunológico trabajar más duro. Las citoquinas elevadas de modo puntual sirven
para combatir infecciones, traumatismos, etc. pero a largo plazo se relacionan
con las enfermedades autoinmunes y con la depresión e incluso pueden inducir
trastornos más serios como la diabetes de tipo 2 o el alzhéimer. En cambio niveles
bajos activan circuitos de recompensa en el cerebro que neutralizan el estrés.
“La ansiedad, el miedo
o la tristeza son malas para la salud. Pero el arte, más que un lujo o una
experiencia lúdica, es un camino para mantener la vitalidad física y mental”
dice la investigadora de la Universidad de Toronto Jennifer Stellar, que junto con el psicólogo DacherKeltner, Neha John-Henderson, de la Universidad de
Pittsburgh, y Craig Anderson, Amie
Gordon y Galen McNeil, de UC Berkeley han desarrollado los estudios.
“El arte y los
artistas pueden contribuir, dentro de sus posibilidades, a hacer más llevaderas
las condiciones de vida de muchas personas, proporcionarles medios para
sentirse mejor consigo mismo, aislarse de ambientes poco agradables, adquirir autoconfianza,
sentirse un poco más felices. El objetivo del arte no es curar pero puede
ayudar a humanizar los procesos de curación y los entornos en los que estos se
desarrollan. “ son palabras de Manuel H. Belver en un artículo titulado El
Arte y la Educación artística publicado en la revista Artes en
contextos de salud. Revista “Arte, Individuo y Sociedad. Vol. 23. Núm. Especial
2011. Publicaciones de la UCM.
La arteterapia, la
musicoterapia son disciplinas cada vez más desarrolladas y tenidas en
cuenta en el ámbito médico, su ayuda en la consecución de un estado de salud lo más óptimo posible
no está discutida. Sin embargo la
aplicación práctica de todos estos estudios en el sistema sanitario muchas
veces deja mucho que desear. Aunque hay excepciones notables como el
Hospital de oncología infantil del Niño Jesús que se detalla en el artículo del
País.
Desde los inicios de los tiempos el hombre ha buscado
maneras de recrearse en el mundo, reflejar de algún modo la belleza de su
entorno, el arte como medio de expresión
surgió en las épocas prehistóricas, las teorías sobre su origen son muchas,
pero lo cierto es que los hombres habitaban en las cuevas y no es difícil
imaginarlos reunidos en círculo alrededor de un fuego, en un día lluvioso contemplando
embelesados las pinturas de los animales que poblaban las praderas mientras
alguien relataba su historia.
Miguel Ángel
plasmó en la Capilla Sixtina su
propia visión de la creación del hombre, lo hizo de un modo tan sorprendente que influyó en todo el arte posterior y
aún hoy al elevar nuestra mirada para contemplar la bóveda sentimos una
sensación de asombro que nos reconforta. El
arte es un bien de toda la humanidad, pero la experiencia ante cada obra es
subjetiva y personal, quizás en ello estriba su grandeza.
La capacidad de asombro y el amor a lo bello nos llenan de
vitalidad, al arte es comunicación pura y transcendencia, analizar una obra de
arte es en cierto modo analizar nuestro modo de ver y nuestro modo de ser,
reflexionar desde dentro y con calma, disfrutar de los matices. Por todo ello
deberíamos abogar por crear entornos más
diáfanos y artísticos en todos los ámbitos de nuestra existencia, pero
especialmente en aquellos en los que
hemos de pasar momentos desagradables o dolorosos.
Autora| Ana Rebón Fernández
Vía| Ana Rebón Fernández
Imagen| Wikipedia
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